—Mamá— Charles miró a Sharon Xavier con detenimiento—Voy a conseguirme un sugar daddy— la rubia alzó la vista de sus papeles y frunció el ceño.
Charles temió que su madre le fuera a regañar o a replicar por haber dicho aquello, pero ella solamente sonrió y musitó un »Si, esa es buena idea«
La mujer le dió un beso en la frente a su hijo antes de salir de manera apresurada para su trabajo.
El adolescente solamente se encogió de hombros para ir a despertar a su padre, puesto que él entraba aún más tarde a su trabajo.
El resto del día pasó de manera tranquila para el joven, salió con sus amigos a dar un paseo por el centro comercial -además de ir a comprar algunos regalos porque ya se acercaba la Navidad- para finalmente llegar a su casa con varias bolsas en la mano.
—Traje algo de comer— musitó al ver a su madre mirando la televisión de manera atenta.
—Muchas gracias hijo, ya sabes que no sé cocinar— se levantó del sofá—Hoy tú padre no dejó nada hecho.
Charles soltó una risa antes de colocar la caja de pizza en el centro de mesa—Descuida, sabía que a papá se le iba a pasar hacer la comida. Cuando sale tarde se le olvidan hasta sus llaves.
Su madre sacó unos platos para finalmente sentarse a comer—Hijo... hablé con mi jefe sobre lo que querías conseguir, realmente tenía duda, no sé qué es un sugar daddy—Charles sonrió de lado, era por eso que su madre no le había regañado—Pero él solo me dijo que quería hablar contigo.
—¿Qué?
—Si, que hoy llega para hablar sobre eso— su corazón se aceleró, el jefe de su madre era un hombre mayor, pero demasiado guapo, un acento alemán que te podría derretir, su cuerpo atlético se pegaba a la ropa haciéndolo parecer más sexy.
—Mamá , no debiste hacerlo— las mejillas se le pusieron rojas de solo imaginar a Erik—Eso es personal.
—Hijo, yo creí que...— su madre no se pudo terminar de defender porque el timbre sonó.
El corazón de Charles se aceleró—Yo voy a abrir— murmuró al ver que su madre se quería levantar—Quizá es papá— y dicho esto fue hasta la puerta.
Pasó saliva al ver a Erik parado en su puerta.
—Buenas noches Charles— murmuró mientras sonreía—Espero que tú madre te haya dicho que quería hablar contigo— este asintió sin saber que decir—¿En serio quieres un sugar Daddy?— alzó una ceja.
—Yo...yo solo estaba bromeando, no creí que mi mamá fuera a decirle algo a usted sobre eso...
—Vaya, es una lastima— sonrió de lado mientras se acercaba hasta el oído de Charles— a mí me hubiera gustado tenerte conmigo y ser tu sugar daddy.
El castaño alzó la vista rápidamente—Usted...
—Vamos a ser realistas Charles, eres muy bonito y cualquiera querría tenerte, pero si no quieres...
—Si— Charles se interrumpió— Si quiero.
Y Erik solamente pudo sonreír.
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Fue algo corto,pero espero que les guste.
¡Feliz navidad!