Silencio.

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Iba conduciendo a la velocidad normal, en carril adecuado y con las luces puestas, en fin, todo en orden, y de repente un coche de policía me hace señas para que pare.

-Mierda. -Pensé. Como coño se puede tener tan mala suerte, había una posibilidad entre un millón de que me parese la policía a estas horas y en esta desértica carretera, y me tuvo que parar... parece irónico y de película.

-Buenas noches, carnet de conducir porfavor. -Dijo un chico al que no pude ver, pero su voz me resultó familiar.

-Eh, veras, yo, lo tengo, claro, pero vengo de un cumpleaños y se me ha quedado el bolso allí, ahora mismo volvía hacia su casa. -Reí nerviosa.

-Aja. -Dijo entornadose hacia la ventanilla.

-¿Justin? -Dije al ver al chico que traté tan mal hace apenas dos días.

-En persona, y me parece que te acabas de meter en un lio.

-No, no puede ser, tengo mucha prisa de verdad.

-¿Y de que se trata?

-Es privado.

-Oh, ya veo, pues tendras que acompañarme a comisaría...

-No, no, espera, se que fui grosera contigo el otro día.

-Muy grosera. -Puntualizó.

-Vale, muy grosera, pero esque no estoy pasando por mi mejor momento han secuestrado a alguien importante para mí y tengo que encontrarle...

-¿Lo has denunciado?

-Es complicado.

-Lo dudo.

-Bueno, tengo prisa, a lo que me refiero es que si me tienes que detener hazlo, pero si no, dejame irme, porfavor.

-De acuerdo, pasa buena noche, y encuentra a tu novio.

-Vale, gracias Justin. -Dije suspirando y acelerando.

Llevaba ya varios minutos conduciendo cuando recordé sus palabras, "...encuentra a tu novio..." en ningún momento le dije nada de mi novio, simplemente a alguien a quien quiero, y era imposible que lo hubiese intuido, ¿Quién coño era él? ¿Y por qué sabía tanto sobre mí?

En lo que quedaba de camino me pareció ver a numerosas furgonetas y coches que me perseguían, pero que alfinal giraban en un desvío, pero porfin llegué.

Aby estaba esperando con un par de mochilas en la puerta de su casa, toqué el clapson para que se percatase de mi presencia, lo cual hizo enseguida, y con un salto, se montó en el coche.

-Vas a tener que contarme muchas cosas si quieres que te acompañe. -Dijo cruzada de brazos.

-Losé, pero no tenemos tiempo, tenemos que irnos ya, el tiempo se acaba.

Suspiro. -Vale, pero no puedo estar mas de cuatro días fuera.

-En tres estaremos aquí, te lo prometo.

-Bueno, y se puede saber a donde vamos?

-A Central Park, Nueva York.-Dije arrancando

-¿Qué? Pero para eso tenemos que coger un avión!

-Y sale en una hora y dieciocho minutos. -Dije mirando el reloj y pisando el acelerador.

-Madre mia Tania...

Y como dije en una hora y dieciocho minutos estabamos sentadas en el avión dirección el pulmón de Nueva York, el viaje fue corto, en menos de cuatro horas habíamos llegado, las cuales aproveché para dormir.

Nos bajamos enseguida.

-Vale, osea que tenemos que ponernos a dar vueltas alrededor de Central Park hasta que encontremos un piedra verde que brille cuando la toque? -Preguntó Aby aun aturdida por el repentino viaje.

-Si, y solo tenemos dos días y medio, asique mueve el culo. -Dije riendome.

Cojimos un taxi hasta un hotel proximo a central park, bueno, hotel, hotel nose si era, pero te podías quedar a dormir y se ajustaba a nuetro escaso presupuesto, contaba con una cama diminuta, un sofá dimiminuto y una tele con cables roidos, a si y contaba con un bater lleno de suciedad.

Dejamos las maletas en el suelo y salímos de los tres centímetros cuadrados de nuestra habitación, al salir pudimos ver a un montón de tios bastante mayores qu nos miraban.

-Cierra bien la puerta. -Le dije a Aby susurrando.

Salimos de esa estructura la cual sigo sin saber como llamarla y nos dirijimos a Central Park, no si antes comprarnos un maxiperrito, estuvimos dando vueltas, separadas, juntas, con la señora que daba de comer a las palamos hasta que se puso el Sol y no encontramos nada, nada.

Estabamos agotadas y decidimos volver, para dormir y continuar mañana que era el penúltimo día que nos podíamos quedar, cuando llegamos los señores esos seguían en las puertas de sus correspectivas habitaciones.

Apenas eran las cuatro de la mañana cuando muchísimo ruido nos desperto, parecían gritos de nuestros 'vecinos' unidos con los que parecían policías.

Aby se levantó de un salto. -¿Qué pasa Tania?

-Nose, pero no hagas ruido.

No tardaron en llamar a la puerta.

I'm TaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora