Amor a la... [Countryhumans]

Capítulo 15: Siempre Juntos

- ¡Venezuela! ¡Cuidado! - Gritó uno de los jóvenes mientras corrió a empujar al país, pues le estaban apuntando.

- ¡Gracias chamo! - Le sonrió en agradecimiento, para seguido volver a la seriedad y mirar por encima de unas estructuras rotas. - Tsk... Avísale a Arge ahora - Le pidió, sacando su celular y lanzandolo al muchacho, él estaba vigilando que nadie los vea.

- Sí señor! - Respondió a la orden, encendiendo el dispositivo y buscando el contacto entre los Whatsapp del veneco.

- Están girando... Vamonos - Dió media vuelta y comenzó a correr, con arma en mano y su joven acompañante detrás, el cual escribía al albiceleste.

[En otros países]

La situación en Venezuela sigue como hacia unas horas atrás. Autoridades peruanas de la marina han capturado a varios supuestos agentes, quienes eran ilegales estadounidenses tratando de huir en lancha hacia Centroamérica.
La provincia de Argentina, Buenos Aires, sólo nos dirigió pocas palabras:
"Haremos todo a nuestro alcance por la libertad de nuestro hermano."

Además de Argentina, Brasil y Colombia se han unido en carne propia a la lucha. Por otra parte, también la mismísima Bolivia ayuda a transportar más alimentos para los afectados y Ecuador envía cada vez más médicos a las zonas de desastre.

- Ay virgencita... - Dijo México al ver el canal internacional, donde era la mejor fuente para saber de sus amigos.

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- Maldita sea... - Quejó el estadounidense, viendo aquello que lo preocupaba, pues le habían cancelado una salida por ello.

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- Pobre Venezuela... - Habló Canadá, con su comida en mesa, viendo todo lo que podían informar.

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- Llamaré a Argentina - Comunicó el ruso a su pareja, quien estaba con el niño en brazos.

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- Llama ya mismo a Chile - Ordenó el del monóculo a una sirvienta, quien se apresuró a cumplir la orden.

- Cariño - Llamó la francesa, pero fue completamente ignorada.

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(. . .)

Venezuela estaba descansando en el hombro de Colombia. Estaban en un mini hospital puesto por los ecuatorianos especializados, quienes seguían sanando cualquier tipo de herida de aquellas personas.

- Están por allí - Señaló el enfermero en dirección a la pareja.

Los dos países más altos se acercaron a ambos, saludando por lo lejos a Colombia quien respondió el gesto despacio, pues quería que el venezolano descanse como nunca antes.

- ¿Hace cuánto están acá? - Preguntó Argentina, viendo el lugar bastante lleno.

- Hace 5 horas y media parce - Sonrió débilmente, pues estaba cansado. - ¿Qué te pasó Arge? ¿Quién te hirió? - Preguntó el colombiano al ver el parche en la mejilla del argento.

- Pff, esto? Un yankee con navaja - Alzó una mano con despreocupación, pues sólo había sido un corte superficial. - Me creí la del muertito y me atacó por la espalda. Estaba solo, le dije a la muchachada que vayan llendo de a 3 a los escombros y bue... - Sonrió, estaba bastante animado.

- Se le salió todo el petróleo - Bromeó Brasil, sacando unas risas al grupito. - ¿Estás herido? - Le preguntó, pues se veía bastante bien.

- Roce de bala en brazo izquierdo - Respondió con su sonrisa colombiana. - Venezolano opuesto, estaba tratando de matar a una mujer... Ella me dijo que ese era su novio - Suspiró, recordando el horror en la cara de la mujer.

- Ya che, llegamos nosotros, asi que tranca amigo - Hizo la seña de me gusta con la mano derecha, pues la izquierda estaba apoyada en el arma.

Colombia suspiró. - ¿Alguna novedad de Gallos? El jue'puta se escondió como rata - Miró a un lado, con ira reprimida.

- Ninguna Colombia - Respondió Brasil, comenzando a ser el punto de atención. - Mis hombres hacen todo lo posible por rastrearlo, pero quizás tardemos más tiempo... - Colombia asintió ante aquello, y sin mirar, comenzó a acariciar levemente el brazo del venezolano.

Argentina notó aquello al igual que Brasil y se dirigieron unas miradas bastante cómplices, sonriendo para comenzar una charlita.

- Asi que... ¿Hace cuanto Colo? - Preguntó Argentina, para sacarle información al tricolor.

- ¿Hace cuánto qué parce? - Lo miró confundido, sin entender la mirada del albiceleste.

- Ya sabes hermano, hace cuanto salen? - Fue Brasil el que se arriesgó más al preguntar. Aunque tenía un pensamiento diferente al del argentino.

- ¡¿QUÉ?! - Gritó y se removió en su lugar, sin prestar atención esta vez a Venezuela. - ¡VENEZUELA Y YO NO SALIMOS! ¡NO DIGAN ESO! - Se había sonrojado, queriendo matar él mismo al sureño.

- Nunca dijimos Venezuela - Sonrió aún más Argentina, de forma victoriosa.

- ¿Venezuela? - Lo miró, pues se había despertado. - Creí que había conseguido novia - Dijo Brasil bastante confundido.

Miraron a Venezuela, quien se resfregó los ojos, pues fue despertado un tanto brusco. Miró a los presentes, recalculó lo que escuchó (que fue muy poco), abrió los ojos para mirarlos fijo y besó sin más a Colombia, quien quedó en un pequeño shock.

- Marico hasta la muerte mamagüevo - Dijo antes de bostezar, para luego estirar sus brazos y levantarse de la camilla donde estaban sentados. - ¿Qué te pasó chamo? - Preguntó mirando a Argentina.

- Yankee - Respondió sonriente, pues estaba feliz de ver a aquellos dos por lo menos juntos y vivos. - Dale, me mandaron acá para buscar a alguien - Apuró, pues habían perdido tiempo.

- Sí, a mi - Tomó su abrigo bajo la mirada de los otros 3. - Brasil, Colombia, tienen que ir con el comando 3, ellos saben donde van, les van a explicar - Mientras hablaba se preparaba. Revisó las balas de su pistola, guardandola en su pantalon, luego tomó una HKG36C alemana y miró serio al albiceleste.

- No' vamo' - Dió media vuelta, saludando de espaldas a los otros dos siendo seguido por el líder del país.

Esa sería la última vez que se vería a Venezuela tan serio, herido y con un sentimiento de tristeza oculto en él.