Navidad II

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Un rallo de luz me iluminó la cara, haciendome abrir los ojos, sonreí inmediatamente al recordar el día de ayer, me levanté se un saltó y me asomé a la ventana, una brisa de aire me acaricio la cara, pase corriendo a la ducha y me empecé a preparar para la cena (empezaba a las 4 asique...) me vestí y me prepare, obviamente era la primera en estar lista, asique llamalo espíritu navideño o locura, pero me pase a la habitación de Sidney para ver que tal iba.

Llamé a la puerta.

-Pasa.

-Hola Sidney.

-Sientate. -Dijo haciendome un hueco en la cama. -Me alegro muchísimo de que estes con ese chico, haceis una increible pareja, y quiero que sepas lo mucho que lo siento, de verdad, ahora ayudame con la cremallera, necesito estar perfecta para Damon.

Definitivamente era el milagro de la navidad, volteé los ojos y le subí la cremallera.

-Bueno, pues ya casi estoy lista.

Asentí. -Voy a ayudar a mamá con el cordero...

-Ajá.

Bajé las escaleras y oí a mi madre reirse fuertemente.

Me acerqué sonriendo y la ví con Javier.

-¿Qué haces aquí tan pronto? -Pregunté dudosa.

-Ah, ¿ya os conoceis? -Preguntó mi madre.

-Mama, el es el que te conté, ya sabes.

-Oh... Entiendo, es el hijo de mi mejor amiga, y yo también le había invitado para que os conocieseis.

-Un poco tarde. -Dijo Javier riendose.

Fui a abrazarle.

-Bueno, ¿y como os conocisteis? -Preguntó mi madre.

-En el centro comercial. -Respondió rapidamente.

-Oh, entiendo, bueno, llama a Sidney que Damon tiene que estar al venir.

-Vale, ven. -Le dije a Javier.

Subimos las escaleras hasta la habitación de Sidney.

-Sidney, baja. -Dije amablemente.

-Voy.

Mientras esperabamos a que saliese estaba hablando con Javier (ya sabes, pegados) cuando, como no, alguien tosió.

-Bonitó vestido mini Elena. -Dijo Damon apollado en la puerta.

Javier me miro raro.

-Olvidalo. -Conteste y bajamos las escaleras.

Nos sentamos y continuamos hablando, definitivamente era la persona mas agradable y simpática del mundo, a parte de guapísimo.

Damon y Sidney bajaron y se sentaron enfrente.

Para varias mi padrastro no vino, mientras aportase dinero, yo no tenía problema, pero sabía que a mi madre le dolían mucho sus ausencias...

Apenas hablabamos cuando...

I'm TaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora