The First Time - KookMin

Notebook

Desperté cuando golpearon la puerta, pero no quise abrir mis ojos, quería dormir más.

- Jungkook, Jimin bajen a desayunar - esa era la voz de mi mamá a través de la puerta.

Abrí los ojos apenas, lo primero que vi fue tu rostro, abriendo los ojos con pesadez también. Me dió vergüenza y giré hacia arriba, estábamos acostados en la cama, ambos tapados ¿Cómo sucedió?

- Ah, creo que nos quedamos dormidos - dijiste tallando tus ojitos.

- Uhum - me senté y bostecé - ¿Cómo nos tapamos?

- A veces cuando me duermo sin cobija y me da frío, me tapo sin despertarme realmente, a lo mejor cuando me tapé también te tapé.

- Oh, gracias - dije.

- Humm, fue divertido anoche, pero ahora quiero dormir más - sonreíste.

- Sí, eso sucede cuando te desvelas - reí.

Ambos nos levantamos perezosamente y nos pusimos pantuflas, peine un poco mi cabello con mi mano.

- Vamos, mamá ya debe tener puesta la mesa - dije.

- Ok - pasaste tu mano por tu cabello para hacerlo hacia atrás y empezaste a caminar, yo te seguí.

Bajamos encontrando justo lo que imaginé, mis padres ya tenían lista la mesa y estaban arreglados.

- ¿A qué hora se durmieron? Lucen cansados - la voz de mi mamá era entre reproche y divertida.

- Hmmm alrededor de las cinco de la mañana - dije.

- Oh, sólo durmieron cuatro horas - dijo mi papá viendo el reloj.

- Pero fue divertido - sonreíste a mis padres más animado.

Ellos rieron y dejaron el tema, tomamos asiento juntos y nos servimos comida y leche.

Mis padres hablaron sobre los planes del día y nosotros sólo escuchamos y comimos.

Al terminar mi mamá dijo que te fueras a arreglar para llevarte a casa, ya que tus padres habían dicho que te querían temprano de regreso.

Fuimos al cuarto y te presté ropa pues la tuya aún no se había secado.

- Gracias, me queda casi igual que la mía - dijiste al salir del baño - sólo eres un poco más alto que yo.

- De nada, no te preocupes - yo me había cambiado en el cuarto.

- Y gracias por la pijamada, fue por mucho la mejor primer pijamada de la vida - sonreíste sinceramente.

- Bueno, a lo mejor con más personas es más divertida, pero algo es algo - respondí divertido.

- Contigo fue muy divertido.

- Gracias, si tus padres te dan permiso para quedarte otro día, podríamos invitar a los chicos - propuse mientras abría la puerta.

- Sería genial, aunque lo veo casi imposible - dijiste al pasar por la misma.

- No hay nada que perder intentando - te seguí.

Bajamos encontrando a mis padres listos en la sala.

- Bien, vamos - habló mi padre. Tomó las llaves del carro y de la casa y abrió, dejándonos pasar a todos.

Mi madre se subió en el copiloto y nosotros en la parte trasera.

El camino fue guiado de nuevo por mi mamá, pues mi padre no lo recordaba, nunca ha sido tan bueno con memorizar las direcciones a la primera, además lo comprendía, el día anterior estaba lloviendo y sólo seguía indicaciones. En unos minutos llegamos.