Capítulo 1.

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Hoy empezaba en mi nuevo instituto, el que compartía con la bruja, llevaba todo el verano aquí y todavía no conocía a nadie, nadie, ni a la vecina de enfrente.

Entre en la ducha y me puse un jersey gris y unos jeans, te recuerdo el frio que hace...

Cojí mi móchila, con mi cazadora negra tipo cuero.

-Hay Carly, que ganas de verte, osea, va a ser lo más, en dos estoy allí baby. -Cada vez que Sindy hablaba me daban arcadas. -Que lenta eres niña, vamos, que me toca llevarte.

Volteé los ojos y la seguí sin decir nada, cogí un zumo mientras la seguía y me monte en su increible cochazo, y dirás, ¿Ella tiene y tu no? Pues si, me odian losé...

Me senté en el asiento del copiloto y ella a mi lado, bajo el espejo del coche y se arreglo los labios.

Cerrando el espejo dijo - Veras, te bajaras del coche dos manzanas antes de llegar, y durante las clases ni me diras hola, ni me miraras ni sabras de mi existencia, ¿De acuerdo?

Me reí por lo bajo y asentí, lo único malo era que tendría que andar DOS manzanas con el frio que hacía y yo tenía la manía de odiar los abrigos.

Me bajé del coche y comencé a andar esas dos manzanas eternas...

-Perdona. -Dijo alguien por detrás.

Me giré y ví a un chico alto moreno con los ojos castaños, se podría decir que era guapo.

Sonrió.-Se te ha caido. -Dijo dandome unas llaves.

-Oh, gracias. -Le dovolví la sonrisa y seguí andando.

-Soy Stefan, ¿tu eres?.

-Tania.

-Bonito nombre. -Sonrió.

-Gracias.

-¿Eres de por aquí?

-Eh, no me mude este verano.

-Aja, ya decía... -Rió.-Me recuerdas mucho alguien.

Le miré dudosa y sonreí.

Seguí andando y entre al instituto, hacia mi taquilla, la 237.

-Hola. -Dijo una chica sonriente a mi lado.

-Hola. Sonreí.

-Soy Aby, ¿nueva?

-Aja, si, yo so Tania.

-Encantada Tania, tengo el presentimiento de que nos llevaremos bien.

Sonreí y cogí los libros de Literatura.

De camino a clase vi a Sindy restrgandose con un chico, tosí a su lado y se separaron, el chico me miro de reojo con ganas de pegarme, pero despues volvió a mirarme fijamente.

-Elena. -Susurró.

-No, soy Tania. -Dije dudosa.

-Niña vete a tu clase, malcriada. -Di Sidney.

El chico se me quedo mirando, haciendo la situación mas violenta.

Me senté en segunda fila y Sidney y el chico que me miraba raro sesentaron en la ultima fila, Stefan se sentó detrás mia y a su vez delante del chico de ojos claros.

-...Tss Stefan... -¿Otra döpleganger más? No han pasado ni cien años desde que le dimos la cura a Elena. -Dijo susurrando.

-Losé, losé.

La clase acabo, y me dirijí hacia casa lo más rápido que podía.

-Tania. -Dijo Stefan con ese chico

-No quiero hablar con vosotros. -Dije sin parar de andar.

-La misma mala leche que su abuela. -Dijo al que llamo Damon.

-¿Cómo? ¿Qué sabeis de mi abuela?

-Mira Tania, es largo, podemos hablarlo en otro lugar.

Asentí y me llevaron a una gran casa a las afueras del pueblo.

-Mientras que no sea igual que Katherine, me la pido. -Dijo Damon.

-Damon. -Dijo Stefan regañandole.

-¿Qué o acaso me vas a decir que no?

-Chicos, estoy aquí y no tengo ni idea de quien es Katherine ni de que sabeis de mi abuela.

-Veras. -Dijo el más sensato de los dos. -Tu abuela, Elena, fue nuestra novia. -Me empecé a reir fuertemente.

-Mirad chicos, tenis que dejar los porros, enserio, me voy.- Continue riendo.

Damon a una velocidad extraordinaria se puso delante mia.

-Yo que tu no lo haría.

Le dí una torta.

-Sin duda es como Elena, Katherine me besaría. -Dijo Damon riendose y devolviendome al sitio donde estaba.

-Tania, necesito que me escuches.

I'm TaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora