✦ 𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 ✦ ━ Ｓｏｕｔｈ Ｐａｒｋ━

Kenny 2/2

Volvimos a hablar al día siguiente, durante la noche. Kenny llamó y esperaba que quisiera hablar de lo sucedido, pero ni siquiera mencionó el tema, hizo como si nada hubiera pasado. No quería presionarlo, pero estaba realmente preocupada, así que lo invité a salir esa misma semana.

En ese momento no me daba cuenta pero, cada día que pasaba, Kenny y yo estábamos un poco más involucrados en la vida del otro. Cada vez sabíamos un poco más sobre el otro y tratábamos de hacer lo posible para solucionar nuestros problemas mutuamente. Era una relación extraña, cuidábamos el uno del otro como hermanos de sangre, pero siempre existía una cierta tensión entre nosotros que daba lugar al flirteo en todo momento.

Fuimos a patinar ese viernes. Yo estaba esperándolo en la entrada del lugar, cubierta hasta la nariz por una gruesa bufanda debido al frío que hacía, él llegó tarde, como de costumbre. Patinamos un largo rato, yo sostenía sus manos con fuerza y guiaba sus pasos con los míos, ya que, a pesar de vivir en un pueblo tan frío, nunca había ido a patinar.

—No puedo creer que nunca hice esto, me encanta—dijo con una gran sonrisa, sosteniéndose de la barandilla con una mano y de mi hombro con la otra.

—Bueno, podemos volver siempre que quieras.

—Lo dudo mucho, no creo poder pagar por cada una de esas veces—sonrió, pero sin quitar la mirada de sus pies.

Lo solté durante unos segundos y me recosté contra la barandilla, observándolo como una madre orgullosa de los primeros pasos de su hijo. Los ojos de Kenny brillaban como los de un niño pequeño, amaba eso de él, a pesar de su edad aún era capaz de emocionarse con cosas las cosas más sencillas.

Kenny perdió el equilibrio y lanzó un manotazo al aire intentando agarrarse de algo. Tomé su mano y tiré de él hacia mí, haciendo que sus patines se deslizaran por el hielo hasta donde yo estaba parada. Kenny reposó sus manos en la barandilla, acorralándome contra esta, y pegó su pecho al mío por el impulso que le había dado.

—Parece que no importa lo que hagamos, siempre acabamos en este tipo de situaciones—dijo con una mirada sugerente.

—Supongo que tendremos que hacer algo al respecto—seguí su juego, pero aún me sentía nerviosa por dentro.

Siempre me había asustado el encariñarme tanto con una persona, sobre todo considerando mi mala suerte. Era más propensa a que cosas malas me pasaran a mí y a los que me rodeaban.

Pero, al ritmo en el que iban las cosas con Kenny, sentía que necesitaba algo más que esas insinuaciones de vez en cuando. Quería que me besara, que me abrazara, quería hacer todo ese tipo de cosas con él, pero me aterraba.

— ¿Estás segura? Ya sabes, sin presiones—levantó sus manos en el aire, dándome a entender que podía alejarme si quería.

Pero no lo hice. Asentí con la cabeza y aferré mis manos a la barandilla para que Kenny no pudiera ver lo nerviosa que estaba. Él se inclinó hacia mí con suavidad, rozando su nariz con la mía y haciéndome cosquillas en las mejillas con su cabello. Alternaba su vista entre mis labios y mis ojos, como pidiendo permiso.

—No sabes las ganas que tenía de hacer esto—murmuró.

No me dio tiempo a responder, ya que entreabrió sus labios y los juntó con los míos. Apreté mis ojos, disfrutando de lo bien que se sentía, sus labios encajaban con los míos casi como si fueran piezas de rompecabezas separadas que habían encontrado a su otra mitad luego de tanto tiempo buscándola. Todo se sentía...perfecto, como si hubiéramos estado hechos para eso y solo para eso.

Intenté intensificar un poco el beso y rocé su labio inferior con mi lengua, pero él me la mordió en broma y luego se apartó de mí mientras tomaba mis manos. Me arrastró al medio de la pista con una gran sonrisa burlona y comenzó a dar vueltas conmigo, yo hacía lo máximo posible para mantener el equilibrio de los dos al mismo tiempo, pero era difícil no flaquear de vez en cuando.