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Durante estos días El omega seguía en su plan de matar a cualquiera que se meta en su camino, no importandole nada porque ya no tenía nada que perder y su vida ya no tenía sentido ni propósito, desde aquella noche viendo aquella escena su corazón se había roto sin remedio ni curación, solo ese veneno de odio y enojo estaba consumiendo su alma, a escondidas conversaba con aquella omega y que preparara a los Omegas del lugar y a cada beta, aun no puede confiar en Jin y lo sabe, mientras sus planes ya iban avanzando su mente aun tenía la viva imagen en como Yoongi y aquel omega disfrutaban en ese momento tan íntimo, porque el alfa no lo veía a él atractivo, deseado al menos en tocarlo, solo imaginar tener el tacto del alfa en su piel hacia que su omega se sintiera consolado y feliz aunque sea por segundos.

—Hoseok, traje el desayuno—

-el beta anuncia y entra a la habitación del omega-

—No tengo hambre SeokJin, llévate la comida, no tengo apetito—

-el beta se dio cuenta que el omega estaba totalmente roto, hasta su voz se oía apagada, así que lo dejó sobre el mueble y se acercó al omega quien de espalda estaba sentado en el pequeño balcón de la ventana  viendo hacia afuera-

—Porque me pasa esto a mí, me había ilusionado al menos pensé que iba a venir a verme después de días de no salir y no recibir comida de sus sirvientes, pensé que al menos se preocuparía, pero que tan ingenuo soy—

-una risa amarga soltó y se volteo a ver al beta quien con tristeza y dolor veía como el omega se desgastaba se sentía culpable al haber atraído al omega por culpa de esa carta, pero que al final fue cierta ya que ambos son predestinados pero el único que lo ve es Hoseok y por eso su omega se estaba muriendo al saber que el alfa no lo aceptaba-

—Hoseok, te gustaría ir al jardín, me gustaría mostrarte las flores que he plantado, bueno hace tiempo lo hice pero nadie presta atención a mi trabajo quizás tú puedas verlo y darme una opinión, que te parece? —

-Espero respuesta del contrario pero este solo soltó un suspiro-

—creo que no, bien me retiro—

-dejó la bandeja y salió del cuarto del chico dejándolo solo-

-Hoseok miraba con desprecio su figura en el espejo, no sólo estaba Delgado, sus ojos perdieron ese brillo,  su cabello quebradizo y descuidado ya no se veía ese omega tan fuerte y dominante, solo veía su figura miserable y decrépita, con furia y odio sujeto el espejo de pie y lo lanzo hacia la puerta, tiro todo lo que veía enfrente, soltando ese aroma que lo caracterizaba, Manzanas y vinagre ese olor que intoxicaba a los alfas, los mareaba pero eso no le importaba ahora, lo que quería es desahogarse y con la persona que le causó esta sensación "Min Yoongi", quería destruir a su alfa de una vez por todas no esperar tanto tiempo,  las personas que caminaban por las habitaciones, bueno los sirvientes de la casa se alertaron y fueron a llamar al Alfa, al Min menor ya que su padre había salido por unos días, sin más decir una de las mujeres llegó al Despacho del hombre, soltó un gruñido que la pobre mujer se quedó paralizada pero tenía que hablar.

—S....Señor, disculpe que lo interrumpa pero alguien esta destrozando las cosas del joven Omega en su habitación, u... Un Alfa esta en su cuarto, pero cada vez más se vuelve violento que...... —

Nisiquiera término la pobre en decir más cuando el Alfa paso a su lado para subir los escalones a ver que rayos estaba pasando por la habitación del Omega, conforme se iba acercando el aroma se tensaba, vinagre y manzanas una combinación extraña y potente, no había nadie en los pasillos, era obvio los que estaban allí salieron ya que ese olor los ponía tan mal hasta el punto de salir;  cada vez más Yoongi se acercaba  y se acercaba hasta que escucho gruñidos dentro de la habitación, eso lo dejó atento, debía atacar si había un Alfa con el Omega,  se preparaba para atacar hasta que se encuentro con una escena inexplicable, no había nada en la habitación solo el chico de cabellos rojizos.

—Que haces aquí, Min Yoongi? —

La voz del menor se oyó grave y tosca, mientras la oscuridad cubría su cuerpo,  solo vio sobre su hombro a Yoongi con aquellos ojos dorados, se había calmando cuando sintió el aroma de su Alfa y volvió a su forma original.

—Como?, que rayos paso aquí?, acaso entró un Alfa y te atacó, eres un.... —

El chico quien estaba bajo la sombra se le acercó y del cuello lo sujeto, apesar de ser un pequeño Omega pues ejercía una fuerza tan inexplicable, viendo como el palido trataba de soltarse, pero algo lo aturdio un poco fue que en los ojos del chico solo veía soledad, frialdad y una sensación que daba miedo que calaba cada parte de sus huesos.

—No debías entrar, acaso quieres morir, si a eso venias con gusto lo hago, como puedes ser tan cruel, en serio pensaste que no vería lo que hiciste Min, y es por eso que acabaré contigo por volverme un mounstro herido y destrozado pero eso acabará ahora mismo—

Sonrió de una manera escalofriante haciendo que el Alfa que sujetaba temblará nunca vio algo tan semejante frente a sus ojos, un demonio, acaso ese sería su último día en que moriría sin que nadie fuera auxiliarlo.

—Tú y Yo estábamos destinados pero tú elegiste a otro que no era yo pero ahora, ni él y ni yo, es mejor que mueras para no hacerme sufrir, es la única solución, No crees y a demás no eres tan diferente a mí, eres un maldito bastardo y un mounstro,  estamos hechos el uno para el otro cariño—

Su risa se escucho por toda la habitación hasta que algo sucedía, Hoseok peleando por salir de nuevo ya que su mounstro había tomado el control apenas logró ver como su Alfa batallaba por soltarse, pero la fuerza era intensa que poco a poco empezó a perderla cuando el Omega empezaba a tomar el control, a veces uno suele ser estúpido solo por salvar a alguien  que nisiquiera te ve como tú pareja y peor cuando eres cambiado por otro.

—Y.... Yoongi~

El Omega llamaba al pálido pero este estaba más aturdido que no lo escuchaba, fue sacudido y lanzado casi lejos haciendo que su cabeza se golpeara con la pared y quedará inconciente.

Horas después Yoongi fue llevado a su habitación para sanar sus heridas y marcas, no sabían y no entendían por que el alfa dejó que lo golpearan si el siempre suele defenderse y no dejar que nadie lo rasguñe, lo han visto entrenar aunque no lo crean, se veía que no era de tanto trabajo físico ya que su cuerpo es un poco Delgado, su altura y su piel pálido como la leche, pero ese no era el punto, si no, que quien fue quien le hizo tanto daño, al fin algunas omegas y Betas lograron detener la sangre y el doctor llegó a tiempo a parar el sangrado.

En cuanto a Hoseok, estaba en una de las habitaciones de huéspedes, siendo atendido por dos omegas y el Beta Seokjin , quien pasaba paño húmedos por su cuerpo, estaba sin ropa, ya que tantos rasguños y heridas poseía su tersa piel, nadie entendía que había pasado o quien  fue atacar a los dos jóvenes.

Nadie sabía y entendía quien fue el intruso que ataco solo el aroma se mantenía en esa  habitación, buscaron por todos lados para encontrar al responsable y darle muerte pero nada, es como si hubiera desaparecido en el aire y nadie pudo verlo, pero una cosa si se sabe que Hoseok estaba a poco de matar al alfa si no fuera por su omega quien chillaba a que no lo hiciera.

—lo sentimos Joven Min pero no hubo ningún rastro del alfa que los atacó y el joven omega no recuerda nada—

Uno de sus guardias dijo y así mismo se retiro; Yoongi estaba tan confundido, podía recordar esos ojos y la voz del ser que le habló y como ejercía tal fuerza cortándole la respiración de inmediato pero nunca pudo ver el rostro para identificarlo, solo esos ojos dorados llenos de ira y oscuridad y esa sonrisa macabra que mostraba dientes afilados pasando el trozo de carne por ellos sin ser cortados como si saboreandolo estuviera.

—Y como esta Hoseok? —

Pregunto por el omega a lo cual le fue respondido su pregunta de inmediato.

—Seokjin lo atiende mi señor, no se preocupe por su omega—

La mujer acabo de atenderlo y se retiró dejando al alfa en sus aposentos.

—Mi omega, dudo que lo sea.—

Susurro.

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