capítulo 5.

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Antes de la lectura.

Me quiero disculpar por mi ausencia. No tengo ni computador(murió con los bajones de luz) ni internet(el servicio es muy costoso) por lo que no pude avisar antes. Ahora tengo teléfono y espero poder actualizar sin problemas desde aquí. Esperando por igual que no me roben el teléfono.
Tengan paciencia pues todos los capítulos estaban en mi computador y estoy prácticamente sin nada. Ni siquiera las ediciones que había preparado para capítulos ya montados.
En fin. Estoy de regreso así que disfrutemoslo juntos.

*5*

  No entendía donde estaba. Se levantó de suelo blanquecino que se extendía siendo uno mismo con las paredes y el techo. Lo único que no llenaba su vision de una blancura completa eran unos grandes ventanales circulares que le daban vista al exterior. Podía ver fuera de la habitacion a Lady bug y Chat Noir posados frente a ella con dificultad y un fondo decadente.

  '¿Que es este lugar? ¿he sido akumatizada? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué?'

     – ¡PRINCESA!

  Apenas podía escucharlo pero no podía identificar todo lo que decía. No entendía que había ocurrido para quedar en esa situación pero por más que lo intentaba no recordaba.

  '¿Olvidaré lo que veo ahora cuando me desakumaticen?'

  Los trajes de los héroes de París estaban sucios y parecían heridos. Se preguntaba a sí misma si podía causar tanto daño y reiteraba sin creerlo, preguntándose si ella había sido.

Miraba a Lady bug quién se hallaba sería. No respondía a las preguntas que claramente le hacía Chat Noir y eso la confundía, pero tampoco entendía que era lo raro en ello.

  Nada importaba ya. Olvidaría todo al volver a la normalidad y prefería sentirse culpable sin saber lo que hizo a sentirse culpable y saber que lo vivió y no pudo evitarlo.

     – My Lady, ¿Qué debemos hacer?
     – Callate de una vez, gato. - gritó Lady bug callando sorpresivamente a Chat Noir. -. Esta Dupain Cheng no sabe más que dar problemas.
     – Espera... - susurró Chat. -... tú eres...

  Le dolían la cienes y no sabía qué hacer. Su cuerpo tampoco le respondía.
Escucho aquella voz en su cabeza y sintió el tirón de neuronas que la hizo ver la verdad.

   «Flash back»

     – ¡LUKAAAA!
 
  El grito desgarró su garganta tal cual sentía como se desgarraban sus adentros. Cayó en el suelo sin fuerzas para mantenerse de pie.
  Lloraba desde la acera no deseando ver cómo la sangre corría por el medio de la calle. Desconsolada lloró enceguesida y desmedida. Cubrió su rostro ignorando su entorno. Ignorando el momento en que aquella mariposa se hizo uno con la flor que aún sujetaba en una de sus manos.

     – Mi pequeña, comprendo tu dolor mejor que nadie. Nadie merece perder un ser querido. Préstame tu ayuda, tráeme los prodigios y con el poder de ambos revivamos a nuestros amados.
     – Por Luka... Por no sentir este dolor.

  Sin más que decir, fue recubierta por un vestido extravagante de color negro que recordaba a una viuda de la era victoriana. Una margarita blanca se acomodaba en el centro del arreglo floral que adornaba el sombrero de pamela a  juego. El maquillaje corrido probaban su llanto y el velo su perdida.
  Sin duda alguna planeando dejar conocer su dolor.

  Caminó desde esa calle lanzando autos y cualquier otro objeto de tamaño que se topará con su látigo de espinas. Su recorrido de destrucción hasta la torre Eiffel fue el cebo que traería a sus heroicos oponentes. El caos era su plan y los civiles solo un medio.
Corrían por sus vidas ante un villano que no buscaba a alguien para desquitar sus irá. Este villano buscaba destrucción sin expresión ni remordimiento por los heridos que dejaba en su andar.

  Cuando llegó Chat Noir a la escena la villana se detuvo.

