Adrien despertó envuelto en cálidas mantas, un pedazo de tela se encontraba en su frente, estaba húmeda, desorientado se incorporó en la cama rosada, las paredes rosas y las fotografías de Luka lo despistaron un momento, Marinette estaba dormida en los pies de su cama; junto a ella estaba Plagg con lo que parecía, había sido una bola de estambre.
Se quedó observándola, sintiéndose el peor ser humano del mundo.
Ahora sabía que la amaba, la amaba con todo su ser, con toda su alma, era la chica de sus sueños y de su vida pero también lo era Ladybug, por igual, las amaba a ambas ¿Como podía ser así? Ellas merecían ser amadas en su totalidad, como deseaba no estar tan confundido.
-Despertaste- la dulce voz de Marinette lo trajo de vuelta a la realidad.
Ella se alejo como si tuviera miedo de él.
-Marinette... - ella negó con su cabeza.
-No digas nada, Agreste- dijo con dolor- Mis padres se fueron por su aniversario a China, tienes ese tiempo para quedarte pero no bajes a la panadería - advirtió - Mi abuelo estará atendiendo y... No te acerques a mí.
Adrien no necesitaba ver su rostro para saber que estaba sollozando, ¿tan decepcionada estaba de él? Pues claro, ahora sabía su identidad, sabía que colaboró con Hawk Moth pero no sabía las razones y no entendía si debía o no decirselas.
Se levantó con cuidado de no despertar a Plagg, sentía como cada célula, cada atomo de su cuerpo se desprendía de él, primero Ladybug luego Marinette, a ambas las había lastimado de una forma que parecía irremediable, se acercó a la puerta de la habitación de la chica y la tocó sin saber que del otro lado, la chica hacía lo mismo.
.
La tarde había pasado lentamente, no vio a Marinette en todo ese tiempo, seguramente ayudaba en la panadería y estaba con Luka riéndose, besándose, sintiéndose completa en vez de estar hecha mil pedazos. Él no salió de la habitación, no entendía porque no quería irse de ahí, quizá porque, aún con el peso que le dio a la chica, ella estaba ayudándolo.
No sabía dónde se encontraba su padre o que represalias tomaría y sin duda alguna, no iba a ponerla en peligro.
Las risas de la chica lo alertaron, pues no veían de la casa sino de su balcón, con cuidado de no ser visto se acercó a observarla, Viperion lo sujetaba de la cintura y se veía peligrosamente cerca de ella.
-Me gusta que no me guardes secretos Marinette- dijo acariciando su mejilla- Eso quiere decir que confías en mi.
-¿Por qué no lo haría?- su voz dulce y risueña sonaba muy segura de sí misma.
-¿Está adentro?- ella debió asentir porque se escucho una risotada de parte del héroe - Ten cuidado Mari, porque no se que haría sin ti.
-Viperion, gracias por todo- vio como le beso la mejilla- Fuiste un gran amigo y siempre lo serás, siempre voy a amarte.
-Y yo a ti Marinette, nunca dudes en buscarme.
Ambos se abrazaron con fuerza, parecía que querían fundirse en el otro, se separaron un momento y se dieron un ligero beso en los labios, como una despedida silenciosa entre ellos.
-Debes irte- le dijo suavemente- No quiero que la dejes plantada tanto tiempo - se burló.
-Te debo una disculpa...
-No me debes nada, estábamos bien juntos pero en realidad no éramos felices, no me molesta que hallas encontrado eso en ella y no en mi.
-Agreste tiene suerte.
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Siempre fuiste tú.
FanficAU de Miraculous, ninguno de los personajes me pertenece, todos los derecho a Thomas Astruc Para Ladybug salvar París es un trabajo difícil, sobretodo cuando su compañero ya no esta con ella.