|Terminada| Cuando el tiempo espere por nosotros. (Dazai y Tu)

15

Me separé del inesperado beso de Dazai.

-No puedo creer lo que hiciste.- reí un poco recordando cómo él había fingido estar borracho. Estoy enojada, pero no le quita lo gracioso.

Fingió estar dormido.-Pobrecito, debes estar muy cansado de tanto secuestrar chicas.-Sólo sonrió.

Me abrazó, y recostó mi cabeza en su pecho. Olía a canela, posiblemente por las velas. Su respiración agitaba un poco mi cabello. Sentí cómo su corazón palpitaba junto al mío, y hacían una melodiosa armonía.

-¿Cuál era la necesidad de secuestrarme, Dazai?- Dije subiendo mi cabeza, para poder quedar frente a su cara. Estamos tan cerca que hasta pareciera que puedo escuchar el ruido que hacen sus pestañas al parpadear. Su cara se ve preciosa con la luz tenue que ilumina la habitación.- Shhh. Calladita te ves más bonita.-Dijo, y acercó un poco más su rostro para depositar un tierno beso en mis labios.

Convertí el tierno beso en uno húmedo, acariciando sus labios con mi lengua, el se sorprendió un poco, pero correspondió. Después de unos cuantos, se volvieron más salvajes, desesperados. Se colocó encima de mí, y me comenzó a quitar la blusa.

Y entonces sonó su celular.

-Disculpa, pero es de la agencia, tengo que atender.

-No hay problema.- respondí algo agitada. ¿Por qué me dejé llevar?

-Entiendo.-Colgó su celular. Tengo que ir a una misión, pero no puedes ir.- Acomodó su saco, su cabello, se ajustó un poco la venda del brazo derecho, y me dió un beso en la frente.

-¿Por qué n-

-Es demasiado importante, no podemos fallar.- Dijo, y caminó hacia la puerta.

-¿Si paro el tiempo, te quedas conmigo?- Salió por la puerta, y ya no quise molestarlo, por lo tanto sólo lo dejé ir.

🌹

Aproveché para dar un paseo por la ciudad. No recuerdo muy bien en dónde se encuentra el puente al que fui el día que conocí a Dazai. Ya estaba lejos del edificio, el cual se ve más pequeño una vez estando lejos.

Había un bar del lado izquierdo de la acera, y ví al hombre de cabello rojo con sombrero elegante que me hizo quedar en coma. Parecía tranquilo, así que caminé hacia la puerta, para después abrirla, y que sonaran unas campanas indicando que entré.

Era un lugar tranquilo, bien iluminado, había mesas de madera, una barra, y aproximadamente cinco personas. Una de ellas era aquel pelirrojo. Estaba sentado el la mesa de la esquina, pero no se veía tan lejano, pues el lugar es algo pequeño.

Caminé a su mesa. Él estaba de espaldas, así que no me vió llegar, hasta que me senté.

Estaba con la mirada hacia la nada, perdido en sus pensamientos, sin notar mi presencia. Hasta que llegó un mesero.

-¿Algo para la señorita?

-¿Qué dama? ¿Ya llegó? - Volteó al frente.- Tú no eres la chica a la que espero.-Dijo desconcertado, como si se acabara de despertar. Estaba... ¿dormido?

-No sabía que esperabas a alguien, lo lamento, es sólo que m-

Las campanas de la puerta sonaron, y una dama muy hermosa entró por la puerta. Cabello castaño claro, ojos verdes, esbelta, y con un vestido rojo, diría yo, muy revelador.

Buscaba con la mirada a alguien, y al ver al hombre de sombrero, comenzó a caminar con mucha elegancia, a pesar de sus tacones. Ahora que está de cerca, me percato de que es muy alta.

-Chuuya~- Dijo con una voz sensual.

El mesero se retiró y la mujer, al voltear la mirada, se le pusieron los ojos como platos.

-¿Quién es ella, amor?- Dijo, mientras continuaba mirándome perpleja.

-No lo sé, sólo se sentó aquí.

-Pues tendremos una linda plática ella y yo en el baño. Sígueme, cariño.

Puse mi mano en el pecho, como símbolo de "¿Me dices a mí?", confundida. Ella sólo asintió, con una mirada aterradora pero dulce. El rostro se me hace conocido...

No sé si debería seguirla, pero lo hago. Una vez llegamos, cierra la puerta con llave, y me arrepiento de mi desición.

Paro el tiempo, pero extrañamente la chica sigue moviéndose...

-¿Qué haces aquí?- susurró.

-¿Te conozco?

-No quieres saberlo.-dijo.

-Sí, si quiero, por eso pregunto.

Suspiró, se quitó la peluca, y dijo - Soy yo, Dazai.

-¿Qué?- Solté una tremenda carcajada que si el tiempo no se hubiera detenido, se escucharía en todo el mundo.

-Basta, es para una misión.

-Que guapa, ¿no quieres salir conmigo?- Volví a reír -¿Cómo es esto parte de tu misión?

-Chuuya es un mafioso muy peligroso, y tenemos que liquidarlo. Él pronto tendrá una misión, y necesito que no la cumpla.

-¿Cuál es su misión?- seguía sonriendo, ver a dazai con pechos es hilarante.

-Matarte.