«Lugar de entretención.»

«Diecinueve.»

Recomendación: Si quieren escuchen la canción, yo me inspiré escribiendo con esta canción de fondo, así que pensé que les daría la misma ambientación. Es opcional, así que ya saben💕

Pasó un mes desde aquel cita. 

Todo era... ¿normal?

Hoy debía verlo en el letrero de estacionamiento de siempre, luego de clases. Dijo que mis clases eran primero, pero que lo que tenía que decirme era importante. 

El día pasó lento, pero ya estaba apoyado en la señal con mi mochila como si mi padre fuera a recogerme de la escuela. Estaba nervioso a más no poder.

Vi la camioneta acercarse, y corrí para subirme. Vi a Mingyu asustado, mirando a todas partes, y los vidrios polarizados no me permitían ver a Jun en la parte de atrás. 

Cuando entré atrás, vi a Jun asustado, con el sudor en su cara. 

—¡Vamos sube!—Gritó para palpar el asiento luego.—Tenemos que ir a una misión.

—Dijimos que eso había acabado.—Asustado me senté mirándolo.

—Lo sé, pero nos falta una más. Esta es la más difícil, por eso la dejé hasta el final.—Mingyu estaba manejando fuera del estacionamiento sin cuidado. Estaba aferrado a lo primero que mis manos pudieron agarrar luego de abrochar mi cinturón. Jun estaba también aferrado, respirando agitado.—Queda a media hora de aquí.

No dijimos nada más y seguimos el camino. 

Nos bajamos cuando Mingyu tenía todo listo. Jun me entregó mi cinturón, mi navaja y más balas de las que antes acostumbraba. Él llevaba su pistola, un revolver y las balas apropiadas. 

Nos bajamos con cuidado. Yo traía el paquete en una mochila. 

Pasé mi pasamontañas que siempre olía a mi perfume mezclado con pólvora. 

Caminé con cuidado, mirando hacia todos lados. 

Era un edificio abandonado, con ventanas entabladas y puertas viejas. Parecía no haber vida, pero Jun me hizo la seña de seguir y me lanzó un beso. Me dio cierta seguridad. 

—¡¿Hola?!—De inmediato dos personas salieron. Ambas me apuntaron con un rifle automático. Levanté mis manos mientras ellos se miraban entre sí sin bajar las armas.—V-vine a entregar un paquete de parte de Jun.

—¿El bastardo ese? No queremos su paz, si no que su cabeza.—Un nudo se me hizo en el estómago. Me acerqué dos pasos más, pero sólo logré algo peor, cargaron bien el arma y apuntaron fijamente con una posición que señalaba lo preparados que estaban.—Vete o te convertimos en un colador.

—Lo siento per-

Di un paso más y uno de ellos disparó al aire. 

—Última advertencia.

—Ok, me puedo i-

Una bala llegó a la frente de uno de los dos. Jun había disparado en su frente como si nada, se escondió, me señaló que debía esconderme y el intercambio de balas comenzó. Mis pies se movieron, con la mochila en la espalda y el otro tipo con el rifle me siguió con las balas. 

Una de ellas me llegó en un costado, no tan abajo de las costillas, por el lado derecho. Pero mi cuerpo comenzó a llegar a su lado. Más gente llegó empezando a disparar, gente que pertenecía a la banda de nosotros.

—¡Minghao! ¿estás bien?—Negué, mientras me sacaban la mochila y me apoyaba encima de una estructura que parecía una antena vieja, en la cual Mingyu y Jun estaban escondidos esperándome.—Minghao, Minghao, ¡mírame!—Mingyu se levantaba para disparar, en cambio Jun me socorría mirándome y haciendo presión en la herida que me estaba destruyendo parte de mi cuerpo.