Llamaron a la puerta, me levanté corriendo a abrir.
-Hola Stefan, ¿Qué ocurre?
-Necesito hablar con Damon, ahora. - Dijo mas borde de lo normal.
-Eh... Claro. -Me giré y llamé a Damon.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó Damon.
-Tania, tenemos que encontar la piedra ya. -Dijo Stefan.
-Vale, pero ahora estamos cenando, asique podemos dejar ese ahora para mañana. -Repliqué.
-Es Katherine. -Tragué saliva.-Esta aquí y busca las piedras. -Acabo Stefan.
-No puede ser, eso es lo que quería... -susurrè, aunque obviamente me oyeron.
-¿Cómo? -Dijeron a la vez.
-Nada, esta todo bien, esto esperad un momento. -Dije marcahandome.
Como pude ser tan tonta, era obvio que Katherine las quería, después de todo quien tuviese todas las piedras tendría todo el poder y quien sabe que mas..., mi único seguro era que por lo visto estaba igual que nosotros con cero de ellas, asique teníamos que empezar a buscar enserio.
-¿Qué pasa Tania? -Preguntaron en la mesa.
-¿Javier te vienes de viaje? -Dije sonriendo.
-¿Cómo? -Dijo asustado.
-Ya sabes una vacaciones. -Dije coqueta.
-Oh eso sería genial, y Sidney y Dmaon pueden ir con vosotros. -Dijo la entusiasta y poco predecible de mi madre...
-Por supuesto. -Dijo Damon entrando al comedor y dirijiendose hacia Sidney, aunque mirandome con recelo.
-¿Los cuatro? -Pregunté con desprecio.
-Claro, o ¿Tienes algun problema con mi presencia Tania? -Dijo Damon.
-Para nada. -Dije abrazando a Javier.
-Perfecto, no hay tiempo que perder, esto sera increible chicos. -Dijo Sidney a la que se le pego el entusiasmo de mi madre.
-Perfecto. -Dije volteando los ojos.
--¿Y a donde iremos?- Dijo Javier.
-La Ponia. -Dijos Damon y yo. -La piedra de la tierra estaba en un bosque allí situado.
-¿Tan lejos?- Dijeron Sidney y Damon.
-Aja.
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I'm Tania
Teen Fiction¿Qué hubiese pasado si la famosa cura la hubiese tomado Elena y no Katherine...?