Los sillones habían desaparecido, los habíamos empujado de cualquier manera hacia los lados y en su lugar habían grandes y nada gays pufs. Nada gays. Eran…de hombre.
Había caramelos, palomitas, galletas y bebidas energéticas, tés, café, agua, palitos de regaliz y de chocolate. Había dulces y bebidas de todo tipo. Pero sobre todo, había mucho, mucho aburrimiento.
Por mi parte, al menos.
Estábamos viendo Terminator (o Terminator II o III) Ni idea. Aquella en donde aparecía el tipo alemán con una fatboy. No me estaba fijando para nada en la película, tenía cosas más interesantes en las qué fijarme.
Siempre había notado que Andrea era una persona expresiva y que gesticulaba bastante. Abría enormemente los ojos al escucharse una explosión, se acercaba a la pantalla cuando aparecía algo remotamente interesante, incluso dejaba la palomita a medio camino, justo tocando su labio inferior que… su labio inferior que…
Tenía un lindo labio inferior. Es decir, no eran carnosos exageradamente, pero el labio inferior tenía esa forma, esa, esa bella curva que lo hacía parecer pesado y comestible, de ese color simplemente rosa. No rojo, no color piel, era simplemente rosa. La forma en la que la parte central, ahí en donde se dividía en mitades, la hacía parecer siempre apunto de decir algo.
Se volteó. Hastiada.
-¿Qué?
Me sobresalté.
-¿Qué?—pregunté.
Levantó una ceja, incrédula (Oh dios mío, Puede levantar UNA SOLA MALDITA CEJA)
--Me estás mirando.—dijo.—Fijamente.— hizo una pausa.—¿Por qué me estás mirando fijamente?
Yo…¿qué? NO. ¿Qué?
Respuesta. ¡Responde de una maldita vez!
Tomé un pequeño puñado de palomitas
Y lo metí
En su boca.
Empezó a toser.
--¿Qué demonios?—gritó, levantándose y tirando todas las palomitas que tenía encima a la alfombra.
--¿Puedes parar de quedarte con las malditas palomitas en frente de la cara sin comértelas? Sinceramente, me desesperas. Es como el maldito chirrido de los goznes de la puerta.
--¿Querías matarme?
Jamás.
--Dobby no tenía la intención de matar a nadie. Dobby solo pretendía mutilar o herir gravemente.
Vi su mirada cambiar del enojo a al asombro, luego a la admiración.
Y por último a la sospecha.
--¿Tocaste mis libros de Harry Potter?
--Tengo amigos. Los amigo suelen prestarse cosas. También novias, pero principalmente cosas.
Su mirada no cambió.
--Y en caso de que los amigos no funcionen, también tengo dinero. Así que no. No toqué tus libros de Harry Potter.
Respondió con un “Ummmmm”, se tiró nuevamente sobre su puff y siguió viendo la película.
Diooooos, estaba taaaaan aburrido. No tenía idea de qué iba la dichosa porquería.
Esta no era mi versión de diversión y descanso con Andrea.
Cuando le pude prestar un poco—poquito— de atención la pantalla, sólo vi al tipo en su Harley.
--Ummm— suspiré—yo tengo una así.
El efecto fue inmediato. Volteó su cabeza como si se tratara de un resorte, con los ojos muy abiertos y dijo en un rápido y apenas inteligible suspiro:
--¿Tienes una Fatboy? ¿Una Harley Davidson, aquí?
¡Sí! ¡Por fin una oportunidad!
¿Sabe ella de motos?
--Seep—Respondí sonriendo— Piezas originales.
Susurró un “Dios mío” con las manos tapándole la boca y las mejillas sonrosadas.
Luego
Se mordió el
Labio
Y miró al
Suelo.
Y se veía algo
Avergonzada.
Y yo exudaba felicidad por los poros porque sabía que si tenía suerte nosotros…
--¿Me la prestarías alguna vez?
--¿Qué?

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Student-Zone
Humor¿Has oido hablar de la FriedZone? Bueno, esto es incómodo... Me llamo Isaías y tengo todo lo que siempre había querido. Y llegó ELLA Y lo jodió Todo. Me encanta mi tutora particular y hay un par de cosas que me gustaría hacer con ella Pero primero...