Capítulo 13.

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  Al llegar a las puertas del salón de clases Marinette golpeó esta esperando el permiso de la profesora para abrir la puerta. tras escuchar el "adelante" abrió la puerta dejándolos a la vista.

  -     Profesora Bustier. Disculpe nuestro retraso.

  -     ¿Qué les hiso demorar tanto?

  -     Yo retrasé a Adrien pidiéndole que me ayudara con un encargo.

  -     Esta bien Marinette. pasen pero que no vuelva a ocurrir, ¿bien? - respondió la profesora Bustier sonriente.

  Pese a sentir calma por la poca importancia que la profesora daba a su retraso, sintió gran sorpresa puesto que escucho a Adrien a su espalda como a la profesora frente a la clase decir las mismas palabras al mismo tiempo. Adrien las había dicho susurradas pero precisas logrando que la chica se girara a mirarlo sorprendida. El chico solo rio antes de encaminarse a su lugar ante la mirada de Marinette.

  Se olvido por un instante del hecho pues la profesora la había llamado para que tomara su asiento y tras esto dedicarse a su clase.

  El cielo, que durante la mañana había estado nublado pero no se había atrevido a diluviar, hacía un espectáculo de luces antes de hacer sonar las trompetas que anunciaban a la tormenta que estaba por comenzar. Los truenos rugieron intimidando a los civiles. haciéndoles pensar si una catástrofe se aproximaba y el cielo era el vasallo que les anunciaba el fin inminente.

  Las clases tomaron su lugar con tranquilidad a pesar del diluvio que caía sobre los tejados de los edificios de la ciudad.

  Marinette miraba por la ventana distraídamente, preocupada por una tormenta que estaba haciendo estragos pero no provenía de un villano para poder derrotarlo y detener aquella tempestad que no paraba de crear destrucción. 

  -     Chica, si no prestas atención no estarás lista para el examen cuando toque presentarlo.

  Alya hablaba bajo para no llamar la atención de la profesora de fisica, la señorita Mendeleiev.

  -     Has mirado el exterior desde que empezaron las clases.

  -     ¿De que sirve? es probable que la semana que viene, ni siquiera tengamos que asistir. - admitió la franco-oriental.

  -     ¿Marinette...? - la castaña estaba sorprendida. Marinette solía ser quien les animara a pensar de manera positiva, no a echarse sobre su lugar aparentemente rendida. -. Por favor. dime que habló Lady bug con el Alcalde.

  Marinette giro su cabeza para mirar a su amiga aun sin separarse del escritorio donde reposaba echada. aquella tormenta no era para nada un tema de conversación inspirador.

  -      El consejo de contramedidas a este desastre climatico habla de cancelar las actividades escolares y extracurriculares además de otras con poca importancia económica. El reporte climático estima que la tormenta esta a su 60%, el desastre será aun peor.

  -     ¿Y?

  -     Piden a los héroes que hagamos algo para detenerla porque la ciudad no tiene como resistir un evento como este por mucho más... Y yo solo pude decir que esta tormenta también nos afecta a nosotros porque nos dificulta hacer nuestro trabajo.

  -     ¿Y?

  -     ¿Quieres más? - la voz de la peli-negra sonó mas alto de lo que esperaba.

  -     Señoritas. ¿Quieren compartir algo con la clase?

  -     Lo siento mucho señorita Mendeleiev. - se levantó Marinette de su asiento tomando la responsabilidad de hablar en su clase. - Solo le contaba a Alya mi preocupación por estas lluvias.

  La profesora asintió con calma antes de quitarse lo lentes y mirar a la estudiante.

  -     Siempre pensé que detrás de su infantil forma de ser se escondía una mente adulta, srta Marinette. No debería decir esto pero es probable que las clases se cancelen hasta nuevo aviso. el profesorado aun no toma una decisión pero por el pronostico del clima, pensamos que la seguridad es primero.

  -     Srta. Mendeleiev, ¿Y los examenes? - preguntó Juleka.

  -     Suspendidos. La tormenta esta afectando las plataformas de comunicación así que no nos arriesgaremos.

  Las noticias lejos de alegrar a los estudiantes por el motivo de no tener que estudiar, solo los preocupaba.

*

  En la habitación de Marinette se encontraban Alya y Marinette abrazadas, sentadas sobre la cama con una manta cubriéndolas mientras el silencio y sus rostros agobiados las abrazaba sin que ellas pudieran alejarlo.

  -     ¿Por qué no me habías contado? - preguntó Marinette.

  -     Creo que como heroína y como persona ya tienes muchos problemas.

  -     Eres mi amiga. No eres un problema.

  -     Marinette. Tienes 15 años y estas dentro del mundo de los adultos buscando soluciones a problemas de niveles nacionales. Creeme si te digo que no quiero preocuparte.

  -     Aún así.

  Silenciaron nuevamente.

  Alya le había contado a Marinette que escucho a su madre hablar noches atras sobre el posible despido de su madre de la empresa en la que trabajaba puesto que a causa de las lluvias las ventas de la empresa habían bajado mucho. La falta de ingreso estaba sujeta al desalojo de su vivienda pero sacrificando los ahorros que la madre de la morena tenia para la universidad que la misma, podrían aguantar. Alya descargó su frustración con su amiga pero ahora se arrepentía. por su parte, Marinette imaginaba situaciones parecidas en su hogar. sus padres no hablaban de esas cosas en su presencia o mientras estuviera ella en casa, pero ella estaba siempre atenta como para darse cuenta que las ventas habían bajado del mismo modo que las compras de la casa. Había sido un mes complicado

  -     Marinette, Alya, ¿Puedo pasar?

  -     Adelante Luka. - Dijeron ambas.

  -     Tu mamá me pidió que les dijera que la cena estará pronto.

  -     Gracias, Luka.

  El mayor miro a las chicas viendo como estas no se despegaban. caminó hacia ellas y se quito los Zapatos antes de subirse a la cama y colocarse detrás de ellas para luego abrazarlas.

  -     Oye amigo, no seas tan atrevido. -recriminó Alya.

  -     Siempre me lo dices y siempre me permites serlo.

  Alya bufó para luego recargarse en el abrazo que el chico proporcionaba mientras Marinette se reía por la supuesta molestia que Luka le causaba a la morena, pero la verdad estaba tan acostumbrada a su presencia en el ultimo mes que en verdad disfrutaba de su delicadeza con ambas.

  -     Gracias, Luka.

Ángel terciopelado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora