ʜɪ́ʙʀɪᴅᴏ ≈ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ

019

—¿Está Jungkook? —preguntó impaciente.

—No, ¿Que haces aquí? —preguntó indiferente.

—Soy Miranda, una amiga de Jungkook, vine a verlo por un asunto personal, ¿Sabes a qué hora viene?

—No —mintió.

—¿Eres Jimin verdad?

—Mmh si.

—Jungkook me habló de tí, ¿Puedo pasar?, Si no está él puedo hablar contigo, solo si tú quieres.

Jimin se detuvo a pensar por unos segundos, no conocía muchos a la chica pero por ella fue que se enojó con Jungkook la vez pasada.

No le caía mucho Mandira, pero Jimin es tan amable.

—Puedes pasar —se hizo a un lado.

—Gracias —entró en cuanto le dijeron.

Pasó su mirada por la sala, todo bien acomodado, un sillón grande, otro de dos personas y otro de una sola, cojines color vino, una mesa central pequeña, la televisión en la comida en dónde estaban algunos libros, lapiceros, la consola con algunos videojuegos, tres cuadros en las paredes de color café, un equipo en una esquina pequeña al lado de discos, el comedor justo al lado de la sala, ocho sillas, tres en cada lado, y dos en cada frente, al centro las escaleras para el segundo piso y otros lugares ama que estaban fuera de su vista

—Linda casa —halaga.

—Es de Jungkook, aunque gracias —respondió— ¿Quieres algo de tomar?

—No gracias, estoy bien ¿Puedo tomar asiento? —señala el sillón grande.

—Si, como gustes.

—Pero siéntate conmigo —tomó delicadamente la mano de Jimin y lo sentó junto a su lado.

Eso le incómodo a Jimin, pero prefirió no decir nada.

—Perdón, si no querías hacerlo yo...

—No, no —interrumpió—todo bien.

—Gracias, Jungkook me dijo que eres muy tierno y ahora lo veo —sonríe.

—¿Enserio dijo eso?

—Creí que los sabías, me lo dijo el día que los encontré en la cafetería.

No lo sabía, solo pensaba en un beso en la mejilla en vez de los halagos que le dijo Jeon.

—No escuché.

—Ví como te pusiste ese día.

—Yo...

—Hey, no pasa nada, solo que me sentí mal cuando ví tu rostro en cuanto me acerqué y si causé un problema de verdad perdón.

¿Es temprano para decir que Mandira estaba empezando a caerle bien?

—No sucedió nada que no se pudo arreglar —dijo más relajado.

—Es culpa de Jungkook, no te dijo que a mí me gustan las chicas.

—Si me lo dijo.

—¿No pasa nada malo con eso, verdad?

—No, para nada, pero quisiera saber porque viniste —dijo sin sonar tan apresurado.

—Quería hablar con Jungkook sobre un tema amoroso, pero ya que él no está, ¿Puedo hablarlo contigo?, Así nos ganamos más confianza.

Podría no haber aceptado, pero al ver los ojos de la chica a punto de llorar cambió su desición.

—Claro, puedes contarme si lo deseas