Acompaña a Diana en su aventura por la vida después de que decide escapar de las reglas y rutina que ha seguido desde que tiene memoria, cuelga sus patines y se aleja de la pista de hielo que la ha visto crecer.
Una noche de rebeldía es la causa de...
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Llamé a mi padre en cuanto llegamos a Los Ángeles, todo está bien por el momento. Mi madre continúa impartiendo sus clases al igual que papá, ambos están preocupados por mí, a su manera, mamá sigue tan molesta que pasa el mayor tiempo posible fuera, ahora mis padres son como dos desconocidos compartiendo una casa. Deseo que ambos se concentren en su matrimonio y si es que este tiene futuro. Me fui no solo por mí, sino, también por ellos, es la oportunidad perfecta para que se olviden de mí y vuelvan a ser las mismas personas que se enamoraron en una tarde de abril.
Fue un choque, literalmente; mi madre había ido a la biblioteca de la ciudad para investigar sobre nuevas técnicas de saltos sobre hielo, paso todo el día y se dio cuenta muy tarde que ya iba retrasada para su entrenamiento. Salió a paso veloz cruzando las mesas y entonces papá salió de la nada con cientos de libros que volaron al instante, "Álgebra de Baldor" fue el libro que cayó sobre la cabeza de mi madre, papá se asustó tanto al verla sangrar que de inmediato la llevó al hospital dejando todo atrás. Ese día tuvieron su primera cita, en un hospital mientras le daban puntos a mi madre, papá no quiso dejarla sola en lo que resto del día y ambos terminaron tomando jugo de cartón en la cafetería de aquel hospital.
Siempre creí que mis padres se amarían por toda la vida, pero pasó el accidente de mamá, después yo y el patinaje comenzamos a ser su prioridad, olvido a papá y las peleas constantes no pararon. Sé que ese amor está en alguna parte, espero que lo encuentren antes de que sea demasiado tarde.
Me gustaría que Kal y yo tuviéramos un comienzo más normal, algo que no involucre una terraza vacía de un bar pequeño y la propuesta de mi ex mejor amiga. Supongo que no puedes decidir, algunos se conocen por internet, en la escuela, el trabajo, en la infancia o por simple casualidad. Kalev es fiel creyente del destino, confía en que hay algo más detrás de todo, escribiendo lo que nos pasara en el presente y el futuro.
Salgo de mis pensamientos ayudando a los chicos a bajar los instrumentos para el show de esta noche, no pensé que una simple guitarra eléctrica pesara tanto. Gavin carga el amplificador y muchos cables detrás de mí, yo sigo a Mich que ayuda a Kal con los platillos de la batería, aprovecha para hacer ruido con estos y aturdirnos a todos.
—¡Cállate! —grita el chico expansiones.
Mich da vuelta sonriendo como niño pequeño y chocando los platillos de nuevo.
—¡Voy a matarte!
—No puedes —se burla moviendo su cadera en círculo, creo que intenta bailar.
Kal llega por detrás dando tremendo golpe sobre su nuca, Mich para el baile de inmediato y comienza a quejarse.
—Estás en una banda de rock, no con los putos Muppets.
—Sería más divertido pasar tiempo con la rana René —habla él sobando su cabeza.
—Dejen de jugar, vengan aquí —nos llama Erick desde el escenario.
