XV

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Sus pies se balanceaban con tranquilidad de adelante hacia atrás mientras se sostenía de las cadenas del columpio. Soltó un suspiro. ¿Estuvo bien que saliera corriendo de aquella manera? Yoongi debía de estar muy preocupado por él. No le había respondido ni mensajes ni llamadas por más que insistiera hasta tal punto que apagó el móvil.

No sabía si les había dicho algo a los demás, pero estaba seguro de que TaeHyung estaba que moría de felicidad por no estar al lado de su hyung. Mordió su labio inferior con fuerza al imaginarse a aquel omega mimado restregándose contra el cuerpo de SU alfa.

Sus manos se apretaron en las cadenas hasta que sus nudillos se pusieron blancos, y no precisamente por el frío del invierno. Soltó un gruñido, sintiéndose totalmente cabreado con la imagen que se había creado. Bufó y se levantó con toda la intención de regresar al centro comercial pero se detuvo unos metros después. ¿Y si ya no estaban ahí? No recordaba el camino a casa de Yoongi desde ahí, aunque creía que sería más fácil ir a su propia casa para después ir a la del alfa. Negó. No quería arriesgarse.

Sacó el móvil y lo prendió, asustándose al ver una llamada entrando. Con esa ya iban cincuenta y seis, según lo que marcaba su recibidor de llamadas. Se mordió el labio inferior, debatiéndose en si responder o no, pero... ¡vamos! No perdía nada.

Suspiró y atendió la llamada, llevándose el móvil al oído.

— ¿Jungkook? Por favor, dime que eres tú.

La voz del alfa se escuchaba preocupada y totalmente agitada, quizá por estar corriendo... o haciendo otra cosa. Negó al ver que sus pensamientos se desviaban.

— Soy yo.

Solo aquellas simples palabras hicieron que se escuchara un suspiro totalmente aliviado al otro lado de la línea, ¿tan preocupado estaba?

— ¿Estás bien? ¿Dónde estás, Kook?

— En un parque cerca del centro comercial, i-iba a ir hacia allá.

Lamió sus labios y suspiró. Le habían entrado ganas de llorar por lo que no había retenido su sollozo, haciendo que el rubio se preocupara más.

— ¿Estás bien? ¿Estás herido? Kook, por favor, responde.

Y, aunque quiso, no pudo. Solamente se dejó caer en el césped y empezó a sollozar y llorar sin poder controlarse. ¿Estaba herido? Probablemente. ¿El dolor en su pecho se debía a eso? No, solo cuando recordaba la imagen de su alfa abrazando a otro omega como creía que solo le abrazaba a él. Le había dolido. Le había herido.

Cuando estuvo más tranquilo fijó la mirada en la pantalla de su móvil, la llamada seguía pero no se escuchaba nada al otro lado de la línea.

— ¿Hyung?

Habló con la voz ronca y entrecortada, un segundo después la llamada se cortó. Jungkook miró la pantalla fijamente antes de lanzar el móvil a algún lugar y cubrir su rostro con ambas manos, sollozando nuevamente mientras sentía sus palmas y mejillas húmedas por culpa de sus lágrimas.

Se vio siendo rodeado unos segundos después en un abrazo. Se giró de golpe para soltarse, cosa que pasó de inmediato, y cuando pudo enfocar bien la vista lo vio: de pie frente a él, mirándolo desconcertado, preocupado. Se puso de pie y se acercó al mayor, lo olfateó un poco y al darse cuenta que no olía a omega se pegó a él, abrazándolo por el cuello y escondiéndose en este mismo.

Yoongi no sabía que pasaba con él pero en ningún momento lo apartó, Kook lo agradeció mentalmente.

— ¿Estás bien?

He Is Mine [YK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora