Capítulo 11: Mejorar

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Estaba todo gris, o así se sentía el ambiente por las calles de Buenos Aires. Aquella provincia entró en su hogar, cerrando la puerta tras de si y suspirando.

- Ya llegué - Gritó, para avisar a quien esté dentro.

Bs. As. fue hasta la cocina para tomar algo de agua, pues el viaje y la junta lo habían agotado por completo; ser el encargado de un país entero no era nada fácil.

- Hey, Bai - Saludó Misiones al mayor. - Papá sigue en su pieza, sigue sin salir - Le informó, y el otro terminó de preparar una comida para el país. - Intentá hablarle otra vez, decile eso de México y Arico, seguro te va a dar bola con eso - Pidió, como siempre lo hacía, pero metiendo esta vez al niño.

Baires suspiró. - Sí ya sé, ONU me dijo que tenía que decirle... Tenemos que ir Tucu, Arge y yo - Miró el pan que estaba cortando, y cuando terminó, miró a su "hermano". - Capaz y CABA tiene que ir... Ni idea - Dejó el cubierto sobre la mesada y tomó la bandeja con comida.

- Suerte - Fue lo único que le dijo el tricolor antes de que la capital fuera donde el mismísimo país.

Aquella provincia, la más vieja de todas, subía las escaleras en dirección al cuarto de Argentina, quien apenas salía para ir al baño o comer alguna que otra botana. Al abrir la puerta lo vió sentado en su cama, observando el suelo como si fuera lo más interesante del mundo y estando completamente a oscuras en el cuarto.

- Che, viejo - Llamó, acercandose y colocando la bandeja en la cama, para seguidamente sentarse al lado de esta dejandola en medio de ambos. - Re aburrida la junta eh - Quiso comenzar una conversación de una forma "divertida", pues no veía sonreír al albiceleste desde hacía ya 8 años atrás.

- ¿Qué querés? Decilo ya y no rompas las bolas - Dijo agresivamente el del sol, arrugando el ceño y aprentando sus manos unidas.

- Bien - Bufó molesto el de verde. - En agosto es el evento, México va a subir al puesto de potencia quitando a Reino Unido de su puesto - Habló con velocidad, recordando las charlas por videollamada con ONU.

- Aja - Fue lo único que soltó, sintiendose horrible por dentro, pues no estuvo en el camino de México apoyandolo.

- Tenés que ir si o si, dos horas y volvés para acá - Dijo, recibiendo ésta vez la mirada del adulto. - Tucumán y yo también vamos - Agregó, pero sabía que Argentina se había quedado con "Tenés que ir".

- ¿Dos horas? ¿Va a ir-...

- Sí, acompañando a México - Respondió obvio a la obvia pregunta del niño. - ¿Sabés? El pibito está enorme - Sonrió, mirando al techo mientras el país lo miraba con sorpresa. - No sé si te acordás que en una Tucu vino re feliz, creo que ni lo viste - Volteó al del sol, sonriendo. - Nos contó a todos que Arico, que tenía 3 años por ahí, se hizo amigo de Venebia muy rápido - Contó, recordando la cara de su hermano albiceleste.

- ¿Venebia? - Preguntó confundido el país.

- El hijo mayor de Venezuela y Colombia, tiene un año menos que Arico. Por eso no lo conocés y como no nos das ni la hora... - Dejó sus palabras al aire, mientras Argentina pensaba en muchas cosas.

- ¿Están bien? - Preguntó, con un tono triste en su voz.

- Lo están - Respondió, pero suspiró. - Cuando ariquito tenía 2 años, Estados Unidos tomó parte de su territorio, pues según el mapa, estaba pasando su frontera - Explicó, sintiendo la ira del país y mirándolo. - México sigue intentando que lo deje, andan hablando mucho - Continuó, siendo observado por el contrario.

