Capítulo 16: "Nos liberé..."

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- ¡VENEZUELA LA PUTA MADRE! - Gritó Argentina, siendo tapado por la balacera que se llevaba a cabo por los enemigos. - ¡Vayan por la izquierda! - Ordenó a un grupo de hombres, siendo obedecido al instante. - Tsk... Ya estoy viejo para estas mierdas! - Quejó, levantándose levemente para apuntar en un hoyo de escombros, pues aquella lluvia de balas había parado unos momentos.

- ¡Estoy entrando pana! - Comunicó por el transmisor a los demás, entrando por un lado más alejado de todo el conflicto "central".

Ya dentro calmó su paso, dando giros de 180° cada 2 segundos, en caso de que alguien lo ataque por la espalda. Buscaba por toda aquella habitación al último que hizo su país una basura, y digo el último, pues no dejaría que nadie más lo arruine.

- ¡Sal Gallo! ¡Estás perdido! - Gritó, aún caminando, observando su alrededor y sintiéndose extraño.

Llegó a una especie de oficina, completamente destruida a decir verdad, con una tenue luz proveniente de la parte trasera de unos vidrios colgantes y rotos. El país se acercó con cautela, pisando rocas, concreto y vidrios rotos del suelo.

Finalmente lo vió.

Apuntó su arma a la cabeza del enemigo. - Julián Gallo - Llamó, haciendo que el otro detenga sus movimientos. - Hasta que te encuentro, rata - Frunció el ceño, dando pasos alrededor, buscando alejarse del hueco por donde entró.

- Venezuela, mi querido país - Habló sonriente el tal Julián, volteando para comenzar a ver a su nación. - ¡Pero mírate chamo! ¡Te ves muy bien! - Burló, apoyandose en el sucio escritorio que, ahora, tenía detrás.

- Estaría mejor sin ti - Respondió, con voz firme y molesta. - ¿Porqué le sigues? ¡Estamos arruinados desde hace poco más de 66 años! - Gritó furioso, moviendo el arma un poco, asustando a Gallo. - Te convertiste en un traidor a la patria, a mi! Por unas simples monedas - Mientras hablaba, lo miraba fijo y con algo de dolor.

- Mira Vene - Comenzó a hablar, pero el veneco gritó interrumpiendolo "¡No me digas Vene!". - Venezuela, todo el mundo gira alrededor del dinero - Explicó, dando leves pasos hacia atrás. - ¿Porqué tú no? ¡Podrías ser alguien muy poderoso! - Alzó los brazos, sonriendo y viendo la duda en el país. - Anda... Únete a nosotros - Estiró el brazo hacia adelante, buscando una estrechada de mano.

Venezuela pensó, pero quitó todo y habló firme y claro.

- Yo no traicionaré lo que una vez fuí, no traicionaré lo que han dictado en nuestras reglas cuando he nacido - Dió dos pasos hacia Julián, quien comenzó a temer. - La República Bolivariana de Venezuela no traiciona a los suyos, y los suyos no la traicionan - Fue lo que hizo que finalmente, una respiración agitada aparezca en Julián.

 - La República Bolivariana de Venezuela no traiciona a los suyos, y los suyos no la traicionan - Fue lo que hizo que finalmente, una respiración agitada aparezca en Julián

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- Llevenlos a la carpa, si no hay lugar, apuren el viaje a las demás - Habló a sus soldados, con una mirada preocupada.

Los soldados se fueron, dos camionetas y un auto bastante llenos por los heridos y compañeros.

- Busco a Venezuela, cambio - Comunicó por la radio que traía pegada a su cuerpo.

- Estoy llevando a Brasil con Ecuador, todo está lleno de heridos y, muertos... - Habló Colombia con voz decaída. - Recibió un balazo en la pierna derecha y tiene una tajada por el ojo derecho. Avísame si ves a Vene parce, cambio.

Argentina, con arma en mano, comenzó a correr hacia donde se suponía iría el Venezolano durante la balacera de momentos atrás. Corriendo y girando cada momento, en cada lugar, no lo encontraba; comenzó a creer que había desaparecido...

- ¡VENEZUELA! - Gritó en desesperación, alargando la "a". - ¡VENE! ¡VENEZUELA! - Sus ojos comenzaron a ser cristalinos, largando poco a poco algunas lágrimas. - ¿Qué mierda le voy a decir a Colombia? - Se preguntó, aún sin señales de su amigo.

Mirando en toda dirección, estando a punto de desplomarse, lo vió. Por supuesto corrió hasta él, tiró el arma de fuego y lo abrazó, siendo correspondido.

- ¡La re putisima madre Venezuela! - Hablaba no, gritaba por la alegría. - ¡Me cagué todo! ¡Ya estaba pensando que me quedé sin hermano! - Argentina no lo quería soltar, a pesar de estar siendo empujado. - ¡No te voy a soltar pelotudo! - Habló, separándose un poco para limpiar sus lágrimas.

- Eres güevon - Venezuela, sonriente, lo abrazó. - Ya está pana, ya está - Dijo, comenzando a llorar. - Son libres marico, son libres - Estaba por llorar a mares, tantas emociones que por fin podía liberar.

- Sos libre Vene... - Le confirmó el albiceleste, abrazandolo como contención. - Te prometo que te voy a ayudar a reconstruir todo, al fin que varios tanques míos hicieron esto - Rió, también oyendo la risa del más bajo.

- Ay pana... - Suspiró, limpiando las lágrimas derramadas por su rostro.

- Dale, vamos con los pibes, que Brasil anda herido - Se alejó del veneco, caminando tomó su arma y continuó.

Venezuela lo miró unos segundos, pero volteo con leve seriedad a donde había estado y donde yacía el cuerpo ya sin vida de Julián Gallo, el último traidor de la patria venezolana.

Amor a la... [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora