Recogí mis cosas y me dirijí hacia casa, iba escuchando musica, me encantaba, a veces pensaba que la música era la única que me entendía, bed of lies, era mi favorita.
Me pare de repente, mierda, se me había olvidado que Damon había dicho que cenaba en casa...
Cogí aire y abrí corriendo la puerta de mi casa subiendo lo más rápido que pude.
-Oh, Tania, cariño, ya estas aquí, ayudame a preparar esto que vienen invitados, oh, espera, mejor vistete...- dijo mi madre.
- ¿Qué tiene de malo lo que llevo puesto? -Dije suspirando.
-Todo, haz el favor de obedecer. -Dijo señalando mi habitación.
Entré a desgana a mi habitación y me puse un vestido naranja y me recogí dos mechones de delante.
Al poco rato comencé a oir voces abajo, y eran varias.
No quería bajar, me negaba a que me mirasen con esperanza de que hiciese algún gesto de mi abuela, pero tenía que hacerlo...
Coincidí al salir con Daisy, llevaba un vestido negro, justo y muy por encima de las rodillas, se había rizado el pelo, pero seguía con su cara de bruja.
-¿Eso es todo? -Dijo mirandome de arriba abajo.
- ¿Algún problema?
-Dejame bajar primero, así tu vestido no parecerá tan feo. -Dijo con arrogancia.
Bajo primero y se pudieron oir numerosos cumplidos a los que respondí con arcadas.
No quería bajar, pero sabía que si no lo hacia mi madre me odiaría para siempre...
Asique baje rápido las escaleras, evitando miradas, y para mi consuelo no estaba solo Damon sino su hermano también, grité para mis adentros...
-Estas muy guapa Tania. -Dijo Stefan.
Sonreí falsamente.
Solo quería que esto acabase.
Damon apesar de tener pegado a Daisy como una lapa no me quitaba ojo, cosa que solo hacía que me pusiese más nerviosa.
-Bueno, y como os conocisteis. -Le preguntó mi rico padrastro a Daysi y Damon.
-Amigos en común. - dijo Damon callando a Daisy pero sin quitar los ojos azules de mi, cosa que tambien hacia Stefan.
-Si me disculpais. -Dije levantandome de la mesa, no podía con esa situación.
Subí a mi habitación y abrí una caja que tenía desde pequeña la cual siempre había ignorado.
Llamaron a la puerta.
-Tania, puedo pasar. -Dijo Stefan.
-Eh... si claro.
Guardé la caja.
-¿Estas bien?
-Si, claro es solo, ya sabes.
-¿Qué es eso? -Dijo mirando la cajita.
-Ayer hable con mi madre de mi abuela, y me dio esto, la iba a abrir cuando has llamado.
-Abrela. -Ordeno Stefan.
En ocasiones normales le hubuese contestado, pero tenía tantas ganas de abrirla como él.
Eran fotos, un montón de fotos, mías, bueno, de mi abuela, y un collar.
El cual Stefan cogió enseguida.
-Se lo regalé yo...
-Ah... Es muy bonito...
-Ahora es tuyo. -Dijo poniendomelo. -Ahora baja y acaba la cena, por tu madre. -Dijo con una preciosa sonrisa.
Asentí sonriendo.
Oímos un grito abajo. -Quedate aquí. -Y como se nota que Stefan apenas me conoce un quedate aquí para mi es como un ven conmigo ya.
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I'm Tania
Novela Juvenil¿Qué hubiese pasado si la famosa cura la hubiese tomado Elena y no Katherine...?