© 𝐌𝐢 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐫𝐚 𝟐 || 𝒀𝑮 ✔

DIECIOCHO

— Que hermosa te vez hija. -sonrió al verme al espejo.-

— Gracias mamá. -fingí sonreí. En eso abrieron la puerta, era la mamá de JiChul.-

— ¡Oh dios mío! -se tapó la boca.- Pero que hermosa te ves, T/N. -sonrió.- Sin duda alguna mi hijo supo elegir bien. -me abrazó.- Hoy es un día muy especial para los dos, así que... -se quitó una cadena que traía puesta.- Esto es tuyo, es una reliquia familiar, JiChul se pondrá muy feliz que tu la tengas, para nuestras próximas generaciones. -sonrió.- 

No sabía cómo reaccionar, ¡Una reliquia familiar! Mi madre estaba más que feliz, la mamá de JiChul ni se diga, ¡¿Cómo?! ¿Cómo salir de esto? Abrieron la puerta, era Melanie. Sonreí cuando la vi pasar, no lo pensé mucho y fui y la abracé.

— Muchas felicidades, amiga. -me abrazó.- Que hermosa te vez. -sonrió.-

— Bueno... Creo que quieren privacidad. -sonrió mi mamá y salió junto con la mamá de JiChul.- 

— ¿Te sientes nerviosa, verdad? -preguntó.-

— Sí, un poco. -fingí sonreír.-

— ¿Qué tienes? -me vio.- 

— Melanie... -suspiré.- A ti no te puedo mentir... -me senté en el sofá.- No sé qué hacer. -empecé a llorar.-

— Amiga... No, no llores. No en tu boda. -me abrazó.- ¿Qué fue lo que pasó?

— Lo vi... a YoonGi. Y no sé qué hacer, volvimos a salir, pero en eso JiChul llegó a pedirme matrimonio y-y... No sé que hacer... Sigo amando a YoonGi, pero no quiero lastimar a JiChul, él ha sido una gran persona para mí, un amigo. Le estimo y le quiero, pero YoonGi es el que ocupa su lugar de amarlo. 

— Ay amiga... La verdad no sé que sea bueno o malo, pero lo que te puedo decir es que déjate guiar por tu corazón, y ve con quien verdaderamente vas a ser feliz. Solo tu puedes decidir. -sonrió.- 

— Tengo un vuelo de regreso a Seúl, lo compré cuando iba a venir para acá, por si me llego a arrepentir, p-pero mira esto... -le enseñé el collar.- Su madre esta más que feliz por casarme con su hijo, y yo no le quiero quitar esa felicidad. 

— Amiga... Tienes que pensar con quien quieres un futuro. 

— Con YoonGi he tenido muchos tropezones, bastantes. Pero soy yo, me siento feliz a su lado, me siento a gusto. Y con JiChul, es lo contrario. No soy yo, al principio creía que estaba bien con él, pero no es verdad. Nunca he peleado con él como lo he hecho con YoonGi, nunca me lastimó, para él no está hacerme eso. ¡No sé! Los dos son grandes personas, les quiero, pero a YoonGi es de diferente manera.

— Mira T/N, no sé que decisión vayas a tomar, pero quiero que sepas que cualquier decisión que tomes, yo te apoyaré. Para eso son las amigas, para guiar y apoyar a la otra. -sonrió y la abracé.-

— Te quiero mucho, Melanie. 

— Y yo a ti pequeña. -en eso tocaron la puerta, era mi padre.-

— Hija... -sonrió.- Ya es hora. 

— Piénsalo muy bien, T/N. -me susurró.- 

— C-creo que ya se que decisión tomar... -la vi.- Ojalá y sea la correcta. -salí de la habitación donde me encontraba. Vi a mi papá y le sonreí.-

— Hija... ¿Estuviste llorando? -me vio con algo de preocupación.-

— Estoy bien papá, sólo es de la emoción. -sonreí.-

— Es bueno verte feliz. -empezamos a caminar al altar. Los invitados se empezaron a poner de pie cuando mi padre y yo comenzamos a acercarnos al altar, JiChul se veía más que feliz. Mi padre me dejó con él cuando llegamos al altar.- Cuídala como tu vida. -sonrió.-