VERANO

21. Peligro.

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Alan miro una vez mas la puerta con nerviosismo, estaba en la casa de las
Moore, Emma le había hablado a su casa pidiéndole con urgencia verlo y sonó bastante a una amenaza. Se apresuro a terminar de darle de comer a sus tres hermanas menores y a pedirle a Jayden su hermano de quince años que se encargara de las pequeñas, le había costado quince dólares y una semana lavando los calzones de su hermano pero finalmente pudo tomar camino al vecindario de Daniel Island.

Finalmente se había armado de valor y toco la puerta, le sorprendió que Jim fuera el que la abriera. Era miércoles y eran las cuatro de la tarde así que lo mas normal hubiera sido que el no estuviera en casa sino en una oficina o haciendo aquello a lo que se dedicaba.

"Hola niño." Saludo el hombre alto "¿Eres Alejandrito verdad?"

"Alan, señor." Dijo el moreno acomodando sus gafas.

"Es igual ¿a cual de las dos vienes a buscar?" Enmarco una ceja para intimidarlo un poco.

"Yo.. y-yo." Balbuceo un poco. "Busco a Emma señor."

"Interesante elección. Calabaza esta en su habitación." Se hizo a un lado para dejarlo pasar. "Te diría con lo que haces pero escogiste a la que puede romperte el cuello." Jim se carcajeo y cerró la puerta para después perderse por la casa.

Alan trato de pasar saliva, subió las escaleras y primero paso por la puerta de Danna, podía ver la luz encendida. ¿Podría pasar a saludar? ¿A ella le molestaría? cuando estaba apunto de tocar la puerta, Emma salio de su habitación mirándolo con el ceño fruncido.

"Hey tu, ven acá." Hablo seria y hizo un movimiento con su cabeza señalándole la puerta.

Alan camino nervioso a la habitación de Emma, un poco frustrado por su intento de hablar con Danna fallido. Entro a la habitación de Emma observando todo con atención, el interior era todo lo contrario a la de Danna, sus paredes blancas y un montón de pósters de bandas pegadas en ella, un sillón colgante en forma de medio huevo y ropa tirada por todos lados. Esto parecía mas la habitación de un chico y se sentía mucho mas cómodo que en el pequeño palacio de mierda rosada de Danna.

"Hola Emma." Saludo nervioso.

"Necesito tu ayuda Alan. ¿eres bueno en sistemas?"

"¿S-si-sistemas?" Tartamudeo sin entender. Emma asintió sentándose sobre la alfombra.

"Si, sistemas ya sabes como en las películas ¿te crees capaz de desactivar una bomba?"

"N-No no lo entiendo?" Emma rodó los ojos cansada.

"Mira Alan, ¿tuviste electrónica el año pasado no? ¿como taller?" El moreno asintió. "Bueno entonces dime ¿puedes dejar una casa sin electricidad?"

"Emna no entiendo ¿para que querrías dejar una casa sin electricidad?"

"Para entrar en ella, quiero entrar a la casa de los Brashier."

"¿No es estúpido entrar en una casa en plena oscuridad?" Emma no había pensado en eso.

"¿Me llamaste estúpida Alan?" Gruño intimidando al chico.

"N-No no para nada." Emma logro sacar un suspiro de exasperación.

"Estoy tan harta. No se que jodidos hacer, solo puedo imaginarme a esos idiotas de rodillas, llorando, arrepentidos de toda su mierda." Alan se sorprendió de las palabras de Emma.

"¿P-Puedo decirte algo?" Ella asintió de mala manera. "Me parece que exageras Emma, de-deberías solo dejarlo pasar."

"Dejarlo pasar." Repitió con humor. "Solo dejarlo pasar. ¿Y que mas? Yo no soy estúpida Alan, yo no dejo que la gente me pise, puede que a ti no te
moleste la gente te trate como la que mierda, puede que tu no tengas los pantalones para hacer algo pero yo si."