- ¡No mames! - Gritó Arico sorprendido por la motocicleta que había en la cochera. - ¡Está muy piola! - Se acercó con emoción al vehículo, observando su bello color rojo fuerte.- ¿Qué es eso? - Preguntó Runia ante aquellas palabras extrañas para él.
- Oh, para mi es como decir "genial" o "bueno" - Respondió sonriente. - Mi papá no la usa, creo que la inventé yo - Su sonrisa fue una de orgullo, contagiando al mayor.
- Debe ser genial inventar cosas - Dijo el más alto, sentándose sobre una mesa de trabajo vacía. - ¿Seguirás la historia? Ya te mostré la motocicleta - La señaló con la mano entera.
- Se siente bien, papá dice que cuando tenga 14 podríamos empezar a enviar humanos a investigar más mis tierras y quizás vivir allí - Le sonrió dulcemente, él quería ser un gran país algún día.
- ¡Seremos los mejores Arico, lo prometo! - Saltó de la mesa con emoción y lo abrazó, siendo correspondido. - Vamos dentro, está haciendo frío - El más bajo asintió y entraron con risas y charlas sobre América.
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- Pero silencio, oíste? - Susurró México al albiceleste, abriendo la puerta de su hogar y entrando lo más silencioso posible.
D.F. vivía con él y era de los más chismosos, por lo que simplemente debían decir "Argentina se va mañana y lo traje a dormir, el wey está pedo" y ya, fácil. Por suerte, lograron entrar sin problemas y fueron al cuarto del tricolor.
- Vení para acá, está haciendo frío - Le dijo Argentina y lo abrazó, empujandolo, mientras reían, levemente hacia la cama.
- Ya wey, quítate, estás gordo - Rió México, intentando alejar al argentino y fallando en el intento. - Sueltame Arge - Le pidió, siendo arropado por el del sol, el cual lo ignoraba. - República Argentina, sueltame ahorita - Exigió, por fin teniendo la atención de su, ahora, novio.
- No voy a darte bola - Fue lo único que dijo, para luego pensar mientras lo abrazaba.
- Ya Argie, sueltame que no hace tanto frío y me tengo que poner la pijama del PRI - Comenzó a empujarlo, siendo muy inútil ante el argento enamorado.
- Te dormís así, por que lo yo digo - Sonreía a más no poder, aún encarcelando al mexicano entre sus brazos.
México continuó luchando para salir de los brazos del sureño, mientras Argentina comenzó a darle besos, hasta llegar a los labios de su bello novio.
- Y-ya Arge, quiero cambiarme - México comenzó a ponerse nervioso, podría jotear con todos sus amigos pero estar en una relación... ¿Cuántos años habrán pasado desde la única "relación" que llegó a tener?
Argentina continuó dandole besos, México se dejaba algunas veces, pero otras lo intentaba alejar. Luego de un rato Argentina lo dejó, para disponerse a dormir, cosa bastante fácil pues estaba "débil" por el alcohol consumido.
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- Sí, en las últimas vacaciones Yucatán me llevó a Cancún, dijo que es uno de los lugares a los que los humanos desean ir mucho - Habló Arico, comiendo sus palomitas de maíz mientras veían algo de televisión.
- Woah, debe ser bonito entonces - Sonrió Runia ante tal respuesta. - Las últimas vacaciones que tuve las pasé con Папа, fuimos hasta Siberia con Moscú, había mucha nieve - Le dijo al más bajito, también comiendo aquella botana.
- Runia, tienes una llamada de Chipon, dice que tomaste sus pinceles especiales - Llegó Alemania, con un teléfono fijo en manos.
- Ah, ahora voy - Se levantó bajo la mirada de Arico, aún comiendo la botana.
Alemania le entregó el teléfono y Runia se alejó a su cuarto para verificar los pinceles. El tricolor se acercó al niño, que continuaba viendo la televisión.
- ¿Todo bien Arico? ¿La pasas bien? - Preguntó el alemán, quizás no decía nada y se aburría.
- ¡Todo genial! - Le sonrió, calmando al adulto que se acomodó las gafas. - Runia me dijo que harán un evento de aniversario de Berlín, puedo ir? Le prometo que me portaré bien - Juntó sus manos luego de dejar el bowl de palomitas en el suelo, como si estuviera rezandole a Alemania, el cual rió.
- Hablaremos con México y vendrán los dos, te parece bien Ari? - El niño asintió feliz, estaría en un lugar historico. - Mmm... Ven, quiero mostrarte un lugar - Le hizo una seña y comenzó a ser seguido por el hispano.
Alemania sabía que Arico estaba bastante a gusto sobre el tema de la historia y quería que lea un poco cuando deba devolverlo a México.
Lo guió hasta una pequeña biblioteca, donde descansaban muchos libros de diferentes años, tamaños, colores y autores. Se acercó hasta un pequeño mueble, donde pequeños libros descansaban y buscó cierto diario personal para entregarselo al menor.- Toma esto, quiero que lo leas - Le sonrió, viendo como Arico estaba sorprendido por tal "regalo".
Abrió el libro, leyendo quién lo había escrito. - "Diario de notas de Unión Soviética." - Leyó en voz alta, viendo rápidamente al europeo con una expresión de sorpresa, para luego cambiarla de emoción. - ¡AHH! - Pegó un gran grito, dando saltitos en su lugar y girando a la vez. - ¡Muchas muchas gracias señor Alemania! - Sonreía a más no poder. Volvió a ojear el pequeño libro, queriendo empezar su lectura ya mismo.
- Es de una época bastante especial... 1970 a 1985 - Le dijo, sonriendo algo nostálgico. - Y, otro más... - Volteó para buscar otro diario, algo más chico que el anterior.
Arico lo tomó y lo leyó igualmente. - "Notas personales de Third Reich. NO TOCAR." - Y volvió a estallar en gritos.
- Quiero que cuides muy bien los diarios, son especiales e importantes en el mundo y en esta casa - Dijo un poco neutral, para que el americano entienda la importancia.
- ¡Si si si si! - Asintió repetidas veces con emoción, abrazando ambos diarios de aquellas fuerzas antiguas. - ¿De qué año es? - Preguntó referente al de T.R.
- Los años de la segunda guerra, pero ese es especial por que se centra en América - Le guiñó, sacandole una risita al niño. - Guardalos, anda - Lo guió hasta fuera del cuarto, donde salió corriendo y él cerró la puerta para suspirar. - Ahora a decirle a México - Negó con la cabeza, sacando su celular para buscar el contacto y llamar al mexicano, pero antes leyó un mensaje de su amado Rusia. - "Llegaré en una hora y media. Por favor dile a Runia que le llevaré un regalo." ay Rusia, lo conscientes mucho - Sonrió, el ruso para verse muy frío y antisocial era demasiado amoroso.
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Amor a la... [Countryhumans]
FanfictionContar siempre la misma historia ya es aburrido, cuenta con muchos clichés novelisticos y siempre va a terminar igual: sin su final. Pero por ver esa sonrisa, aunque sea una vez más, lo vale, lo vale aunque su dulce voz no pronuncie su nombre, su me...