Salí del pequeño departamento, dejando a mi Kerfuffle dormida, para ir a la presentación de Zecora. Era de mañana pero necesitaba caminar para aclarar mis ideas referentes a los ponis. El lugar donde vivía no era nada del otro mundo, aunque toda la cuidad era así o al menos los departamentos más nuevos, pues los antiguos son un poco mas grandes pero eso no me servía ya que vivo solo… aunque ahora puedo decir que vivo con Kerfuffle o eso me gustaría pensar. Es curioso, le temo a la gobernante de los ponis y duermo con una poni, pero a ella yo le tengo un profundo afecto mientras que a la alicornio le tengo un gran pavor, aunque últimamente ese terror se está transformando en otra emoción, algo aún mas poderoso pero no me quedaba claro en que. Continuaba caminando pero cada vez crecía más y más un impulso de curiosidad por ver que decía Zecora sobre el estado actual de Equestria y sobre el como conquistan a otras criaturas sin violencia.
Luego de un tiempo llegue a la Biblioteca Norte: un edificio que asemejaba más a una pecera pues las paredes eran de cristal, con algunos letreros en donde se leen diversas cosas. En la entrada a la biblioteca me esperaba Pazuzu con dos vasos de leche y con mas o menos diez donas de chocolate.
—Hola —decía mientras comía una dona— compré unas donas y te traje un vaso de leche pues estoy seguro de que no desayunaste.
—Gracias —dije a par que me comía uno de los panes— ¿Y dónde será la junta?
—En la sala de juntas siete —respondió mientras seguía comiendo—, en cuarenta y siete minutos —aclaró.
—Está bien —. Nos sentamos en una banca cercana y empecé a comer junto a mi amigo, agradecido por su gesto.
—Por cierto, me mandarán a un asistente —dijo mi amigo— empezará a trabajar mañana y necesito que me ayudes a darle la bienvenida a mi laboratorio.—¿Asistente? ¿Y eso porqué?
—Van a mover a mucho personal al proyecto de energía, pues el Elixir Oscuro ya se va a acabar y mi jefa quieren ser de las primeras en tener nueva tecnología, e ir a la cabeza en el negocio.
—Y no será que las cebras que buscan invadir Equestria ¿Lo quieran hacer por el Elixir Oscuro que pueda haber ahí? —cuestioné en voz alta.
—No, de hechos muchos ya quieren fuera el Elixir Oscuro por lo difícil que es el mantenimiento de los Extractores —me aclaró—. Esos deseos por invadir Equestria son porque quieren y porque pueden.
Finalmente llegó el momento de la presentación; recorrimos la biblioteca hasta llegar a la sala de juntas siete, entramos y nos sentamos en una de las sillas que rodeaba la mesa central. Ya había algunas cebras esperando y en el extremo mas lejano, en función a la entrada, estaba Zecora con un proyector, varias diapositivas y algunos papeles. Fueron llegando más cebras, entre ellas Mefisto, y pasado un tiempo la puesta fue cerrada.
—Compañeros cebras —empezó a hablar en voz alta una de las presentes— estamos un total de diez cebras, todos presentes excepto la jefa de laboratorios, pero en su representación fue asignada la cebra Pazuzu —señalo a mi amigo el cual aún tenía un poco de chocolate en su hocico—, dicha esa excepción procedemos a empezar con esta reunión —señala a Zecora —. Empiece por favor.
—Buenas tardes, mi nombre es Zecora y hoy voy a proceder a explicar todo sobre la cultura poni —prendió el proyector—. Para empezar, su gobierno es una especie de monarquía constitucionalista en la cual la líder se hace llamar “Princesa”, tienen un sistema dirigido por distintas asociaciones, cada una con un líder llamado “canciller” —Zecora puso una diapositiva en la cual se apreciaba un círculo, la circunferencia estaba dividida y en cada división había un dibujo. En el centro del dibujo estaba la imagen de una alicornio, cosa que me incomodó un poco—. Hay en total cinco asociaciones: Relaciones Sociales, Educación, Comercio, Construcción y Economía con distintas ramas en cada una, cada canciller controla su asociación, redacta leyes que todos deben seguir y es elegido por la Princesa.
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Ángel de la Libertad.
Fiksi PenggemarDespués de años en el exilio, las cebras están listas para volver y reclamar a Equestria, siendo esta la oportunidad perfecta de Abadón: una cebra demasiado inmersa en su propia soledad y que anhela retribución por los hechos pasados, presentes y fu...