Duquesa, ese es el título de las esclavas que fueron consortes de los reyes de Pulumnigs y ese fue mi título durante mucho tiempo. Después de todo yo sólo era plebeya y él un príncipe.
Portada hecha por @FeernandaRmz y grupo @MagnificentTeam
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17 de noviembre, 2027
¿Cómo es posible enamorarse de una persona a primera vista? Eso me preguntaba una y otra y otra vez sin encontrar la respuesta, sin embargo, sabía que estaba a punto de hacerlo.
Me encontraba en el estudio donde trabajaba esperando a que Jade llegase para ir al bar mientras ella me explicaba la razón de llegar tarde al departamento y su excusa para dejarme a solas con Fernando. A decir verdad no sabía por qué quería volver a ir a ese lugar... ¿por Fernando o por Adrián?
Mis pensamientos se interrumpieron debido al ruido de la puerta al abrirse dejando ver a Jade con un vestido negro muy ajustado y tacones altos.
— ¿Quién eres tú y qué le hiciste a mi amiga?
Ella rió hasta ponerse roja.
—Deja de reírte y cuéntame porqué ayer llegaste tarde.
—Te vas a enojar.
—Habla.
—Estábamos a punto de regresar con ustedes, pero lo ojos de cachorro de Fernando nos hizo retroceder y decidimos inventar algo para que se quedaran a solas mientras nosotros nos íbamos a otro lado.
— ¡Dios! No lo vuelvas a hacer —pedí sonriendo.
— ¡Ay! Te gustó así que cállate.
—Adrián... —recordé.
— ¿Ese qué? Te conviene el otro, es un futuro rey.
— ¿Y? No me gusta alguien por su dinero.
— ¡Ash! Es broma.
—Mejor vámonos —dije agarrando las llaves del lugar.
—De acuerdo.
Ambas salimos y comenzamos a dirigirnos al bar que tanto me agradaba. Mi corazón latía a mil por hora, queriéndose salir de mi pecho y mis piernas comenzaban a temblar. Sentía que el trayecto era más largo de lo habitual, no obstante mi reloj de mano me decía todo lo contrario. Intenté concentrarme en otra cosa hasta que en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba frente al lugar.
Jade abrió la puerta para dejarme pasar y al entrar observé que no estaba Fernando lo cual de algún modo me hizo sentir mal, decepcionada mejor dicho. Mi buena amiga observó a Adrián y sin esperarme se sentó en la mesa que se encontraba a lado de él. Sin alguna otra opción imité su acción.
