Amor a la... [Countryhumans]

Capítulo 29: Tango

Polonia se preparaba, pues debía estar presentable ante sus invitados. Estaba feliz, pues ayudaba a todo humano que necesitara algo.
Había planeado una gran cena: la entrada sería un borsch de remolacha, la comida principal golonka y de postre un nalesniki de la forma que el invitado desee.

- Están llegando - Avisó uno de los mayordomos contratados para la ocasión. - ¿Abrimos las puertas y los dirigimos a sus asientos? - Preguntó, pues habían varios países fuera, esperando entrar al salón que alquiló el bicolor para el evento.

Asintió, terminando de acomodar su corbata roja en su cuello. - Dejalos pasar, muestrales sus asientos y diles a los demás que ofrezcan copas - Pidió al voltearse, mostrandole la sonrisa al humano.

- Por supuesto - Le devolvió la sonrisa. - ¿Algo más señor? - Preguntó en caso de algún detalle.

- ¿Están practicando aún? - Preguntó, queriendo saber que el espectáculo saldría bien.

El mayordomo asintió, calmando al polaco y dejandolo ir a cumplir su trabajo. Volteó para hecharse una última vista y dejó salir aire.

- Esta noche será inolvidable - Afirmó.

Y por supuesto que lo sería, querido Polonia...

[Inserte reloj]

- Buenas noches Alemania - El alemán se levantó de su asiento, para saludar a su vecino. - ¿Disfrutando? ¿Necesitas algo? - Saludó con la mano y un leve "Hola" a los demás en aquella redondeada mesa.

- Polonia, la velada es increíble, te felicito - Halagó, asiendo sonreír más al más alto. - Y, dónde está Rusia? Se fue antes de que llegue el postre - Miró a todos lados, quizás había ido a saludar a alguien. - No me dijo nada - Habló.

- No te preocupes por nada - Fue lo único que le dijo. El alemán se volvió a sentar, viendo a su hijo disfrutar el postre. - ¿Francia? - La miró.

- Exquisito, todo de maravilla Polonia - Habló sonriente, bebiendo algo de champagne.

- Me alegra oír eso, ¿qué dices Austria? Y tú Bielo, eres la segunda principal en la ayuda - Le dijo, sacando unas cuantas risas.

- Todo está genial, aunque te pediría algún espectáculo, no traje a nadie para bailar - Bromeó Bielorrusia.

- Es verdad, espero no sea como los eventos de ONU - Siguió Austria.

- No se preocupen, termino de saludar a algunos y daré paso al espectáculo que hice traer - Les guiñó, haciendolos sonreír a todos. - Disfruten - Y se alejó.

En aquella mesa sólo estaban los que ayudaban a Polonia en la organización, los que aportaban no sólo dinero, sino ayuda. Francia, Bielorrusia, Austria, Alemania y su hijo (por ser niño), República Checa y Lituania, quienes habían salido de la mesa para charlar y bailar un poco.
Las siguiente mesa que pasó a saludar era a los países quienes más había ayudado. Chipre, Georgia, Santa Lucía, Omán, Malaui y Lesoto, todos charlando entre sí de sus mejoras y la gran fiesta.

Por supuesto Polonia se había preocupado por las familias que habían (sólo dos realmente), por las parejas y los grupos de amigos como eran los latinos, quienes ocupaban 3 mesas juntas.

- ¡Hey Pol! - Llamó México, quien estaba entre un asiento vacío y Ecuador.

El polaco se acercó curioso, quizás querría más comida o la receta. - ¿Si México? - Preguntó sonriente y curioso a le vez.