— Quiero que me mires como antes— pronunció John con cierta tristeza.
—Eres egoísta y yo una tonta — rechinando los dientes.
Hubo un fuerte estruendo, se avecinaba una tormenta, la luz del rayo iluminó la cara de Samantha quién traía las facciones endurecidas y un malestar general. El tiempo estaba pasando ya no había nada que se pudiera hacer para detener lo sucedido.
—John, eres contradictorio. Primero dices que me amas, pero a la primera oportunidad vas y te revuelcas con otra.
—No tengo excusa para lo ocurrido, no sé que más hacer. Está situación me está volviendo loco.— tocándose el pelo.
— Sabes, aún atesoro nuestros momentos, pero no pienses por un momento que me convertiré en tu amante. Ambos sabemos que lo que tenemos es prohibido si pudiera estirparme este sentimiento lo haria. Pero no me perdono que sigamos en pecado. Debo marcharme, olvidarme hacerme a la idea de que somos hermanos. Cásate, ámala y olvídate de nosotros como pareja.
— No quiero pensar, que tus ojos me dejen de ver. Solo quiero estar contigo.
—Estas loco— corriendo a su habitación y dejando a John en medio de sus pensamientos. Claramente parecía una despedida pero intentaría una cosa más.
Un exquisito decorado, una celebración modesta pero de ensueño, la Baronesa se salía con la suya. Su estatus social subiría y sería invitada a cuánto evento social quisiera. Que rápido se había esparcido el rumor de su embarazo para su conveniencia. Se miró en el espejo e hizo una sonrisa ladina, en pocas horas estaría casada.
Un " sí quiero" sellaba sus destinos para siempre. Ese mismo día, Samantha abandonó Londres para no volver. John, trató de retenerla poco antes de que se celebrará la boda, percibía que si no lo hacía la perdería para siempre. Samantha, conversó con él, acarició sus mejillas y balbuceo " te amo". John la abrazó y ambos se sumaron en llanto por lo que fue y nunca será.
Samantha rompió aquel lazo y camino por un pasillo que parecía interminable.
La fiesta, se hizo como estaba planeada sin contratiempos ni sobresaltos. La baronesa se mostraba triunfadora agarrada del ahora su esposo.
John, suspiró profundamente, si sólo hubiera sido más prudente, más paciente, más consecuente con lo que profesaba no estaría atado a una mujer que no amaba.
Por otro lado, Samantha tenía marcado en el pecho todos los días que el tiempo no le dejo estar allí junto a su amor. Era una huella perdida que desaparecia en el olvido con ganas de ser revivida. El camino los separaba, haciendo que se sumerja en la desesperación y a eso se sumaba el siniestro que estaba a punto de ocurrir, no habían sido ni dos días de viaje cuando su barco naufragó. La noticia llegó dos semanas después a Londres, con una misiva poco alentadora."Estimado Duque de Dorsey, temo darle malas noticias. El barco en el que iba su hija a náufragado. Se está realizándo la búsqueda correspondiente, sin embargo, hasta ahora sólo se han recuperado 20 cuerpos, pero ninguno responde a las características de su hija. Prometo mantenerlo al tanto"
A su servicio
Moret.
El duque, cerró la nota y se llevó una mano a la sien, mientras observaba el jardín desde la ventana de su despacho. Le pareció ver a Samantha haciendo una señal y sonriéndole. Tan cálida y afable era su sonrisa que de sólo pensar que no la vería nunca más se le estrujaba el corazón. Ahora, tenía que llamar a su esposa y darle las terribles noticias.
†***************†*******************
Hola a todos se que es un poco corto quisiera que me den su opinión. Por favor comenten. Gracias.
ESTÁS LEYENDO
Inalcanzable Amor
Historical FictionSamantha una joven que cree en el amor, pero ¿Qué pasaría si el amor no es como lo imaginaba? John un joven inusual que adora lo prohibido. Podrán estos dos superar las barreras y el repudio de una sociedad.