Parpadeó múltiples veces antes de encontrarse a sí misma en su habitación. Lo recordaba todo. No era necesario esperar hasta que su mente la azotara con los sucesos. No, de verdad no era necesario. Sentía las ganas de volver a llorar como nubes que inminentemente se posarían sobre ella y llovería tanto o peor que hacia un par de horas.
No creía lo ocurrido pero aún así las lágrimas golpeaban contra sus párpados aceptando el hecho.- ¿Es tu novio?
La voz la sorprendió. Alzó la vista para encontrarse con el único gato que siempre aparecía para brindarle su compañía.
Se miraron un instante pasando la sorpresa de encontrarlo ahí, con ella. Él temió acercarse y que al abrazarla se rompiera pero, viendo aquellas represas quebrarse una vez más, temió más que se quebrara y no hacer nada para que no se desarmara.
La abrazó y ella lo permitió. Suavemente se sentó a su lado tomando lugar en la cama. Entre el calor del cuerpo ajeno y los suaves ronroneos -de los cuales no era sino ahora que los notaba- pudo tranquilizarse un poco. Chat la sostenía con delicadeza y acariciaba su espalda con gentileza. Sus sollozos poco a poco iban disminuyendo hasta que finalmente pudo respirar controladamente. ¿Cuán fuerte había que ser para respirar aún con todo ese dolor? -'Sin dudas admirable'- pensó.
Si bien había sido la villana de turno, también fue la heroína y, eso lo agradecía desde lo profundo de su corazón porque ni siquiera creía poder dañarla para salvarla de Howk Moth. Simplemente no se visualizaba hiriéndola y apostaba por qué ella jamás heriría a alguien intencionalmente.
No tenía en claro lo que había ocurrido más allá de lo que le pudieron contar los testigos pero era suficiente para comprender la razón de la acumatizacion de la chica. De su princesa.
Le molestó pensar en lo importante que era Luka para Marinette pero él mismo no entendía porqué le molestaba. Tal vez lo sabía pero se rehusaba a creerlo.
Ella con delicadeza se separó de él para así mirarlo y sonreír con tristeza. -'No sonrías. Detente'- le dolía verla hacerse la fuerte.- ¿Qué ocurrió, princesa?
Tan pronto como apareció se esfumó aquella débil sonrisa.
- F-fue mi... M-mi-mi...
No terminó la frase donde se declaraba culpable. Se volvió a quebrar dejando pasmado a Chat Noir y el sintió quebrarse cuando ella volvió a sucumbir. No lo soportó.
- Él está bien.
Dicho eso ella se aferró a sus brazos y concentró atención en los ojos esmeralda del héroe. Lo miraba con aquellos mares que suplicaban que lo repitiera para así poder dejarlos correr una vez más. Ya no en dolor y tristeza sino en el alivio que desesperaba por recibir.
- Él está bien.
Las lágrimas escaparon de sus ojos momentos antes de que hundiera su rostro en el pecho del contrarío.
- Gracias a Dios.
Soltó en un susurro que Chat pudo escuchar. Quería preguntar cómo era eso posible pero no coordinaba su mente con su boca y lo único que salían eran múltiples agradecimientos a una divinidad superior. Sentía que podía calmar toda esa angustia y tristeza que habían estado haciendo estragos con ella.
Quería que le contara más pero a la vez temía por cómo reaccionaria si le contara de las lesiones, de estar en coma o algo parecido.- Lo que viste no fue más que una ilusión de Volpina. Nada de eso ocurrió princesa. Él está en su casa, preocupado por tí, como yo.
Aquella declaración fue relajante y la vez impactante. Luka no estaba herido y Lila fue akumatizada. Otra vez.
Chat Noir estuvo con Marinette hasta que está pudo recomponerse. Agradeció la compañía y lo recompensó con una bolsita de galletas de pasta de la panadería. Aún así, no se marchó. Quería cuidala y comprender. Se sentó en el suelo de la habitación mirndola y con las galletas sobre sus piernas cruzadas.
Cruzaron sus miradas en silencio manteniéndose así por una largo rato. Ella no quería hablar y él parecía comprenderlo.
Le había dicho que estaba preocupado por ella y eso le hacia sentir bien. Le hacía sentir importante. Pensaba en que quizá se había equivocado al decir que se decepcionaría de la chica bajo el traje pues él mismo había dicho lo "grandiosa" que era. Aún con ello se mantenía firme en el pensar de que solo estaba enamorado de una máscara y no de quién se ocultaba detrás de ella. Él era listo, atento y gracioso pero, eso no quitaba que él también usaba una máscara para expresarse sin preocupación ante el mundo real que lo atrapaba en una vida de opresión y estereotipos, igual que a ella. Con el antifaz se sentía capaz de verse segura, sin temor de ser reconocida, era un boleto para actuar como una persona nueva, para ser quien en verdad quería ser, pero, sabiendo que "esa" no era su actual ella; llena de temores y angustiada por ser criticada por sus acciones. Ella comprendía ese sentir y, aún si él no lo decía, sabía que era así. No lo culpaba por amar usar ese antifaz.
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Ángel terciopelado.
FanfictionMarinette decide darse una oportunidad de cambiar y tomar las decisiones que por timidez nunca tomó. Dándose por vencida en que su compañero de Clases, Adrien Agrest, sienta lo que ella por él, se determina a dejar de mirarlo y dedicarse a sus sueño...