➵ Capítulo 2

738 101 47
                                    


Ahí estaba él, sentado en un restaurante cinco estrellas con una copa de vino en la mano. Observó a Junho que hablaba acaloradamente por teléfono y bebía de su copa. Se encontraba recostado en su silla con elegancia de piernas cruzadas.

Wooseok sabía perfectamente que los dos llamaban la atención, los ojos de todos se posaban en ambos y ni siquiera se molestaban en disimular. Tal vez el tenía un poco de culpa, se había duchado pero olvidó ponerse neutralizador. Su olor cítrico era captado por cualquier alfa y se darían cuenta de su condición más rápido.

—¡Hyukie! —exclamó Junho, y Wooseok dejo de mirar su copa para levantar la vista. Alfa— ¡Al fin llegas, idiota! A la próxima Seok te pateará el culo —las mejillas del nombrado se tiñeron de un leve carmesí. Los ojos del hermano de Junho estaban sobre él y toda su anatomía, observándolo como un lobo a su presa— Los presento —siguió el ahora azabache— Jinhyukie, él es mi asistente y mejor amigo Kim Wooseok.

—Es un placer —el alfa dio un paso hacia él y se mantuvo quieto en su lugar, era como si su cuerpo se manejara por sí solo. Olor a pino y algo de tierra húmeda invadió su sistema. Alfa, nuestro. Olía a libertad, el maldito alfa olía a su más grande deseo. Un calor abrasador se extendió desde la punta de sus dedos hasta el resto de su cuerpo cuando Jinhyuk tomó su mano y besó sus nudillos. Wooseok sonrió y rodó los ojos— Eres verdaderamente encantador, absolutamente hermoso.

—¡Déjalo! —Junho cortó de un manotazo el contacto y empujó a su hermano al asiento frente a ellos— Y como ya sabrás, Wooseok. Este es el bobo de mi hermanito.

—Gracias —comentó el castaño mirando a Jinhyuk.

Tenía ganas de salir huyendo por primera vez en su maldita vida, pero ahora no había vuelta atrás. Le había dicho a Junho que lo ayudaría con todo y eso implicaba convivir con los Lee por un tiempo. Implicaba convivir con Jinhyuk. El alfa era atractivo, demasiado para su bien pero ¿Tenía que oler tan bien? Esa era la peor parte, su omega se sentía en paz y cómodo cerca del alfa. Lobo tonto.

Se sentía tan extraño, no sentía ese rechazo que surgía desde el fondo de su ser como le ocurría con la mayoría.

—Es obvio que Wooseok va a estar conmigo todo el tiempo, es mi asistente después de todo —al escuchar su nombre volvió a poner atención en la conversación que mantenían los Lee— ¿Por qué?

—Por nada —contestó el menor— ¿Qué piensas, Wooseok? —su nombre había sonado tan bien pronunciado por su boca.

—¿Sobre qué? —inquirió avergonzado.

—¿Ves? Te lo dije, no nos estaba prestando atención —el tono del alfa era burlesco, eso lo molesto un poco. Sus facciones se endurecieron al igual que su mirada, Jinhyuk lo notó— Estás perdido en tu cabeza y aún así te ves encantador.

—Patético —bebió un sorbo de su vino— Mejor ahórrate esos cumplidos vacíos —ambos se miraban desafiantes— Y es la verdad, lo siento Junho, no estaba prestando atención —confesó— ¿Ya ordenaron? Muero de hambre.

—Sí, hace rato —se metió Jinhyuk.

El alfa se sentía extrañamente nervioso y ansioso, sus manos picaban y tenía que hacer uso de todo su autocontrol para no lanzarse sobre el omega y devorar sus labios. Era extraño en demasía, nadie le había contestado y hablado de tal manera, los omegas simplemente le hacían ojitos y le coqueteaban descaradamente pero este... Era tan precioso, delicado y seguro el más hermoso que sus ojos hayan visto, pero su apariencia no coincidía con el aura de autoridad que desprendía, la rudeza y desafío en sus ojos lo llamaban. Curiosidad. Sentía la enorme necesidad de conocerlo, saber lo que pasa por su cabeza cuando sus ojos se pierden en algún punto.

Delicado Omega ♡ | WEISHINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora