Prologo.

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Antes de empezar.

Este fanfic es una obra propia pero han de saber que los personajes no.

Este fanfic llegó para entretener y a diferencia de mis obras anteriores, no lo eliminaré. La idea esta completa pero no prometo capítulos semanales porque se me dificulta tener los capítulos -por cortos que sean- a tiempo. Nunca dejo de editar.

Los hechos de esta obra se basan a partir de la tercera temporada y planeo seguir la serie con la diferencia de incrustar mis ideas entre los capítulos oficiales de los cuales haré mención para iros ubicando en la secuencia.

Por último. Esta obra es una de muchas que vendrán y agradecería que criticaran, comentaran o aportaran su opinión para tomarla en cuenta en próximas ediciones.

Sin más que decir. Disfrútenlo.



Prologo.

Tras derrotar a la 'titiritera' y llevar a sus amigos a sus casas guardaba inquietudes con su amiga Marinette que pudo disipar una vez estuvieron solos pero, no supo que sucedió o que había dicho, pues su compañera había tomado una actitud la cual jamás había visto; estaba triste y distante, como si no deseara compañía alguna. Le había preguntado si pasaba algo pero ella había insistido en decir, "no es nada". No tuvo el valor para preguntar nuevamente por temor a incomodarla. Tras sus aclaraciones no se sintió mejor, se sintió aun peor por el estado en el que había quedado Marinette. Ella no lo había mirado hasta despedirse de él y así nuevamente desviar su mirada. Cerró la puerta del auto dejando a un afligido Adrien dentro.

- ¿Qué es lo que he hecho, Plagg? –preguntó entrando en su habitación.

- Pues creo que nada... -respondió mientras volaba para encaminarse por un trozo de Camenbert. –... nada excepto rechazar a una enamorada.

- ¿Qué? No. –hizo una pausa. –. No, Plagg, a ella le gusta Luka, solo admira mi trabajo.

- Como quieras, solo no digas que no te lo dije.

- ¿Qué insinúas? –la insistencia del kwamy le parecía extraña.

Plagg había entendido que estaba pareciendo sospechoso de saber algo, sabía bien que su portador no era tonto pero si muy inocente pero aun así no debía seguir haciendo insinuaciones o Tikki lo reprendería.

- Solo insinúo que, siendo tan famoso con las chicas, no te debes de sorprendas que también le gustes a ella.

- Marinette no es como las demás, es especial.

- Bien. –suspiró el pequeño ser.

Adrien miro por la ventana, y pudo mirar las aves que volaban buscando cubrirse de la lluvia que se avecinaba. Eran las 3:00pm pero tal parecía que las predicciones de la climatóloga habían sido precisas hasta ahora. A las 5 llovería fuertemente.

*

- ¿Una tormenta? –soltó Marinette al aire tras escuchar las noticias.

- Lo dijeron en la mañana. –respondió su mamá.

- Solo serán fuertes lluvias por un fenómeno climatológico. –acotó su padre.

La joven con raíces asiáticas miró la preocupación en los ojos de su madre y luego miró hacia arriba por la escalera. Realmente no deseaba compañía y no se sentía de ánimos como para comentar sobre la lluvia que se avecinaba a las costas europeas, que según las noticias, se estimaban durante una semana.

- Mamá, papá, estaré en mi habitación.

Desde que ella había entrado ellos habían notado que estaba rara, no veían a la usual hija que aunque torpe, jamás tuvo un aire tan deprimente a su alrededor. Ambos padres se miraron y pensando si preguntar o si sería correcto darle espacio. Su madre tomo la iniciativa de preguntar.

- ¿Cómo te fue en el museo? –preguntó la señora Cheng con preocupación que Marinette supo, era dirigida a su comportamiento.

- Perfecto, fue perfecto. Estoy cansada, estaré en mi habitación.

La mentira fue evidente pero no querían sofocarla preguntando sobre el tema que le incomodaba.

Eran conscientes que Marinette no quería mentirles por lo que desenmascararla sería aun peor para ella.

- Marinette... -la señora de Dupain insistiría de no ser por su marido que la detuvo posando su mano en el hombro de su amada mujer.

- Te llevaré la cena a tu habitación.

Marinette los miro un poco sorprendida para luego recaer en su tristeza. Que tonta fue creyendo que sus padres no se darían cuenta de su mentira.

- Gracias.

Subió por las escaleras triste pero sobria, no lloraría aunque tuviese ganas de hacerlo.

Tikki esperaba a que Marinette ingresara en su habitación para poder salir. Observaba a su joven portadora y aunque sabía que sus sentimientos eran correspondidos sentía pena por el pequeño daño que se hacían en su ignorancia. Pensaba que si Lady Bug le diera la oportunidad esperada a Chat Noir ambas personalidades de la chica se sentirían mejor puesto que eventualmente se darían cuenta que, así como ellas eran dos caras de la misma moneda, también Adrien y Chat Noir eran dos caras de la misma moneda.

Marinette se acerco a la pared donde posaban fotografías de su amado y poso su mano sobre una foto disponiéndose a despegarla pero, ¿eso era lo que deseaba?

- Tikki, ¿Qué es lo que debo hacer?

- Nadie dijo nunca que sería fácil Marinette.

Era cierto, pero más que difícil era complicado. Tenía una ciudad entera que dependía de Lady Bug y los ánimos de Marinette no le permitirían darlo todo como heroína.

Tikki agradecía que su portadora fuera una niña, era más fácil de leer la emoción reflejada en su rostro, pero por esa misma juventud entendía que era más complicado entenderla, porque de por sí los jóvenes, según la experiencia de la Kwamy, solían ser los más confundidos o complicados por la misma falta de experiencia que la vida otorgaba con los años.

- Tikki, ¿Crees que soy muy joven para desvivirme por un amor?

La kwamy se sorprendió por lo dicho. Era como si le hubiese leído la mente. No podía serle franca porque desconocía el efecto que tendría en la joven chica.

- Yo no lo diría así... avec...

- Eso es un sí menos directo, Tikki. –sonrió la peli-negra.

Tikki quedo aun más sorprendida por la observación tan puntual de la portadora del miraculous de la creación. No pudo terminar su frase y aun así Marinette ya había interpretado lo que diría. Sabía que Marinette era lista pero no creyó que pudiera ser tan perspicaz.

Marinette sonrió sin mucho ánimo disponiéndose terminar con algunas tareas que no había finalizado mientras que Tikki sonría de ver lo madura que podía ser la niña. Había mucho por venir.




Nota.

A pesar del tiempo que tengo escribiendo, no tengo mayor experiencia publicando esta, así que espero su opinión para poder progresar.

Gracias por leer.

Ángel terciopelado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora