➵ Capítulo 7

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—Todavía no me olvido de que me golpeaste —le recordó.

—No me arrepiento en lo más mínimo —le sonrió con autosuficiencia, habían pasado dos días de lo ocurrido y dos días desde que durmieron ambos en la misma cama. El alfa extrañaba el calor del omega, Wooseok jamás admitiría que era algo recíproco.

—Que cruel —toco su pecho en un acto dramático— El destino me odia, mi omega me odia.

Wooseok rodó los ojos y miró el cielo. Ambos estaban acostados en el patio, al alfa se le ocurrió que podían tener un picnic en el patio de la casa y el omega no se negó, simplemente lo siguió. El trozo de tierra tenía un jardín lleno de colores, las plantas le daban el toque.

—¿Sabes? A veces me cuestiono la razón de que me odies tanto.

—No es personal, la mayoría de los alfas me desagradan pero que seas tan insufrible y odioso tampoco ayuda.

—No generalices, uno o dos no son el resto.

—¿Es en serio? —cuestionó y lo miró— La mayoría son unos imbéciles, nos ven como si fuéramos inferiores y deberíamos complacerlos pero no es así. No les debemos hijos, tampoco debemos estar obligados a satisfacerlos sexualmente y mucho menos a ser sus esclavos. No es nuestra obligación, aunque es más duro para las mujeres porque alfas machistas sobran, a nosotros también buscan someternos.

—Eso es estúpido, no son inferiores. Son personas como nosotros y sin ustedes seríamos bestias matándonos entre sí ¿Quién te dio esa mala imagen de nosotros?

Su padre y los socios, todos eran así. Las cenas en las que llevaban a sus parejas y cachorros, cuando usaban sus voces de mando por mera diversión, creció rodeado por ese tipo de alfa.

—Estas equivocado —dijo Jinhyuk— No todos son así, el omega es nuestro compañero de vida. No va ni detrás o delante de nosotros, va a nuestro lado. El hijo de puta que te haya dicho eso es un imbécil.

—Nadie me lo dijo porque yo mismo lo viví —su voz se había apagado, tan solo recordar lo vivido lo apagaba.

Jinhyuk no dijo nada, guardo silencio. Un silencio que albergaba cientos de preguntas. Se dijo que debe ser paciente, en algún momento lo sabría. Sabría las razones del castaño para comportarse de esa manera.

Después de una tarde llena de risas por que sí, el alfa había levantado su ánimo después de lo hablado. Lo había hecho reír con bromas malas, la relación iba mejorando de apoco. Era armonioso y se sentía pleno. Entraron a la casa una vez que el sol se escondió y ambos fueran a sus respectivas habitaciones a darse una ducha.

Wooseok no lo sabia, pero Jinhyuk el tiempo que no estaba con él se la pasaba pintando o dibujando. La creatividad lo había llenado desde que lo vio en aquel restaurante, además de que estaba alegre. Ya no le interesaba llamar la atención, salir por ahí, beber y tener una vida nocturna además de algo casual de una noche. No lo necesitaba. Lo único que necesitaba es que los ojos del omega se vean risueños como esa tarde y la sonrisa sea sincera.

—Hyuk, Dongpyo vino a comer y pregunta por ti —la voz dulce de su hermano irrumpió sus pensamientos— Vino con Seungwoo hyung, ambos se van a quedar a comer. Por favor, busca a Seokie y bajen —¿En que momento el azabache había abierto la puerta? Pestañeó varias veces y asintió ante la mirada de su mayor— Otra buena noticia es que las primas salieron.

—Si, yo lo busco Junho hyung —el azabache le sonrió y se fue.

El alfa terminó de vestirse y salió de su habitación cerrando de un portazo. Estaba feliz de que Dongpyo volviera a la casa pero la idea de que Seungwoo viniera le hacía ruido, no lo quería cerca de cierto omega con hermosa sonrisa.

Delicado Omega ♡ | WEISHINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora