"Estare esperándote gatito, fuimos hechos para ser compañeros, no enemigos, al final, te perdonaré, estaremos juntos hasta el fin."
Las últimas palabras de Ladybug se repetían en su mente, tenía la esperanza de que no fuera tarde para que lo aceptará de vuelta, para que confiara de nuevo en él. Salto por los techos, bajo la noche brillante de París, se detuvo en la Torre Eifel, maravillado por el tranquillo espectáculo de la ciudad. Sabía que ella iría ahí, todos los días patrullaba sin falta, aunque eso sí, junto a uno de sus nuevos compañeros.
Le dio miedo de que alguno de ellos lo rechazará por su pasado, por las desiciones que había tomado, pero todos se equivocan ¿No? La tranquilidad se vio interrumpida por la destrucción del nuevo akuma, un niño, molesto, pues por su resfriado no podía salir a jugar con sus amigos; enfermando a los ciudadanos que estaban a su paso.
Vio su silueta, iluminada por la luz de la Luna llena, junto a ella iba Rena Rouge y Viperion, le extrañó que está vez fueran tres en lugar de uno, normalmente se rolaban las noches pero siempre en compañía de Ladybug por obvias razones.
Se sentó a observar el espectáculo, no quería entrometerse y mucho menos enfrentarlo en ese momento, ya hablaría luego con la chica de traje rojo a solas. Vio a Rena ser atacada y está cayó, Viperion tuvo que usar su poder. Todo iba de maravilla, Ladybug había invocado el Lucky Charm, pero cometió un error.
Un pequeño despiste que la lanzó lejos, cerca de él a decir verdad, el akumatizado, había atrapado a Viperion y a Rena Rouge, evitando así que le ayudarán.
Rápidamente se movió y atrapó a la chica, logrando que no saliera lastimada.
-Valla, no se pronosticaban lluvias de mariquitas- dijo con galantería.
-Oh, tu no por favor- dijo casi con miedo.
Estaba totalmente expuesta a Chat Noir, en cualquier minuto le quitaría su Miraculous y quizá de paso el de Luka y Alya.
-Tranquila my lady- dijo poniéndola de nuevo en el suelo- está vez cuenta conmigo, como en los viejos tiempos.
Ladybug sonrió, pero rápidamente borró esa sonrisa, no podía dejar de caer en lo que quizá sería un engaño; no podía volver a confiar en él así como así sólo porque él lo diga. Hace tres años le rompió el corazón, como no, era su amigo, su compañero, su confidente, el único en París con el que podía hablar libremente pues compartían la misma carga de ser un súper héroe.
Juntos lograron derrotar el akuma, el corazón de la chica estaba feliz y confundido ¿Que lo había hecho cambiar de opinión? ¿Era una trampa? Debía pensar con la cabeza fría, pronto se unió a sus amigos, Viperion la abrazo con fuerza y puso su mano en la cintura, como si así, Chat Noir no pudiera tocarla, aquello no le incomodaba pero nadie podía saber su identidad... bueno nadie más a parte de...
-Ladybug, lo siento- dijo el héroe gatuno interrumpiendo sus pensamientos y bajando sus orejas y luciendo realmente arrepentido. Viperion y Rena Rouge se pusieron a sus lados.
-Te perdono, gatito- dijo finalmente- Pero eso no significa que te perdone.
Con eso se dio la vuelta y salió del lugar.
Rena Rouge no dijo palabra alguna, sólo se fue, indicando a Ladybug que la vería más tarde, seguramente tenían muchas cosas que aclarar y de que hablar, rápidamente se escondió con Viperion en un callejón, donde nadie los vería y él podría darle el Miraculous de la serpiente sin ser descubiertos.
-¿Estas segura de perdonarlo?- dijo antes de destransformarse, du voz denotaba dolor e irá, tristeza e importancia.
-El que lo perdone no significa que confíe en él- suspiro cansada- Fue mi primer compañero Viperion, tenemos un lazo que nos une.
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Siempre fuiste tú.
FanfictionAU de Miraculous, ninguno de los personajes me pertenece, todos los derecho a Thomas Astruc Para Ladybug salvar París es un trabajo difícil, sobretodo cuando su compañero ya no esta con ella.