- Pff... ¿Y el hojita? ¿Ya aprovechó y me quitó todo? Por que si es así dejo todo y me voy a la mierda - Habló muy molesto, pues desde que no sale de sus propias tierras ve las redes y Canadá no era muy "discreto" con respecto a su amor por el mexicano.

- México no se deja - Soltó. - Él te sigue esperando, Argentina - Aquel nombre fue pronunciado con seriedad.

- ¿Seguro? No me sorprendería que me deje, no estuve para ninguno de los dos y tampoco estoy mejoran-

- República Argentina - Llamó la capital para callar al país, quien lo miró con algo de miedo. - Si seguís mostrando mejoras cada tantos meses, ONU cree que en 17 años vas a poder volver a ser lo de antes - Dijo firme, mirando a su "líder". - Si mostrás tus verdaderas mejoras podría reducirlo a 10 - Apretaba sus puños, pues era demasiado tiempo.

- ¿17 años? ¡No me voy a quedar encerrado tanto tiempo! - Gritó molesto, levantándose.

- Apuráte entonces - Buenos Aires copio la acción del albiceleste, y ambos se miraron fijo.

Todo estaba en silencio, pero un "¡Llaman!" con la "a" siendo dicha hasta la puerta se hizo presente.

- Baires, el yankee - Dijo Córdoba, interrumpiendo el ambiente tenso del cuarto.

- ¿Ahora qué quiere? Le dije que hable con Bolivia si es por Perú - Quejó molesto.

- Tema territorio - Fue lo único que dijo, alarmando al mayor. Extendió el teléfono fijo. - Quiere hablar ya mismo, lo escuché apurado - Baires le quitó el teléfono, haciendole una seña y viéndolo.

- ¿Qué es eso del tema territorio? - Preguntó Argentina en cuanto su capital se marchó.

- Arico - Respondio Córdoba un tanto serio, pues no "se le daba" ser serio, era el fiestero y divertido de la familia, el primero antes que CABA.

Argentina se sintió entre aterrado y furioso, pues aquel "yankee" estaba dañando a su hijo. "Su hijo", era algo sorprendente que pueda llamarlo así considerando que no lo conoce...

- ¿Qué vas a hacer? ¿Va' a seguir juntando mugre? - El tricolor cruzó sus brazos, mirando de una forma casi acusadora al país.

- ¿Qué? - Preguntó un confundido latino, que no entendía a su propia provincia.

- No te hagas - Dijo, acercándose al mayor. - Mex va a ser una potencia, vas al evento y tú hijo va a estar ahí - Lo señaló sin miedo, estaba bastante cansado de la actitud de su superior. - ¿Qué mierda va'i hacer eh? Estás bien, para agosto estarías bien y el idiota de ONU no tendría otra opción que darte... 3 años máximo, todos mejoramos, pero si no lo demostrás vamos a seguir estancados - Córdoba se mostró duro frente al país, pues quería que note la situación y deje de "webear" para salir adelante.

Argentina apoyó la palma en su frente, soltando algunas lágrimas de muchos sentimientos. Sus provincias tenían razón, él mismo arruinaba el progreso de los demás, simplemente se sentía terrible ante lo ocurrido para terminar así.

- Tenés razón - Eso llamó la atención de la provincia fiestera. - Todos tienen razón, soy un hijo de puta que sólo sirve para arruinar a los demás - Su sinceridad le quitaba un peso, uno bastante grande. - Voy a demostrar que estoy re bien, y qué mejor que el 9? - Sonrió animado, comenzaría a reparar todos sus errores. - ¿La provincia fiestera me va a ayudar? - Preguntó con una sonrisa divertida.

- ¡Pero che! - Córdoba hizo la típica pose de madres molestas, pero sonriendo. - Me ofendes viejo, cómo no? - Estrechó su mano, sintiéndose bien por haber hecho al país sonreír.

Argentina ahora estaba dispuesto a demostrarle al mundo que él estaba bien, que podía salir de sus problemas aunque estuviera muy hundido.

Amor a la... [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora