Capítulo 1.

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Eran las 4:12pm pero las nubes que cubrían el cielo obscurecían el panorama haciendo parecer que eran pasadas las siete de la tarde. Los truenos y rayos iluminaban el cielo y bailaban entre las nubes haciendo pensar a la joven que un diluvio sería lo que saldría de tal espectáculo. Llegó incluso a pensar que la chica del clima había vuelto a ser akumatizada pero la verdad es que sus predicciones había acertado.

Se recomendaba a cada momento que todo parisense debía de refugiarse antes de las cinco pues era el estimado de inicio a aquella tormenta que parecía ser insaciable.

Marinette salió a su balcón y se recostó en el barandal apoyándose con los codos. Miraba en sus manos el amuleto que Adrien le había regalado intentando recomponerse. Debía patrullar la ciudad pero no se sentía bien para salir a por aquellas calles, incluso había aprovechado que su kwamy estaba exhausta para hacer de vaga y librarse de aquellos trabajos que había empezado antes. Aun quedaba el domingo para ponerse al día con sus tareas. Volvió a mirar el cielo y suspiró.

- Sin duda esta lluvia arruinara el día a más de uno. – soltó pensando en la cantidad de akumatizados que podrían alzarse.

Aun si decían que Howk Moth era aun portador del poder de un kwami como ella, él ya había demostrado ser más poderoso y astuto de lo que hubiesen pensado. Suspiraba de pensar que no era suficiente para hacer de heroína, que aunque no le molestara la ayuda, aun era incapaz de valerse por sí misma, que no tenía experiencia para alzarse victoriosa en una batalla uno a uno, e incluso pensaba que personas como Cloe Bourgeous estaba más capacitada para hacer su papel. Pequeñas gotas empezaron a caer causando que la joven entrara deprisa en su habitación. Cerró la rampilla y miro hacia la ventana, estaba empeorando. Mirando la lluvia solo pudo sentirse más triste. No le desagradaba la lluvia pero, era como las lagrimas que ella no quería derramar por un amor no correspondido y por un deber muy exigente. No tardo demasiado en ver como un akuma entraba por su ventana pero tampoco se preocupó por huirle. Su pesimismo atrajo problemas. El akuma se acercó y ella levantó su mano esperando por este. La mariposa se posiciono en su dedo índice mientras que el hombre tras esta llamaba a la joven.

- Pequeña, te han herido, yo puedo darte...

- Howk Moth, no sé qué te hace causar tanto mal, pero me rehúso a causar daño a los demás.

La mariposa que se había posicionado en su dedo fue deshaciendo su corrupción como polvo que lleva el viendo, quedando libre de la obscuridad de Howk Moth. No pudo creer lo que había pasado, era humanamente imposible que alguien purificase sus akumas. Negarse era dolorosamente posible, pero purificarlo, nunca lo hubiese pensado.

Howk Moth sonrió pensando que de lograr akumatizar aquella muchacha, su poder seria caótico.

Marinette se sorprendió por el efecto del akuma tras tocarlo, ni siquiera Lady Bug había logrado algo así.

Corría de apresurada por la banqueta intentando llegar a tiempo al instituto a pesar de ser más que consciente de que llegaría tarde. De alguna manera se sentía genial de que sus constantes carreras al colegio Francoise dupont la tuvieran en forma para seguir soportando el trayecto.

El día anterior había estado deprimida pero patrullar las calles junto a Chat Noir le había devuelto el ánimo. Con sus bromas y atenciones se llegó a sentir mejor. Se había preguntado qué le gustaba de Adrien si lo más que conocía de él era su clara apariencia y su vida como modelo. Se pregunto si lo que sentía por él era amor o admiración. Tras esas preguntas entendió que quizá lo que criticaba de Chat Noir era lo mismo que ella hacía con su compañero de clase. La vida podía ser muy irónica. Era cierto que él había tenido detalles que favorecieron al amor que ella juraba sentir, pero no se conocían debidamente ni habían pasado tiempo de calidad en el que ella no pensara otra cosa que el futuro que podrían compartir.

Ángel terciopelado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora