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Coronación parte dos.

Al levantar la mirada, el soldado de otro reino le ayudó a levantarse, extendiendo la mano y disculpándose.

- ¿Escapándose de nuevo Alteza?.

- ¿Cómo lo-? - sin embargo una voz se escuchó a los lejos. Otro soldado, este era de piel blanca con cabello pelirrojo.

- ¡General! ¡Necesito ayuda!.

- Ya voy. - Dirigiéndose al más bajo nuevamente respondió con la mano en su hombro - No tienes que esconder esto de nosotros, puedes salir cuando quieras si lo pides. Pero recuerda que te necesitan, te cubriré esta vez ¿si?. -le giñó un ojo- No hagas nada estúpido.

- Yo no... ¿gracias?.

Y el más alto se alejó con el resto para bajar una enorme caja de madera pintada de blanco que no tenía ni la menor idea de que contenía y ni le importaba. Parpadeó esputefacto pensando en lo que le había dicho el general ese. Al parecer lo acababan de confundir con alguien importante de allí, supone que también suele hacer esa clase de travesuras. ¿Será algo común en la realeza el escaparse? Será para más tarde, al parecer hay una copia de él cerca así que debe aprovechar la confusión.

Se volvió a colocar la capucha la cual se le había caído con el tropiezo y su cabello ahora estaba suelto, pero no de la manera bonita más bien parecía un nido de ratas.

Ahora se sentía algo seguro, ese capitán lo resguardaba, al menos hasta que se entere que no es la persona que él cree. Se alejó un poco más dentro de la ciudad para no levantar sospechas.

Los pies ya le dolían pues con esas botas no fue muy buena idea el saltar desde un tejado y luego perderse otra vez, estaban completamente arruinadas y desgastadas, la bota izquierda tenía suelta la suela y ambas estaban peladas por la punta, - que vergüenza- pensó.

Se sentó en una banca de madera que estaba allí cerca, respiró profundo, con una sonrisa ladina comió una manzana en buen estado encontrada en el suelo la cual lavó en una fuente cercana, bebió algo de un puesto que estaba al lado.

Vaya día - Dijo en un suspiro. Y en un abrir y cerrar de ojos, el rubio ya se había dejado caer en brazos de Morfeo.

 Y en un abrir y cerrar de ojos, el rubio ya se había dejado caer en brazos de Morfeo

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~Toc toc toc.

- Pase.

- ¿Hay espacio para otro anciano?

- ¡Yakov! - dejó de verse en el espejo y fue corriendo a los brazos del hombre.

- Vitya - lo apretó contra su hombro con una sonrisa melancólica. Yakov fue un gran tutor y apoyo, fue el hombro donde lloraba y fue quien le educó sobre su historia familiar, pues él estuvo presente, además ha sido la única persona que le sigue llamando Vitya, apodo dado por su madre.

Once Upon A Winter... [Otayuri/Viktuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora