Six Years Later ❴Paperhat❵

9. Muchos acontecimientos.

(. . .)

Abrió la puerta principal, había regresado de su búsqueda de un hogar temporal para él y su hija, y claro, lo había conseguido, unos pequeños departamentos en el sur de Hatville, un poco lejos de la escuela de la menor, pero eran muy cómodos y a un precio accesible para el científico. Suspiró al cerrar la puerta, vio la llaves de aquel departamento en sus manos, cerró su mano en forma de puño y dejó caer sus hombros, ser un padre solo había sido difícil siempre, pero ahora estaba aún más complicado.

Notó la hora en un gran reloj antiguo que se encontraba en la sala, 4:26 p.m, ciertas palabras de la científica residente resonaron en su cabeza; “Sé que tienes tus razones para no creerlo, pero, si quieres saber, puedes verme hoy a las 4:30 en el laboratorio.” esa simple oración imploraba con afán ser investigada, su búsqueda era polémica mentalmente, se volvía una necesidad saber sobre la veracidad de la presumible alternancia del lord de la mansión, pero su lado paterno en busca del bien por su hija no lo convencía de ir tras las respuestas que su mente quería.

—¿Te vas a quedar ahí parado pensando en si ir o no? —Aquella voz lo liberó de sus pensamientos.

Su vista se posó en la científica, quien estaba frente a el con una libreta de notas y un lápiz. —¿Hm?

—¿Por qué tu mente procesa tanta información por minuto? Te va a dar el patatús.

—¿Qué?

Ella rodó los ojos y negó con su cabeza. —Olvidalo, ¿vienes o no?

El científico lo meditó, ¿debía ir? ¿qué vería en aquel lugar tan sombrío? —No lo sé…

La científica carecía de algo llamado paciencia, soltando un suspiro claramente fastidiado jalo el brazo del contrario obligándola a seguirle. —Bueno, recuerda que estas en una mansión de villanos… —Expreso caminando rápidamente a la oficina del de sombrero para luego abrir la puerta bruscamente. —O lo haces a las malas, o a las malas, no hay opción. —Empujó al científico para luego cerrar la puerta de la oficina.

Nuestro científico quien se encontraba con los nervios de flor a piel llevó su mirada analizando cada rincón del despacho del demonio de gabardina, notando la falta del mencionado. —No… Está…

—Claro que no, esta con Maddy, la clase termina en veinte minutos, así que seamos rápidos. —Explicó buscando impetuosamente algo en los bolsillos de su bata de laboratorio, al dar con el objeto de su búsqueda sonrió. —Sigueme.

Flug notó el objeto, era una llave dorada con una base en forma de sombrero, comenzó a seguir a la científica algo curioso de saber el lugar de destino, en aquel despacho había una puerta la cual nuestro científico conocía muy bien. El armario de lord Black Hat.

Al ver a la científica a punto de encajar la llave en la cerrajura se alarmó y la detuvo. —¿¡Estas loca!? ¿Como tienes la llave del armario de Black? ¡No podemos entrar ahí!

La científica se libero algo violenta del agarre y suspiró. —Black me dio una copia, idiota, yo puedo entrar aquí cuando me de la gana.

El de la bolsa se sorprendió cuando aquellas palabras se colaron en su oído, recordaba perfectamente como una vez entró a ese lugar y casi muere en el intento. La morena abrió la puerta de ese cuarto y entró esperando que el contrario la siguiera, al ver que él seguía en duda lo jaló dentro.

—¿Q-Qué se supone que vas a mostrarme?

—Veras, Flug… —Comenzó a hablar mientras rebuscaba entre algunas cajas. —Cualquier primer impresión que de Black, es la de un tipo con el que sin duda evitarlas meterte. —Continuó, mientras bajaba una caja de una pequeña estantería. —Dime, ¿Como crees que desquitaría su ira alguien como él?