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Destino tallado en hielo.



Pasaron los años y después de descubrir los poderes que Viktor manifestaba empezó a tratar de aprender a usarlo, la reina llamó a ciertas personas tolerantes a este tipo de situaciones para seguirlo educando, querían conseguir a alguien para que ayudara con respecto a sus poderes, considerando las historias sobre seres místicos que se empezaron a popularizar por los reinos cada vez más, pero no encontraban a dichas criaturas, y apenas habían pistas sobre la posible ubicación de estos seres. Sin embargo no se preocupaban mucho, porque parecía que lo controlaba bien.

En cuánto a su relación familiar con su hermano, se podría decir que Viktor y Yuri se llevaban de maravilla, se querían y apoyaban como debería ser, al pequeño Yuri le gustaban los poderes de su hermano y amaba ver a sus padres y a su hermano patinar, tanto asi que imitaba sus movimientos. Eso los mantenía unidos, el hielo, el baile y el patinaje, además de las historias sobre hadas buenas y malas, trolls, gnomos, sirenas y hasta niños que vuelan, historias traidas de otros reinos, que al principio dudaban de que fueran reales, pero luego recordaban que Viktor podria hacer helado si quisiera y se les pasaba.

El menor era muy antipático y gruñón, como un gatito rabioso y rebelde, pero con su hermano y sus padres era todo lo contrario; mientras que el mayor era muy solitario pero alegre y olvidadizo, aunque dudaban si eso era cierto o solo se "hacía el imbécil", como diría su hermanito de apenas cinco años cuando los adultos no lo escuchaban.

Yuri admiraba a su hermano y amaba sus poderes ya que juntos patinarían cuando quisieran, incluso en el medio de la noche. Y para un niño, era algo increíble, su mayor sueño era ser el patinador más talentoso del reino, no, del mundo entero y que todos lo quisieran por eso, pero claro, más quería compartirlo con su hermano. Mientras Viktor controlaba el frío, Yuri sería el que en verdad impresionara al mundo por su talento natural y no por dones sobrenaturales.

Una noche de verano, o mejor dicho en la madrugada, era una de las muchas en las cuales los hermanos de cinco y once años se escapaban de noche e iban a jugar por iniciativa del menor.

- ¡Vitya! Vit...- llamaba el más pequeño, montándose en la cama de su hermano, no podía dormir y no quería estar solo de noche- ¡Despierta! - llegando hasta la almohada y golpeando al mayor en la cara y jalándole el cabello, porque si, es así de cariñoso- ¡Despierta joder!

- Lenguaje... - Le respondía el más grande ya despierto y cubriéndose con las sábanas - ¿Y por qué no te vas a dormir?

- No tengo sueño.

- ¿Y me vienes a molestar a mi por eso?

- ¡Yep, ahora párate! - quitándole las sábanas.

- No, estaba soñando.

- Me importa una mierda tu sueño.

- Cuida esa boquita niño, un hada tan linda como tú no debería hablar así. ¿Quién te enseñó eso? - Agarrando sus mejillas molestándolo.

- No me importa, y no te importa. No soy un hada, vamos solo quiero jugar.

- Pues anda solo. - y simplemente lo tiró al suelo como si un peluche se tratara - Quiero volver a soñar con ese lindo...

Once Upon A Winter... [Otayuri/Viktuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora