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—Seungmin, ¿me ayudas a alcanzar las galletas? —preguntó el dark rapper, mientras veía la firme espalda de su menor moverse alrededor de la cocina con soltura. Ventajas de ser alto.

—¿Y no puedes hacerlo tú? —bufó molesto el aludido. Últimamente parecía que la presencia de Seo lo ponía de más mal humor que de costumbre. —Ah, no, es cierto. Un enano inepto como tú no podría hacer algo como eso.

—¿Por qué eres tan malo solo conmigo? —protestó Changbin infantilmente con un puchero en sus labios, provocando una mueca de desagrado en Kim. ¿Qué carajos sucedía con aquel loco?

—¿Y tú por qué eres tan desagradable? —escupió molesto. —No tenemos respuesta para todo.

Y dicho aquello, se fue, dejando al rapero solo en la cocina con una ira burbujeante que a cada segundo que pasaba, sentía que iba a explotar. Como si se tratase de una una bomba de relojería.

Ya había tenido suficiente del insufrible de Seungmin. Él sería el primero en pagárselas.

Al parecer Taehyun tenía razón y su encanto no podría funcionar con todos.
Seungmin lo acababa de demostrar en cuanto usó sus encantos de bebé, respondiendo aún peor ante su presencia.

Tal vez tendría que ir cambiando de tácticas para ir haciendo que cada integrante fuese cayendo por él, uno a uno.
Sabía que gracias a su lado adorable, ya tenía a Woojin en su bolsillo. Era solo cuestión de tiempo que el mayor se terminara enamorando de él.

Sabía que Seungmin sería algo más difícil pero gracias a que este le recriminaba su actitud infantil, sabía que le gustaría un comportamiento más maduro.

Necesitaba una actuación descarada, algo agresiva, pero que no perdiera su toque de sensualidad, manteniendo siempre el liderazgo de la situación puesto que sabía que en el momento que Seungmin viera una oportunidad, lo humillaría de las peores maneras posibles.

¿Quién podría enseñarle a hacer algo así?

Marcó el número de Soyeon. La rapera sería la más indicada para enseñarle a actuar así.

(...)

— Seungmin-ah —canturreó Changbin varios días después del incidente con Kim en la cocina, mientras entraba en la habitación del menor.

—¡Changbin! —exclamó furioso mientras se encontraba escribiendo algo en su teléfono —¡Te he dicho mil veces que no entres a mi habita...!

Pero no le dió tiempo a continuar hablando. Una venda le cubrió los ojos y otra, la boca. Cuando trató de llevar sus manos a estas, Changbin lo impidió, poniéndole unas esposas. El teléfono rodó por la cama, siendo cazado por Seo y cortando la llamada.

No estaba muy dispuesto a que nadie se enterase de lo que estaba haciendo en aquellos momentos.

—Seungmin ha sido muy malo conmigo —susurró en su oído de una manera un tanto extraña y que Seungmin no logró visualizar en el rapero, tan acostumbrado a mostrar su lado infantil. Esto provocó un fuerte sonrojo en el menor. ¿Qué demonios estaba pasando? —Me parece que voy a tener que castigarlo...

Y agarrándolo por las cadenas de las esposas, tiró del menor hacia la salida de su habitación, encerrándose en la del mayor y asegurando la puerta con el pestillo. No quería que nadie les interrumpiese. No después de lo que iba a hacer.

Empujó con fuerza a Kim contra su cama, cayendo este de espaldas sobre ella, y se subió a su vientre, para destaparle los ojos. Fue cuándo se encaramó a él, que notó la gran erección que el menor traía consigo.

— Oh, vaya, vaya. Seungminnie, eres un sucio —repuso el más bajito infantilmente, para provocarlo. —A saber en qué cosas pervertidas estás pensando ahora. ¿Piensas en mí? ¿Te gusta que te trate así?

Sweet, sweet, little cupcake •°changharem°•  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora