El tiempo no se detiene.
Los miedos siguen.
Recuerdos hermosos quedan.
Los sueños pasan.
El tiempo se refleja en la piel.
Las esperanzas quedan en el olvido.
No es cuestión de poder, si no de querer.
...
“Cuando nuestros cuerpos se unen, hacemos una hermosa sinfonía.”
° ° °
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Pov. Levi [...]
Con algunos tropezones logramos llegar a mi habitación.
La ropa había quedado esparcida por todo el lugar. Estábamos completamente desnudos.
Logré que Eren gimiera solo con mis caricias, yo no podía controlar mis emociones y las sensaciones nuevas que mi cuerpo resivia, sería la primera vez que tendría intimidad con Eren.
Lo bueno era que nadie nos interrumpirá está vez y eso me ponía nervioso.
Nos dejamos caer en la cama, mi cuerpo sintió la temperatura del cuerpo de mi Eren.
Eren se estremeció cuando nuestros miembros rozaron.
Mis caricias eran suaves, al fin podía tener el deleite de tocar a Eren. Al fin podría entregarme a Eren completamente. Al fin Eren sería mío no solo en cuerpo.
Mis manos acariciaron cada rincón de su piel, cada vez que yo besaba o tocaba su cuerpo el reaccionaba y me regalaba un sonoro pero delicado gemido. Eso solo me provocaba más y más.
Eren abrió sus piernas, su cuerpo era para mi. Solo para mí.
Empecé a lubricarlo, no quería dañarlo.
El se aferraba a las sábanas, sollozaba y eso me alarmó. Me acerqué a él y bese una de sus mejillas.
- ¿Quieres que siga? - susurré en su oído. Él me miró y con una sonrisa me dijo - Sigue bobo, estuve esperando esto durante mucho tiempo.
Asentí y bese sus labios.
El dejó sus ojos cerrados, trataba de ser sueve. Luego de unos minutos que utilice para prepararlo y besarnos. Ya estaba listo para lo siguiente.
Me acomodé, tome mi erección y me acerque a su entrada ya preparada.
En ese momento Eren se alarmó y me alejó de él- Espera... Espera un momento.
Él se acomodo en la cama y se cubrió con las sábanas. - Tengo miedo... Me dolerá y no me gusta el dolor.
No respondí, me acerque a él y lo abracé. Me cubrí con las sábanas. Su mirada era atenta.
- ¿Estás enojado? - dijo y se acercó a mí
No quiero obligarlo, no quiero que me aborrezca y que se aleje de mi.
- No estoy enojado, respeto lo que dices y si no quieres seguir yo lo comprenderé.
Extendí mis brazos y Eren se acurrucó en mi pecho, suspiro y empezó a besar mi cuello.
