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—No. —se levanta del sillón—No cuidaré a un gato, Yoongi.

—Por favor, Kook, nesecito que me hagas este favor —imita el acto de Jeon.

—No, apenas me puedo cuidar yo mismo.

—Es solo por un mes, le prometí a Mark que lo llevaría de viaje.

—¿Porque prometiste a un gato ir de viaje? —hace una mueca.

—Porque... Porque si y ya, por favor, después de que venga me lo llevaré y vivirá conmigo.

—Jamás cuidé animales, Yoon.

—Es solo un gato, no tendrás problemas con él.

Jungkook pensó un momento en si aceptar o no la propuesta de Yoongi, en parte no quería tener gatos en su casa, sabía que no le prestaría la máxima atención que nesecita un animal, por otro lado, si aceptaba tendría a una buena compañía, asi sea un gato, no se sentiría solo.

Pero...¿Que puede salir mal cuidar a un simple gato?

—Bien, acepto —habla ya convencido.

—¡Mil gracias, Kook! —se lanza a abrazar a su mejor amigo.

—Ya ya, alejate, chusma —se separa de su mejor amigo—, solo un mes.

—Exacto —asiente repetidas veces.

—Y... ¿Cómo se cuida un gato?

—Lo mismo que se hace con un niño, Jeon, se alimenta, se baña, educarlo, enseñarle cómo ir al baño, cosas así, es simple.

—Y... ¿Tiene nombre?

—Si, se llama Jimin.—sonrie orgulloso

—¿De dónde sacaste ese nombre?

—Se me ocurrió y ya, toma. —extiende la caja

Jungkook dudosamente agarró la caja, sin abrirla.

—Bueno, me tengo que ir, en un mes vengo a ver al lindo Jimin. —le da otro abrazo al castaño—Gracias —besa la mejilla del más alto.

—¿Que haces idiota? —se separa rápidamente.

—Bien que eres gay —se burla

—Te puedo tirar está caja en tu rostro—amenaza.

—Ya me voy —camina hacia la puerta—cuida a Jimin y cuídate a tí —sale de la casa de Jeon para ir a la suya propia.

—¿Porque acepte? —deja la caja en la mesa—deberia abrirla, ¿Cierto?

Acercó sus manos hacia los pedazos de cartón y la abrió con mucho cuidado.

Encontrando un pequeño gatito color blanco y dorado, sus ojos eran de color grises, estaba sentado con su mirada directa hacia el humano mientras Jungkook lo miraba como si fuera la cosa más bella del mundo.

—Hermoso —sonrie asombrado.

Agarró al gatito y lo acerco hasta su pecho, era muy tierno y lindo, revisó bien al gatito por todos lados y notó que era macho, realmente tenía un hermoso pelaje, empezó a acariciarlo por las orejas mientras el gatito ronroneaba.

—Al parecer te gusta eso —sigue acariciandolo—a mí me está empezando a gustar.

Subió con el gatito en brazos hasta su habitación, lo dejó en la cama mientras se quitaba los zapatos y se cambiaba por un pijama cómodo, se acostó en la cama y colocó al gatito en sus brazos.

—Hoy dormirás conmigo y mañana iremos por comida y cosas para ti, Jimin. —volvió a acariciarlo en su cabeza mientras el gatito estaba por dormirse poco a poco—Tierno.

Miró detalladamente su rostro, hasta sus ojos y nariz eran muy pequeños, sus patas eran blancas y suaves, muy adorable en él.

Con el pasar de los minutos poco a poco el animal se quedó dormido y Jungkook también ambos muy cómodos y respirando tranquilamente.



(...)



Sábado, un día nublado gracias a las nubes, sonido de los pajaros y las hojas moverse con el viento, también algunos ruidos en la cocina, sin preocuparse.

Espera, ¿Ruidos en la cocina?

Se levantó de golpe cayéndose de la cama y maldiciendo por ello mientras sobaba su trasero, se levantó con cuidado sin hacer ruido y bajo en silencio las escaleras hasta llegar a la cocina, no había nada, todo estaba en orden. Solo había un chico desnudo comiendo una pizza pasada, nada más.

Suspiró y caminó hacia la sala a prender su televisión.

Alto ¿Un chico desnudo en su cocina?

Se levantó del sillón y volvió a la cocina encontrándose con el mismo chico, desnudo.

—Jodida mierda —murmuró—¿Quién eres?

—A-amo... S-soy Jimin.

Aquí empezaba todo.

Solo con esas palabras la cabeza de Jungkook estaba por estallar.

No.

No.

No.

Y no.

Ese no podía ser Jimin, el único que conocía llamado Jimin era un gatito que estaba durmiendo a su lado justo ayer, no un chico que estaba sentado intentando comer un trozo de pizza.

—No, no, no, no, tú no eres Jimin, ni en broma lo eres —niega varias veces.

—P-pero, d-de v-verdad s-soy y-yo —habló con miedo.

Algo que Jungkook acababa de notar era que el chico que estaba en su cocina era de tez blanca y cabello rubio, se parecía un poco al gatito pero como rayos podría ser Jimin si...

Mierda.

Las orejas, esas orejas que estaban paradas en la cabeza de Jimin, eran igual al color de cabello del chico.

—Esas orejas, solo las tienen Jimin.

—Y-yo soy Jimin, a-amo —miró al humano con temor.

—Esto es un sueño ¿Verdad? —cerró sus ojos—yo no tengo a un chico desnudo en mi casa solo tengo a un gato corriente en mi cocina, si, es eso.—volvió a abrir sus ojos y encontró a Jimin de la misma manera—Maldita sea.

—A-amo, ¿E-esta bien?

—Eso creo, ehh Jimin —responde sin aún poder creer lo que le pasaba—, creo que tú y yo debemos hablar sobre esto.

—C-como usted diga, amo —se estaba por levantar.

—Detente —su voz hace que Jimin de asuste—, espera aquí.

Subió a su habitación y bajo rápidamente con una camiseta suya en sus manos.

—Ponte esto —extiende la camiseta hacia Jimin.

—¿Q-que es eso? —pregunta confundido.

—Una camiseta mía, póntela —ordena.

—¿Y como me la pongo?

—Como se la ponen los humanos.

—No se como se la ponen los humanos, amo.

—Pero porque no puedes...

Y ahí fue donde Jungkook entendió todo, si de verdad Jimin es el mismo gatito de ayer, eso quiere decir que se tendría que quedar un mes entero con el gato humano, lo peor es que parece que este chico no sabe hacer nada sobre lo que hacen los humanos.

En este momento rogaba porque apareciera Yoongi para que así pudiera pedir una explicación antes de darle una gran paliza por engañarlo.


ʜɪ́ʙʀɪᴅᴏ ≈ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora