—¿Qué es el amor? Enserio me haces esa pregunta.
—Sí Sartre, ¿Qué es el amor?
—Me la pones difícil, en psicología no hay una definición estándar del amor: algunos dicen que es un complejo mecanismo de buscar pareja, otros que es una emoción básica de los seres racionales y algunos lo simplifican diciendo que es una reacción química que ocurre en el cerebro —se rasco su cabello blanco.
—¿Y tú que crees que sea?
—Algo que lo complica todo —dijo con pesar—, volviendo a ti por lo visto has presentado una gran mejoría desde que apareció Kerfuffle: ya no tienes ojeras, hablas con más seguridad, aunque sigues teniendo ese tono frío, y no irradias tanto miedo como antes.
—Es porque pienso poner ese miedo al servicio de algo mas grande.
—Me parece muy bien, ¿Y cuáles son tus próximos proyectos?
—Pues hoy descansa mi amigo y voy a ayudarle con una idea que tiene, luego ayudaré a preparar al ejercito y después, si me da tiempo, iré a la Torre de Control a visitar a alguien.
—Perfecto, a este paso te podre dar el Certificado de Sanidad Mental en nada.
—¿Y para qué sirve ese certificado? —pregunté curioso.
—Pues para algunos trabajos te lo piden, en especial trabajos en los que vas a estar con muchas criaturas, como maestro o cajero; además de que se ve bonito cuando está colgado en la pared.
Me despedí de él y me fui al sur de la ciudad. Pazuzu me pidió que lo viera en la sabana que se encuentra cercana a un pozo de agua, teniendo que pedirle a alguien que me llevara. Llegué al mediodía y él ya me estaba esperando.—Hola amigo, ¿Qué son esas cosas? —le pregunté mientras señalaba una serie de cajas y herramientas detrás de él, las cuales estaban bajo una lona puesta a modo de tienda de campaña.
—Un proyecto personal —decía con un gran ímpetu— ¿Nunca te has preguntado si será posible volar sin alas y usando el poder de la tecnología?
—No.
—Pues yo sí, pensé en como sería hacer una especie de “pájaro de metal”, impulsado por el poder del trueno.
—¿Poder del trueno? —pregunté confundido.
—Cree una forma de almacenar electricidad en un lugar compacto que yo llamo “batería” —me mostró una especie de caja, pero de madera, y con cables saliendo de uno de los lados—. Dentro de ella hay una piedra ligera llamada “Litio”, pueden compartir su energía y lo mejor de todo es que recuperan su carga al someterse a una corriente eléctrica.
—¿Y qué quieres hacer con ellas? —le cuestioné mientras veía con más detalle el curioso objeto.
—Que sean el impuso para esto —. Me llevó detrás de las cajas, veía una especie de auto-móvil, pero en los costados tenía alas de metal largas y delgadas, encima de estas habían otras alas con palos de madera sujetándolas, era muy raro.
—¿Y entonces esto debe volar? —le dije muy desconfiado por el diseño del peculiar vehículo.
—Se supone jeje… —empezó a reír nervioso.
—Ahora entiendo porque escogiste este lugar: para que ningún árbol interfiera con el vuelo y que nadie, aparte de nosotros, salga lastimado.
—Exacto —confirmó alegre— ahora, empecemos a trabajar.
Hicimos cuatro pruebas, el conduciendo y yo anotando mis observaciones, soló en el tercer intento el vehículo se elevó un estimado de 17 segundos pero eso no desanimó a mi amigo, cuya sonrisa no se le quitaba.
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Ángel de la Libertad.
FanfictionDespués de años en el exilio, las cebras están listas para volver y reclamar a Equestria, siendo esta la oportunidad perfecta de Abadón: una cebra demasiado inmersa en su propia soledad y que anhela retribución por los hechos pasados, presentes y fu...