Escena 31

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N: Khara caminaba con rapidez haca sus aposentos; estaba rabiosa y dolida por lo que había descubierto sobre Eirian y Maer Herve.

EIRIAN: Maer Khara. *La siguió y se coló en la habitación tras ella antes de que pudiese cerrar la puerta.*

KHARA; Marchaos. *Exigió.* No quiero veros.

EIRIAN: Si seguís actuando de este modo, vais a conseguir que no os dejen venir a ninguna reunión. Ya no sois una cría, Khara. Sabéis cómo funciona el mundo y...

KHARA: ¡Dejadme! *Lo empujó.* No puedo creer lo que habéis hecho. Sois... Sois...

EIRIAN: Khara, es mi único modo de ayudar sin desperdiciar la fortuna de la familia y el poco tiempo que tenemos. Ya no sois una niña. He hecho esto otras veces y lo seguiré haciendo porque así es cómo funciona el mundo.

KHARA: *Empezó a llorar. Hacía mucho tiempo que no sentía tanta impotencia.* No lo entiendo. Hay más formas... No, no, no...

EIRIAN: *Suspiró y se acercó a ella, retirándole las lágrimas con el pulgar.* Mi señora, si hubiese sabido que os disgustaría tanto...

KHARA: ¿Cómo... cómo podéis? ¿No os da... asco? ¿La amáis?

EIRIAN: *Frunció el ceño.* Por supuesto que no. *Respondió como si fuese la mayor tontería que había oído.* ¿Es eso lo que os preocupa? Por supuesto que no la amo.

KHARA: *Negaba con la cabeza.* Se está aprovechando de vos. Es horrible.

EIRIAN: No es así, Khara. Yo obtuve lo que quise; fui yo quien lo provocó. Somos nosotros los que nos aprovechamos de ella.

KHARA: Entonces, tendré que aprender de vos y emplear métodos similares para obtener lo que quiero. *Declaró con convicción.*

EIRIAN: Vos no podéis hacer algo así. *La miró seriamente; necesitaba que entendiera que no había discusión para eso.*

KHARA: El fin justifica los medios, ¿no?

EIRIAN: Sois Maer de la casa Dahl, no podéis hacer eso Khara. Y sí, el fin justifica los medios, pero vos no os mancháis las manos. Ordenáis hacerlo a gente de tercera categoría como yo.

KHARA: *Volvió a cruzarle la cara.* ¿Esa es la imagen que tenéis de mí?

EIRIAN: *Su labio sangró un tanto.* En absoluto. Intento que no hagáis ninguna tontería, eso es todo.

KHARA: *Se sentó en la cama sollozando. Ver la sangre en su piel la hizo reaccionar; se sentía la más miserable del mundo por ello. ¿Cómo podía siquiera recriminarle algo?* No debí pegaros... No importa que no apruebe lo que hacéis, disculpadme.

EIRIAN: Hey, soy un chico fuerte. *Se acercó a ella y la tomó por el rostro.* Khara, siento que hayáis tenido que oír algo así.

KHARA: Me duele que hayáis hecho algo así. No es justo para vos.

EIRIAN: Supongo que os molestará más saber que no me es demasiada molestia. Khara, sé que no podéis perdonarme por ello, pero entended que la oportunidad que esto nos brinda es más grande que el riesgo tomado.

KHARA: *Asintió y miró para otro lado. Le dolía el corazón.* Puedo entender vuestros motivos, pero...

EIRIAN: *Suspiró y la atrajo hacia su pecho para abrazarla.*

KHARA: *Lo estrechó con fuerza.* Os estimo demasiado, Eirian... sois muy importante para mí.

EIRIAN: *Le acarició el pelo con delicadeza.* Lo sé, Khara, porque vos también sois importante para mí. Siento lo que he dicho hace un momento. Alguien que aprecia a un simple consejero de esta forma no enviaría a otras personas a mancharse las manos. *Susurró en su oído.* Sois diferente, mi señora.

KHARA: Enti-entiendo vuestros motivos y porqué lo hacéis. *Se secó las lágrimas: necesitaba recuperar la compostura delante de él.* Vais a volver a hacerlo, ¿verdad?

EIRIAN: *La dejó ir de sus brazos y miró a sus manos.* No podría prometeros lo contrario. *Cerró los ojos; esperaba que pudiera volver a pegarle.*

KHARA: *Suspiró.* Que gocéis al menos, entonces.

