💜 La competencia.

1.3K 142 159
                                    

—Kal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Kal... 

Cada vez era más difícil respirar.

Él seguía succionando la piel bajo mi seno. Estoy segura que eso dejará una marca.

—Kal... —Grito al sentir su lengua jugar con mi pezón.

Siento el orgasmo aproximarse. Aceleramos el paso, muevo mis caderas de atrás hacia delante ayudada de sus firmes manos sobre mis lindas posaderas.

Siento que después de esto me van a doler las rodillas, a Kalev no se le ocurrió mejor lugar para hacerlo que sobre una banca en los vestidores bajo la pista de hielo, él está muy cómodamente sentado, mientras que yo tengo que mover todo mi cuerpo sentada sobre su placentero miembro.

Tomo un mechón de su cabello con fuerza para acercar su rostro al mío y poder besarlo muestras nuestros cuerpos se embriagan al sentir el orgasmo estallar.

¿Es muy temprano para decir que lo amo?

Golpe de frente metal —Si Diana, es muy temprano—.

Nos separamos unos centímetros para tomar aire y disfrutar el momento post-sexo.

Todo se queda en un silencio tranquilizante, menos mal que Kalev llegó en el momento correcto, me sorprendió a mitad de mi entrenamiento, no lo culpo, también me moría de ganas por estar con él, aunque aún no me recupero de la noche tan agitada que tuvimos, pero eso no paró a ninguno de los dos.

Después de unos segundos de reposo decido moverme, el dolor en la espalda continua, pero no es tan intenso como anteriormente, tal vez eso signifique que está aminorando el daño.

Tomo mi ropa para comenzar a vestirme, no puedo creer que haya tenido sexo en los vestidores, doy gracias porque las cámaras apuntan a los casilleros. Kal y yo nos vestimos sin decir nada, no con palabras, pero ambos nos retamos con la mirada acompañado de una sonrisa que sella lo que acabamos de hacer.

Paula tenía mucha razón, me estaba perdiendo de mucho, no es solo el sexo, es el placer de compartir algo tan íntimo con alguien más y que sientas lo mucho que le gustas con un beso o una caricia.

—Pienso que la persona que diseñó esos pantalones debe obtener un premio —dice serio recorriendo mi trasero con sus ojos.

—¿Es un chiste?

—Claro que no —sigue hablando de esa manera.

Parece que apagó el interruptor de chico lindo y volvió el rockstar.

—¿Por qué la seriedad?

Toma asiento y me pongo frente a él para escuchar lo que tiene para decir.

—Nada, te estoy elogiando el grandioso culo que tienes.

—Ojalá muchas personas pensaran igual que tú —me siento a su lado.

LIVE THE MOMENT ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora