Chicle se quedó quieto, procesando un momento la infornación, sin acabar de comprenderlo.
-Dices... Q-Que tiene una cita...-repitió, más para convencerse a si mismo que otra cosa.
Fionna asintió, y el príncipe cerró los ojos, pasándose la mano por la cara.
-¿Estáis seguras?
-Sí, claro-dijeron al unísono.
-¿Y se sabe con quién?
-Nop, no nos quiso decir nada...-se encogió de hombros la chica.
Chicle asintió, mordiéndose el labio inferior. No se lo creía, o, simplemente, no quería hacerlo. ¿Había sido capaz Marshall de hacer algo así? Que él supiera, no estaban tan mal.
-Oye Chicle, ¿estás bien?-preguntó Cake, arqueando las cejas.
-¿Q-Qué? Ah... Si si, claro-fingió una sonrisa, que se borró casi al instante.
Se sentaron los tres, y mientras que las chicas no paraban de hablar, el príncipe continuaba sumido en sus pensamientos, sin saber cómo tratar con aquella situación.
Fionna no tardó en notar que Chicle no prestaba atención, y parecía que sus ojos se habían vuelto tristes al recibir aquella noticia. ¿Y si a Chicle le gustaba? Pensó en la pregunta, dejando a la gata hablando sola. No se verían demasiado mal juntos.
-¿A ti te gusta Marshall?-preguntó casi sin pensar.
Cake la miró sorprendida, y Chicle se había puesto completamente rojo, a lo que la rubia sonrió.
-Fionna, ¿qué estás diciendo? Claro que no. Eso es imposible. No. De ninguna manera-habló rápido, queriendo evadir el tema lo antes posible.
La humana se encogió de hombros bebiendo algo de té. Era obvio que tenía razón, pero no estaba bien insistir cuando lo más posible era que el vampiro no sintiera lo mismo.
La tarde no es que hubiera estado muy animada, pues Chicle parecía estar ausente a cada instante. Lo que no sabían era el esfuerzo que el príncipe estaba haciendo por no levantarse e irse a hablar con Marshall, pues realmente era algo que necesitaba con urgencia. Por suerte, quedaba poco para que las dos hermanas se fueran.
...
A Marshall le gustaría ir a ver a Chicle y hablar con él, pero si Fionna estaba allí, no podría hacer nada. Esperearía a la noche.
Estaba muy aburrido, a la par que impaciente, y ni siquiera su bajo conseguía entretenerle lo suficiente, por lo que opta por salir a que le de un poco el aire. Agradeció que fuera inverno y que las horas de luz fueran más cortas, para así poder disfrutar más tiempo de la oscuridad de la noche.
En cuanto el último rayo de sol desapareció, salió de la cueva, dispuesto a dar un paseo hasta el reino de Chicle, y con suerte, hablar con él.
-¿Marshall...?
Preguntó una voz a sus espaldas apenas había andado unos metros. Se giró para ver a una persona de la que hacía tiempo que no sabía nada.
-¡Hey Ashly!-sonrió levemente.
No quería entretenerse, pero aquella chica parecía querer saber sobre la vida del vampiro después de aquella dolorosa ruptura.
...
El príncipe salió a despedir a sus amigas, las que se fueros entre gritos y saltos. Chicle rió levemente y negó con la cabeza mientras cerraba la puerta a sus espaldas.
Subió a su cuarto a cambiarse con ropa más abrigada, pues fuera hacía ya bastante frío. Se puso un gorro y buscó a Mentita por el castillo, para avisarle de que salía.
-Muy bien, pero tenga cuidado, que ya es muy tarde-le advirtió cual madre a su hijo con una agradable sonrisa.
-Sí, no te preocupes. Adiós~
Se despidió con la mano y comenzó a caminar hacia casa de Marshall, esperando que aún se encontrase ahí.
Recordaba de memoria el camino que le llevaría hasta la cueva, por lo que no le costó nada llegar. Su cabeza estaba dando vueltas a cómo poder comenzar una conversación coherente, si es que la llegaban a tener. Pero el temor de que hubiese tomado sus palabras como una ruptura no le abandonaba, haciéndole sentirse realmente mal.
Alzó la cabeza rápidamente al escuchar la voz del vampiro, y encontrarse con la situación a la que tanto miedo le tenía: Marshall con otra persona que no fuera él.
Se mordió el labio inferior, pues, a pesar de haberle dado tantas vueltas al asunto, no tenía ni idea de como actuar ante aquello.
Los últimos meses junto a él se vieron completamente rotos por aquella chica, o eso pensaba. Respiró hondo, pues pensaba que las lágrimas caerían de un momento a otro; y tomó la decisión de andar rápidamente hacia el mayor.
-¡Marshall Lee!-le gritó, buscando su atención.
El moreno se giró, borrando su sonrisa al ver como se acercaba Chicle hacia él.
-¿Chicle...?
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Ashlysita de mi alma~~~~~
Bueno, siento la tardanza, pero aquí está!
Perdón por tardar en actualizar, pero las clases me matan últimamente ;_;
Ay qué pasará ahora. Ejejejejejeje bueno, nos leemos <3
