➵ Capítulo 15

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Se había despertado en los brazos de su alfa y esa, definitivamente, era la mejor forma de despertar. Se desperezó como pudo aún en los brazos de Jinhyuk. Se sentía tan bien.

Hace pocos días había vuelto a su apartamento y al trabajo, solo, Junho se había tomado unas pequeñas vacaciones pero estaba bien, las cosas salían como se esperaban. Todos los santos días su alfa lo pasaba a buscar en su Harley negra a la empresa y lo llevaba a comer para después llevarlo a pasear por la cuidad. Era feliz.

El frío de su apartamento pasó a ser calor cuando el pelinegro puso un pie en el piso y lo lleno de su olor, risas y quejas. En todos los lugares posibles dentro del apartamento se habían dado sesiones de besos, algunos más apasionados que otros y estaba bien, no había apuros.

Por otro lado, una pequeña parte de su ser se sentía inquieto. Su padre no había aparecido desde hace meses a reclamarle nada, las cosas estaban demasiado calmadas pero ahora no tenía tanto miedo pues no estaba solo y eso lo reconfortaba. Decidió dejar los malos pensamientos de lado y concentrarse en el ahora. Estaba cómodo entre los brazos de su novio, su alfa, su pareja. Así es como lo presentaba el pelinegro "él es mi novio" y no podía evitar emocionarse y sonreír.

El sonar de su celular a lo lejos llamó su atención, lo tenía olvidado ¿Quién podría estar llamando? Escapó como pudo de los brazos de su amado y camino por el frío suelo de madera hasta la cocina donde había dejado el aparato cargando.

—¿Hola? —contestó sin siquiera mirar quién llamaba.

—¿Hablo con Kim Wooseok? —inquirió una voz ronca al otro lado de la línea.

—¡Yohan! —exclamó el rubio emocionado— ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo? ¿Cuando vas a venir? ¡Hace años que no hablamos! ¡Desapareciste! ¿Por qué nunca más te contactaste? ¿Qué haces? ¿Ya terminaste tu carrera?

—Despacio, cachorro —hablo severo— Primero, muy bien gracias ¿Tú? Segundo, no hables tan rápido. Tercero, no desaparecí y tú tampoco hiciste el esfuerzo de contactarte conmigo —dijo con disgusto haciendo sentir momentáneamente culpable al menor— Como sea ¿Cómo estás, hermanito?

—Muy bien, la verdad —el rubio escuchó como alguien aclaraba la garganta detrás de él y volteó encontrándose con Jinhyuk— Buenos días —saludó olvidando por unos efímeros segundos que estaba al teléfono. El alfa tenía una ceja arqueada interrogante.

—¿Quién está contigo, Wooseok? —la voz de Yohan era demasiado demandante, exigente.

—Mi alfa, Yohan —trago duro. Jinhyuk sonrió en grande, el rubio se puso nervioso por el silencio que se instaló a través de la línea— ¿Kim Yohan estás ahí?

—¿Tú, Kim Wooseok con un alfa? Dime que aún no soy tío ¿Verdad? Me odiaría no estar ahí para mis sobrinos —el rubio abrió los ojos y miró al pelinegro poniéndose instintivamente nervioso y sus mejillas tornándose de un leve carmesí— ¿Cómo se llama? ¿Es de buena familia? ¿De qué se ocupa? ¿Lo conozco? ¿Hijo de un socio de papá? ¿Dónde se conocieron? ¿Ya te marcó? ¿Te trata como se debe? Dile que se cuide porque si te hace algo le voy a patear el maldito culo y bajarle los dientes, nadie se mete con mi hermanito.

—¡Yohanie para! Su nombre es Jinhyuk —el nombrado se acercó y lo abrazo por la cintura— Lo nuestro es reciente, no me marco. No eres tío, tranquilo —el rubio se puso tenso cuando el alfa susurro un "aún" en su oído provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo— Me trata bien, me gustaría que lo hablemos en persona.

Jinhyuk le arrebató el teléfono al rubio y salió corriendo hacia la habitación en la cual se encerró ignorando las quejas de su omega.

—¿Wooseok estás ahí? —cuestionó una voz grave cuando el pelinegro posó el celular en su oreja.

Delicado Omega ♡ | WEISHINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora