✦ 𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 ✦ ━ Ｓｏｕｔｈ Ｐａｒｋ━

Stan (1/2)

El sol a través de la ventana hacía un efecto de caleidoscopio contra la alfombra en la que estaba sentada. Había cajas y porquerías sentimentales esparcidas por todo el piso de mi cuarto, pero a pesar del desorden aun no encontraba lo que estaba buscando.

Me levanté del suelo, frustrada, y me acerqué al espejo de madera pegado a mi pared. Até mi cabello en una cola de caballo, para mantenerlo fuera de mi cara, pero entonces algo captó mi mirada. Los rayos del sol habían alcanzado algo brillante entre el desorden, y la luz rebotaba contra el espejo, cegándome parcialmente.

Volteé nuevamente hacia las cajas, revolviéndolas con curiosidad, hasta que di con ese objeto. Era un CD, aún dentro de su carcasa de plástico, con un grabado en tinta de rotulador borroneada.

"Canciones que me recuerdan a ti"

Tragué saliva, paralizada de repente por todos los recuerdos que se destaparon en mi cabeza. Dejé el CD donde estaba y dirigí mi mirada hacia la caja de color blanco que no había tocado hacia años. Acerqué mi mano, que había empezado a temblar, y la abrí. Fue como abrir la caja de pandora.

Docenas de CDS se apilaban de forma desordenada, todos con inscripciones escritas a mano, cada una más original que la anterior.

El corazón se me encogió cuando encontré uno con la inscripción "Buena música para días malos", junto a otro que decía "Canciones que desearía haber escrito antes (pero algún idiota se me adelanto e hizo millones de dólares con ellas), ¿quién conoce a los Beatles de todos modos?"

Se me escapó una risita y negué con la cabeza, recordando al chico que se había tomado el tiempo de grabar todos esos CDs para mí con canciones que sabía que me gustarían. Recordaba lo dulce que era en esas tardes de abril, recostados sobre la madera del piso de su habitación, rodeados de CDs como estos, escuchando canciones en la radio entre nosotros hasta cansarnos.

El sol se colaba por sus ojos oscuros como se colaba ahora por el plástico de sus CDs, lo único que me quedaba de él, y sus labios se deslizaban en una sonrisa cuando notaba que yo lo estaba mirando.

Volví a meter todos dentro de la caja y me levanté del piso con ella en brazos, manteniendo el equilibrio entre la tapa y los CDs que se escapaban por el borde, ya que eran tantos que la caja no podía contenerlos a todos. Antes de llegar al armario de dónde había sacado las cajas, uno de los CDs decidió que quería su libertad y se cayó del borde de la caja. Maldije en voz baja mientras dejaba la caja en un estante y me agachaba a recogerlo.

Mi mano se detuvo en el aire antes de llegar a tocar el plástico. La inscripción. Nunca había escuchado ese CD.

"Cosas que no pude decirte"

Recordaba haber recibido ese CD, escondido entre mis libros para asegurarse de que llegaría hasta mis manos. Estaba tan enojada con él en ese momento, que probablemente no lo hubiera aceptado si me lo daba frente a frente.

Una electricidad me recorrió por toda la columna. ¿Y si...? No, no, era una tontería. No lo había escuchado en su momento, y no lo haría ahora. Ya habían pasado años, me había graduado del instituto y no lo había vuelto a ver, ¿Qué sentido tendría escucharlo ahora?

Pero por otro lado... habían pasado tantos años que ya no importaría su contenido, no podía afectarme. Sí, eso era, iba a escucharlo solo una vez. Para saciar mi curiosidad.

Sostuve la carcasa de plástico con fuerza mientras corría a subirme a mi cama, como si temiera que el disco en su interior se escapara de mis manos. Una vez en la comodidad de mi cama, desconecté mi vieja laptop de su cargador y la abrí.