EIRIAN: Por favor, no me gustaría entrar en tal conversación. *Sonrió, haciendo que la herida se abriese de nuevo y sangrase más.* Quiero pensar en vos como la pequeña Dahl inocente que conocí. *Frunció el ceño al notar el sabor y se pasó la mano por el labio, retirando algo de sangre.*

KHARA: *Acarició el labio de Eirian.* Ya no soy esa niña, aunque lo pienses. Dejadme curaros.

EIRIAN: *Asintió y se sentó en una de las sillas de la alcoba. Miraba a Khara desde su posición.* Me siento como un príncipe. *Le dedicó una nueva sonrisa que lo hizo derramar algo más de sangre.* Ups.

KHARA: *Cogió una palangana con agua y un trapo.* Alzad la cabeza, por favor. *Sostuvo su barbilla.*

EIRIAN: *Lo hizo y la observó con cariño. Después de todo, había curado tantas veces a aquella alocada niña que siempre estaba metiéndose en problemas, que parecía casi irónico encontrarse en la posición contraria.*

N: Entonces, Khara pudo ver lo que las mujeres veían en él. Entendió porqué Maer Herve le había dado tanto a cambio de una noche. A pesar de que ella sabía que Eirian no podía estar mirándola de aquella forma a propósito, había algo en su forma de simplemente existir que prometía fuego; que prometía pasión en su expresión. Algo prohibido. En cierto modo, no se trataba tan sólo de sus palabras cuando él decía que se sentía como un príncipe. Sino que su forma de mirar, su expresión, su belleza... lo hacían ser un príncipe extranjero ahí sentado. Quizás era aquel exotismo de sus rasgos y su forma de ser lo que despertaba la curiosidad entres las mujeres.

KHARA: *Le acarició el labio y se humedeció los suyos. Hasta ese instante no se había percatado de lo cerca que quedaban sus rostros.* Eirian... *Le dio toquecitos con el pañuelo.* Yo... Em...

EIRIAN: ¿Humm? *Inclinó un tanto la cabeza.*

KHARA: Sois muy hermoso.

EIRIAN: *Frunció el ceño con sorpresa y sostuvo su mano para que dejase de trabajar en sus labios.* ¿Mi señora?

KHARA: Khara. *Protestó.* No os alarméis, solo era una puntualización. No me extra la que Maer Semiris os desee...

EIRIAN: *Sonrió e hizo que su hermosura resaltase aún más. Y no sólo por su sonrisa, sino por el tono verdadero de esta; como si tan solo pudiese permitirse ser sí mismo con Khara. Como si ella fuese especial.* Solo me ha sorprendido que sepáis como formular cumplidos. *Se rio de ella y le dio un golpecito con el dedo en el brazo para molestarla. Después de todo, Khara no era la mejor agradando a la gente.*

KHARA: Cualquiera que os escuche pensará que soy un ogro.

EIRIAN: *Arqueó las cejas.* ¿Y eso sería culpa mía, acaso? *Entrecerró los ojos con diversión. Trataba de comportarse para que ella pudiese curarlo. Mantenía sus labios semiabiertos, estables, sin saber que su aliento cálido le rozaba la mano.*

KHARA: *Sus pupilas lo contemplaron; estaba ensimismada. El dulce sabor de su aliento entremezclado con el de Eirian nubló sus sentidos.* No... es mi culpa.

EIRIAN: Khara. *Susurró.*

KHARA: ¿Humm?

EIRIAN: Khara. *Insistió para que lo mirase a los ojos.*

KHARA: ¿Sí?

EIRIAN: Sea lo que sea, no. *Sus ojos reflejaron la misma seriedad que cuando le prohibía jugar cerca del río.*

KHARA: *Reaccionó alejándose y se separó como si quemara. ¿Qué había estado a punto de hacer?*

EIRIAN: *Se levantó y le quitó el pañuelo para terminar por sí mismo frente al espejo.* No sé qué ibais a preguntarme, pero esa expresión en vos no me inspira confianza, así que, sea lo que sea, no.

KHARA: *Se ruborizó intensamente.* Perdonadme. Por favor, Eirian, marcharos.

EIRIAN: *Se volvió para mirarla, extrañado.* Por supuesto... ¿Os encontráis bien? ¿Os ha mareado la sangre?

KHARA: No, no, de verdad... Ha sido, no sé, un lapsus. Algo imposible. Disculpadme. *Se tapó la cara con las manos.*

EIRIAN: *La ayudó a sentarse en la cama.* ¿Estáis segura de que os encontráis bien? *Apartó el cabello de su frente y le tomó la temperatura.*

KHARA: No estoy enferma... Al menos, no físicamente. *No obstante, sentía su cuerpo hervir de una forma extraña que no comprendía.* Iba a hacer una cosa horrible... Iba a...

EIRIAN: ¿Golpearme de nuevo? *Intentaba ayudarla, pero Khara no se estaba explicando muy bien.*

KHARA: *Rio con ironía.* No.

EIRIAN: ¿Qué es? ¿Qué os ocurre? Por favor, no me digáis que tenéis planeada alguna estupidez.

KHARA: Si os lo digo, no vais a volver a verme de la misma forma. *Gimió con preocupación.*

EIRIAN: *Puso los ojos en blanco.* Khara, Khara, como si hubiese una parte de vos que no conozca. Simplemente, ahora mismo no puedo entender por qué estáis tan asustada.

KHARA: ¡Iba a besaros! *Exclamó como si fuera un delito imperdonable.*

EIRIAN: *Se echó a reír.* No veo por qué sería eso malo. *Se Inclinó y le besó la frente.* Aunque, si tanto os preocupa que sangre, no me golpeéis la cara de ese modo.

KHARA: No me entendéis, Eirian... Iba a besarte en los labios... No de forma... No como siempre.

EIRIAN: *Se quedó sin palabras; bloqueado y sorprendido.* Khara, yo jamás... No pensé... No pretendía ofenderos...

KHAR: No, no, Eirian... *Se levantó.* He sido yo. No sé que me ha pasado, lo siento.

EIRIAN: Venid aquí. *Extendió el brazo.*

KHARA: *Se acercó temblando.*

EIRIAN: *La abrazó y cerró los ojos.* Prometo que no volveré a hablar de ningún tema así en vuestra presencia.

KHARA: No quiero que esto... No quiero que me veáis como una cría. Yo, simplemente, no sé que me ha pasado con vos. Soy una idiota.*Reposó la cabeza en su cuello.*

EIRIAN: No debéis preocuparos. No supone ningún cambio. , Khara...

KHARA: ¿Sí?

EIRIAN: Sé que sois inteligente y ya sabéis esto: pero debéis olvidaros de mí como algo más que un consejero o amigo.

KHARA: *Tragó con dificultad. No sabía cómo tomarse esas palabras ni lo que había sentido anteriormente.* No volveré a hacer algo así.

EIRIAN: *La apretó más fuerte entre sus brazos sin decir palabra.Estaba perdido en sus pensamientos.*

KHARA: *Se permitió disfrutar de ese contacto, algo dentro de ella le decía que sería la última vez que debía tocarlo con esos sentimientos hirviendo dentro de su sangre.*

EIRIAN: Siempre estaré ahí para vos. *Dijo por último y la dejó ir.*

KHARA: Lo sé, lo sé... *Sonrió con sinceridad.* Mañana os veo cuando vuelva de bañarme en el río. *Bromeó para quitar hierro al asunto.*

EIRIAN: ¡¿Cuando volváis de qué?! Oh, solo bromeáis. *Le revolvió el pelo.* Por supuesto.

KHARA: Claro... solo bromeo... *Lo miró con picardía.* Buenas noches, Eirian.

EIRIAN: Que descanséis.

N: Khara se desvistió con mucho trabajo y se colocó su ropa de dormir. Cuando reposó en la cama, se preguntó por qué había reaccionado así con Eirian. Entre ellos no podía suceder nada nunca. ¿Acaso lo amaba? ¿Sería eso? ¿O quizá le tuviera en tan alta estima que solo quería el bien para él? Bueno, lo último era cierto; adoraba a aquel hombre que siempre había velado por ella. Pero no podía albergar por él sentimientos de aquella índole, pues sufrirían ambos sin remedio. Y lo peor, le perdería para siempre. Se durmió con esfuerzo, sin dejar de darle vueltas al tema.

Memorias de HesperiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora