¿Cómo la conocí?

141 17 0
                                    

En el capítulo anterior...

-Escucha...-lo alejé-Hace un momento dijiste que eres cercano a Lucy-lo tomé de la barbilla-Y varias veces te he visto platicar y bromear con ella-él sonrió

-¿Esos son celos?-repitió lo mismo que momentos antes le había dicho. Incluso intentó imitar el tono de mi voz

-No-ambos sonreímos

-¿Entonces a qué te refieres?-él todavía permitió que sostuviera su barbilla

-¿Cómo la conociste? Desde hace tiempo me ha interesado saber cómo es que todos llegaron a este lugar-expliqué uno de mis motivos

-Ah...-exclamó-Ambos estuvimos en el mismo laboratorio-dijo

Abrí mi boca para hacer la siguiente pregunta, pero alguien se me adelantó al abrir la puerta del cuarto de lavado.

Narra Maxim

Como si de un programa de cámara oculta se tratara, Claudio y yo volteamos para ver al nuevo invitado.

Cuando la mirada de Ana pasó de mí a Claudio, su rostro de asombro no se hizo esperar

-Lo siento chicos, no sabía que...-se atragantó y Claudio se bajó del mueble-Creí que no había nadie porque como hoy me toca lavar mi ropa...-volvió a atragantarse-Volveré en un momento-tomó aire y estuvo a nada de alejarse, pero la llamé

-¿Por qué tanta prisa? ¿Quieres unírtenos?-le ofrecí y ella hizo una mueca de espanto antes de alejarse. Empecé a reírme hasta que Claudio me dio una palmada en la espalda

-¿Por qué le dijiste eso?-a pesar de que me llamó la atención, él también estaba sonriendo

-Me cae bien-elevé ambos hombros como si nada y negó varias veces

-No creo que ahora tú le caigas bien-con su puño, dio un golpe amistoso contra mi pecho y salió del cuarto de lavado. Yo lo seguí

-Qué bueno que nos interrumpió porque si no, me habría pasado toda la mañana en ese lugar-

-¿De verdad? ¿No te picaba el olor del jabón?-preguntó incrédulo mientras caminábamos hacia la cocina

-No mucho-respondí. El olor era aceptable-Creo que huele más a ese suavizante de limón que a otra cosa-

Claudio no mencionó nada más y empezó a leer la lista que había pegada en el refrigerador; en ella estaban anotadas todas las tareas que debían realizarse en la fábrica. Lucy era la encargada de hacerla.

En el lado izquierdo de la lista estaba la tarea a realizarse y en el derecho podías encontrar el nombre de la persona que debía de hacerlo. De verdad que a ella le encantaba el orden y dar órdenes.

Ambos nos dedicamos en realizar nuestra respectiva tarea y cuando nos desocupamos, cada quien fue a realizar sus cosas personales. Ese tiempo libre lo pasé con Heinz porque debíamos de arreglar algunos asuntos sobre el trabajo que ya se nos estaba acumulado. Durante poco más de 6 meses, ambos habíamos estado aceptando misiones que eran catalogadas como "sencillas" de resolver; para que o Heinz o yo no tuviéramos problemas en llevarlas a cabo individualmente. Así progresábamos y continuábamos obteniendo ingresos.

Eran contadas las veces en que habíamos tomado un misión más complicada y peligrosa en la que se requería de ambos.

A mi parecer, era un punto muy positivo el que supiéramos coordinarnos a pesar de todo el caos en el que nos vimos envueltos desde que empezamos a vivir en la fábrica. Él confiaba en mí, así como yo confiaba en él y con eso teníamos más que suficiente.

Fugitivos II: ¿Una razón para vivir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora