✦ 𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 ✦ ━ Ｓｏｕｔｈ Ｐａｒｋ━

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Kyle y yo habíamos estado saliendo a escondidas durante un tiempo. Bueno, en realidad no salíamos, nos besábamos y hacíamos cosas en secreto pero no era nada oficial. Era muy raro, habíamos sido mejores amigos durante toda nuestra vida y nunca hubo ningún indicio de que algo como esto pudiera pasar, pero supongo que los sentimientos terminaron aflorando de todas formas.

No hablábamos del tema, ninguno de los dos quería, así que cada vez que nos veíamos nos limitábamos a besarnos o a hacer como si nada sucediera. Nuestros amigos comenzaban a sospechar que algo pasaba, estábamos tensos todo el tiempo y casi no había contacto físico cuando estábamos en público, pero negábamos todo a muerte.

— ¿Sería muy malo decirles?

Kyle tenía su cabeza recostada contra mi pecho, habíamos puesto una película hacía más de media hora, pero ninguno de los dos podía concentrarse.

—No lo sé, supongo.

—Siempre dices lo mismo—Levantó su mentón para poder mirarme a los ojos, pero yo esquivé su mirada, intentando concentrarme en la película en vano— ¿No tienes opiniones propias? ¿Todo para ti es un "no lo sé"?

Contuve un "no lo sé" y me encogí de hombros. Realmente no quería tener esa conversación.

—Sí tengo opiniones—Kyle levantó las cejas como diciendo "¿y bien?"—. Es solo que no sé qué pasaría y no quiero pensar en eso, es la verdad.

Se apartó de mi y se sentó de piernas cruzadas, estorbando entre la televisión y yo. Suspiré a sabiendas de que no podría escapar de esa conversación y me senté frente a él.

No es que me avergonzara hacer público lo nuestro porque me avergonzara de él, pero era muy...complicado. Aún no tenía definida del todo mi sexualidad y todo esto era demasiado confuso para mí, no había ningún chico que me atrajera excepto Kyle. Además, éramos mejores amigos, lo cual lo hacía aún más difícil.

—Yo te quiero, Stan—colocó sus manos en el espacio que dejaba entre sus piernas y noté que se apretaba los nudillos, algo que hacía cuando estaba nervioso.

—También te quiero.

—Bueno, pues demuéstramelo, carajo—su manzana de Adán subió y bajó al tragar saliva.

Claramente no era el momento, pero me era imposible no ver cada detalle de su cuerpo que tanto me gustaba. Dejé que mi mirada paseara desde su desordenado cabello, pasando por mi camiseta dos tallas más grandes, hasta los claros vellos de sus piernas cosquilleando con mi rodilla. Cuando volví a verlo a los ojos, noté que había pasado demasiado tiempo en silencio como para que una sombra de decepción se sembrara en su rostro.

—Te lo demuestro cada vez que nos vemos—las palabras salieron a trompicones de mi boca, sonando aun más desesperado por decir cualquier cosa de lo que hubiera querido.

Kyle no contestó, pero seguía clavando su mirada fría como un puñal en mi pecho. ¿Por qué tenía que hacerme esto? ¿No podíamos simplemente seguir como siempre sin cuestionarnos nada?

—De verdad te quiero, Kyle—volví a intentarlo— ¿Qué quieres que haga para demostrarlo?

—Quiero que me digas que somos—sostuvo mi mirada durante unos momentos más antes de bajarla hacia sus manos, que jugaban con un hilo suelto de mi cubrecama.

—No lo...

—No te atrevas a decir "no lo sé"

—Es que no lo sé, joder, ¿qué quieres que te diga?—empezaba a desesperarme un poco, pero contuve el aire intentando calmarme— Nos besamos e hicimos cosas que nunca hubiera imaginado hacer contigo, pero allá afuera seguimos siendo mejores amigos para todo el mundo ¿En qué situación nos pone eso? ¿Tú puedes decírmelo?