     – Con ese carácter no me sorprende que te dejarán en el altar. - bromeó.
     – ¿Serás confiado o desconsiderado? La gente sufre y tú bromeas. Que heroico.
     – Creo que alguien está de mal humor. - replicó con gracia.
     – Saltemonos la charla. - extendió la mano con finura mientras lo miraba sin intenciones de verlo. El vacío en sus azulados ojos lo desconcertó. -. Entrégame el miraculous y prometo dejarlo todo como estaba.
     – No sin antes bailar el vals.

  Ante el comentario bajó su mano desepcionada y con un abaniqueo de su látigo dio por iniciada la batalla.
  Lady bug se unió poco después. Sin poder frenar a Pain of Queen la llevaron hasta la torre Eiffel pensando que un lugar más abierto, cómo el campo de Marte, causaría menos destrozos. Pero una vez frente a la torre Pain if Queen lanzó un rayo desde la flor en su sombrero destruyendo las bases del monumento.
  Atónitos, los heridos héroes veían como el monumento que representaba la grandeza de su país, su poder y su orgullo, empezaba a declinar.

     – Despidamos el icono de la ciudad.

  Chat solo pensó en la cantidad de heridos que causaría aquella catástrofe y solo pudo rogar por detener esa desgracia.

     – ¡PRINCESA! ¡Detente, por favor! ¡Esta no eres tú!
     – ¿Y quién he de ser?
     – My Lady, ¿Que debemos de hacer?

  Ahora tirada en aquella habitación mental, donde su consciencia era desalojada de su cuerpo, recordaba todo lo ocurrido mientras la voz de su "aliado" le recordaba que el 'amuleto encantado' de la heroína no tenía el poder de traer de la muerte a Eucliffe. Que le dirían cualquier cosa por doblegarla pero realmente ellos no podrían hacer nada por ella.
  Y justo por eso, se desmoronó dentro de la blancura de su mente. Llorando nuevamente como si fuera el remedio a su dolor comprendió que no había otro método.

  Los héroes la vieron desmoronarse en llanto y ello como Howk Moth se sorprendieron por tal acto. Hacia alarde de su dolor y su maquillaje demostraba las lágrimas que habían escapado pero hasta ese momento ninguna había derramado.

     – Princesa...
     – ¡Yo lo mate! Yo... Yo... Yo corrí y él...

  Sus lágrimas alertaron a los héroes y los grito de culpabilidad desconcertaron a Howk Moth. Eso no debía de ocurrir.

     – ¿Qué haces? ¡Trae los prodigios!
     – Dijiste que nadie merece perder a un ser querido...

  Aquello lo desconcertó aún más de lo que lo estaba. Con todas sus fuerzas buscó opacar la consciencia de la chica y controlarla. Quería obligarla causándole dolor para que temiera de él, de su poder, y terminara la misión encomendada, pero ella no cedió. Ni siquiera se inmutó y eso le hizo sentir impotente. ¿Por qué su poder no la afectaba?

     –... Pero con todo el mal que hemos causado; no tenemos derecho a salvarnos de nuestro propio dolor.
     – ¡NOOOOO! ¡NO NO NOOOO! - estaba furioso y frustrado.

  Sin previo aviso y con todo el dolor que le causaba la realidad, su transformación de deshizo. Lo último que quedó fue la margarita, la cual cayó en sus manos y de la que salió el akuma. Revoloteo alrededor de la franco-oriental para luego detenerse posándose en su nariz.
  La corrupción se deshizo igual que la vez anterior y lleno de blancura emprendió vuelo.

  Impactados por la increíble escena que se desenvolvía ante sus ojos quedaron estupefactos mientras la veían llorar.
  Lady Bug fue la primera en reaccionar utilizando el amuleto encantado para reparar los daños y huir antes de destransformarse.
  Chat de acercó a Marinette y solo atinó a cargarla y llevarla hasta su habitación. La dejó en su cama y, siendo que pronto se destransformaría, se apresuró a salir de la pieza. Sin consuelo se dedicó a llorar hasta que la paz del sueño le fue otorgado.



Espero que les haya gustado el capítulo.

Ángel terciopelado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora