Sword Art Online Progressive Volumen 6

Capitulo 9

ERA ENORME.

El décimo piso del laberinto estaba casi totalmente ocupado por la recamara del jefe, pero no era una sorpresa del todo, pero mi primera impresión al ver la habitación del jefe del sexto piso por primera vez en cuatro y medio meses era que era enorme. Las paredes, el suelo y el techo eran de un color gris azulado, y la débil iluminación hacia que las esquinas fueran oscuras. Había una gran estrella tallada en lo alto del techo, un recordatorio de que la torre, y esta habitación en su punto más alto, eran de forma pentagonal.

Visto desde el desierto, el ancho de la torre era cerca de la mitad de su altura. Si era de cien metros de alto, entonces en diagonal sería de unos cincuenta metros, y cada lado...

"Hey, Asuna, cual es el radio del lado de un pentágono en una diagonal...?" murmuré. La esgrimista me disparó una mirada y dijo Por qué ahora?

"Es uno y uno más la raíz de cinco sobre dos. Eso sería uno punto seiscientos dieciocho."

"Uno punto seiscientos dieciocho..." repetí. "Y si la diagonal fuese cincuenta metros, un lado seria... cerca de treinta metros?"

"Casi treinta y uno, para ser precisa, pero eso probablemente no importa mucho."

"Ya veo..."

El único motivo por el cual podíamos charlar sobre temas sin importancia como este en la recamara del jefe era porque estábamos esperando a que ALS y DKB estuviesen en posición. Parece que aún faltaban unos treinta segundos para empezar. Asuna se dio la vuelta hacia mí esta vez y dijo, "Uno y uno más la raíz de cinco por dos es llamado la Razón Dorada (Golden Ratio)."

"Dorada...?"

"Se puede encontrar en el radio del largo y ancho del Partenón o en las mitades superiores e inferiores de la Venus de Milo... incluso en rostros humanos. El ancho de la nariz y la boca son considerados bien balanceados cuando su radio es 1:1.168, aparentemente."

"Ohhh," murmuré. Mirando a Asuna en un intento de ver si era cierto. Asuna me dio un codazo en el costado y Argo tuvo que advertirnos, "Hey, estamos en la recamara del jefe!" con Myia riéndose.

Al rato, Kibaou gritó desde el otro lado de la habitación. "Las preparaciones están completas! Estamos listos para empezar!"

"Entendido!" grité, mirando brevemente detrás de mí . Las puertas dobles que sobresalían hacia dentro cerca de unos diez metro de uno de esos pentágonos, aún estaba abierta de par en par. Recé silenciosamente a que se mantuviesen de esa manera y miré a Theano, quien estaba junto a su hija.

"Bien...Adelante, Theano"

"Entendido," dijo, y la guerrera se concentró en el cubo dorado en sus manos. Logré ver algún tipo de expresión ondular como las olas de un charco por su hermoso, y luego se desvaneció. "Entonces empecemos, no vayas muy al frente, Myia" advirtiendo a su hija, empezó a caminar hacia el centro de la recamara.

Había un extraño objeto en la dirección en la que ella se dirigía.

Su forma era bastante simple. Era un cubo de medio metro a cada lado. Era negro y no reflejaba nada, como si estuviese hecho de carbón, y aunque era difícil ver los detalles en la débil iluminación, había un agujero cuadrado de unos veinte centímetros en el lado que miraba hacia nosotros. Era obvio a simple vista que el cubo dorado iba a encajar perfectamente.

"...Una vez que el cubo encaje, quedara atascado, así que no podremos removerlo..." mencioné distraídamente.

A mi derecha, Argo dijo, "Por mi inspección hace un momento, hay un pequeño agujero en el lado opuesto del cubo."