9.

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Bueno, bueno, bueno.  

Llego la parte mas deseada por toda latinoamerica unida. (No, no veo Te lo resumo asi nomas xD) 

Pasen, lean y disfruten 😜

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Del otro lado de la ciudad, un joven de cabellos plateados y ojos dorados caminaba con rapidez, seguido por sus amigos, hacia un club bailable bastante famoso entre los jóvenes de su posición social.

Cada mujer que cruzaba por delante de ellos, se les regalaban, como si fuera una feria, pero ni él, ni sus amigos prestaban atención, solo había una cosa en la mente de ese grupo de jóvenes: Matar a Wolf.

Luego de que Miroku le explico a todos el porque de la ira de Inuyasha, no dudaron un solo segundo en acompañar a su amigo en su tarea. En la fiesta de ellos, habían conocido bien a la niña, y se había convertido en una pequeña hermana para ellos. Y nadie se metía con una amiga.

-Alli están – Señalo Shippo.

- Maldito hijo de perra – Gruño Inuyasha y con paso acelerado camino hacia donde el peli negro se encontraba, rodeado de mujeres y sus amigos – Eres hombre muerto, Wolf – Amenazo el peli plata, adentrándose al círculo de allí sin pedir permiso, para tomarlo del cuello.

- Inuyasha – Jadeo por la sorpresa.

- Ustedes no se metan – Intervino Bankotsu, colocándose junto a sus amigos como barrera entre Inuyasha y ellos.

- Dime que lo que me conto Sango es mentira, porque juro que romperé cada uno de los huesos de tu cuerpo en este mismo instante – Amenazo, apretando aun mas su cuello.

- ¿Qué te conto esa zorra? – Pregunto con una sonrisa burlona, logrando que Miroku lo mirase con ira.

- No te atrevas a insultar asi a Sango, maldito enfermo – Gruño el peli negro.

- Eso es lo que es... - Molesto por la falta de respuesta, Inuyasha separo un poco a Kouga de la pared y volvió a azotarlo con fuerzas, escuchando un gran quejido de su parte.

- Contestame.

- ¿Qué quieres que conteste si no se que dijo?

- Que tu, junto con tus amigos, abusaron de mi hermana – Bufo contra su rostro, notando como sus ojos azules se abrían levemente. Era verdad. Lo habia hecho – Eres un maldito hijo de puta, Wolf.

- Calmante, Inuyasha – Intento razonar al ver como sus ojos se oscurecían – Yo no hice nada de lo que Taijiya dijo – El peli plata lo miro fijamente, sin creerle una sola palabra.

- Miroku. Busca su celular – El peli negro se acerco a Kouga, tocando su pantalón hasta encontrar el aparatito. Comenzo a buscar en su interior, encontrándose con un video que le helo la sangre - ¿Esta allí? – Pregunto impaciente.

- No lo veas – Pidio su amigo, alejándose del oji dorado – No lo hagas.

- Dame eso – Gruño, muy enojado – Ahora.

- No – Se negó, sabiendo que si veía esas imágenes, enloquecería completamente – Shippo, Jakotsu, tomen a esos dos – Señalo al peli blanco y al peli gris, que paso a paso de alejaban - ¡Rapido!

- Bankotsu – Llamo Inuyasha – Tomalo – Pidio, mirando a Kouga – Dame ese celular, Miroku. No quiero tener que sacártelo a la fuerza.

- Inuyasha, una vez en tu vida, escúchame. Tienes razón, Kouga hizo lo que Sango conto, pero no te conviene mirar este video. No es... No es bueno para ti – Intento razonar con su amigo, pero fue casi imposible – Creeme.

La capacidad de la fortaleza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora